Los soldados españoles en Pakistán emprenderán el martes el viaje a Cachemira

La avanzadilla española de la fuerza de Reacción Rápida de la OTAN recibió el lunes la orden de estar preparada para partir desde Lahore en las próximas 24 horas hacia la región paquistaní devastada por el terremoto. Un convoy militar integrado por 38 efectivos tiene previsto abandonar la base aérea de Lahore el martes escoltado por soldados del Ejército paquistaní, según indicaron fuentes militares. Según los planes del mando de la OTAN en Pakistán, el convoy militar español pernoctará el martes en un lugar no precisado de la ciudad de Rawalpindi, próxima a Islamabad, la capital, y situada a unos 370 kilómetros al norte de Lahore.

En principio, el contingente español establecerá su base de operaciones en los entornos de la localidad de Bagh, al sur de Muzaffarabad, y donde han prestado ayuda algunas organizaciones no gubernamentales españolas.

El resto del contingente español, formado actualmente por 88 soldados aunque serán 370 dentro de una semana, viajarán de forma escalonada hacia Cachemira.

El envío de tropas en misión humanitaria fue decidido por la OTAN el pasado 21 de octubre en Bruselas en respuesta a la petición formulada por el Gobierno de Pakistán, tras descartar en principio una solicitud de ayuda a la Alianza Atlántica.

Según las autoridades paquistaníes, la destrucción causada por el terremoto afecta a más de 3,3 millones de personas, de las que al menos 800.000 carecen de cobijo cuando ya en la región se registran temperaturas bajo cero.

La avanzadilla del contingente español, formado por 88 militares, llegó el pasado domingo a la ciudad de Lahore, capital de la provincia del Punjab, donde han aguardado la orden ponerse en marcha con destino a la zona del seísmo, a unos 600 kilómetros al noroeste.

El seísmo se ha cebado en los más pequeños. Unos 17.000 niños pudieron morir en el terremoto del día 8, que ha afectado a entre 1,6 y 2,2 millones de menores, según aseguró el lunes en Islamabad la directora del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Ann Veneman.

"El trauma que han experimentado esos niños creo que es peor que otras tragedias como el tsunami, porque muchos de ellos se encontraban en la escuela cuando ocurrió el terremoto", apuntó Veneman.

La directora de UNICEF se entrevistó el lunes con el presidente de Pakistán, general Pervez Musharraf, quien le agradeció la asistencia prestada por ese organismo y le aseguró que el Gobierno se ha asegurado de que estén protegidos los niños que se han quedado huérfanos por el seísmo.

Según Musharraf, el sistema de extensas familias de Pakistán garantiza que los niños no se queden solos y, en el caso de que hayan fallecido sus parientes, serán alojados en instalaciones para menores.

Por su parte, la directora de UNICEF, que acaba de regresar de una gira por las zonas afectadas, indicó que ese organismo hará todo cuanto esté en su mano para facilitar los esfuerzos de reconstrucción y ayuda a los damnificados.

Veneman insistió en que es preciso prestar asistencia inmediata a las zonas más remotas afectadas por el seísmo, ante el riesgo de que se produzca una segunda oleada de muertes a causa del frío.

El terremoto del 8 de octubre, que alcanzó los 7,6 grados en la escala de Richter, causó al menos 55.000 muertos y cerca de 80.000 heridos.