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La Eurocámara condena el uso de menores como 'presión política' de Marruecos a España
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La Eurocámara condena el uso de menores como 'presión política' de Marruecos a España

La crisis en Ceuta precipita el primer pronunciamiento en décadas de la Eurocámara sobre los derechos humanos en Marruecos

Foto: Sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo (EFE)
Sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo (EFE)

Hay que remontarse a 1996 para ver una condena del Parlamento Europeo a Marruecos por la situación de derechos humanos. Pero la crisis desatada en Ceuta, con la llegada de unas 9.000 personas en apenas de 48 horas a la ciudad española, ha roto esta tendencia. El Parlamento Europeo pone a Rabat en el punto de mira por el uso politizado de menores como arma de presión política.

El Pleno de Estrasburgo ha censurado por 397 votos a favor, 85 en contra y 196 abstenciones esta provocación marroquí que en la capital comunitaria han definido abiertamente como chantaje durante el debate de la resolución. Cuatro son los mensajes que salen de la ciudad francesa: el uso de menores como moneda de cambio es inaceptable, las fronteras españolas son europeas, la postura comunitaria sobre el Sáhara Occidental se mantiene y hay que seguir tendiendo puentes con un socio necesario.

Foto: Soldados del Ejército con dos personas migrantes en la playa de El Tarajal, Ceuta. (EFE)

La resolución ha salido adelante con buena parte de los votos de las principales familias políticas de la Eurocámara (Partido Popular, Socialdemócratas, Verdes y Renovar Europa). Los partidos españoles han votado en bloque ‘sí’, a excepción de Vox, que se ha abstenido. Previamente, los Conservadores y Reformistas habían presentado una enmienda poniendo en la diana la “infiltración de inmigrantes ilegales”, mientras que la Izquierda Unitaria hacía lo propio con una condena la “instrumentalización de esta crisis humanitaria por la extrema derecha”. Ninguna ha salido adelante en una resolución final que ha contado con amplio consenso.

Mientras que algunas delegaciones se decantaban por utilizar la fórmula de “lamenta”, otros lo hacían por el “condena firmemente”. En la burbuja de Bruselas cada matiz y cada palabra se negocia y se pelea. El texto final reza, finalmente, que el Parlamento Europeo “rechaza el uso del control fronterizo y de la migración, especialmente de menores no acompañados, como presión política” contra España y contra la UE.

El epicentro de la resolución emana de la utilización de niños y menores de edad por parte del reino alauí para su agenda interna. Los eurodiputados han “deplorado” la participación de menores en este cruce masivo por tierra y mar a la ciudad ceutí que puso sus vidas “en claro riesgo”. Y mandan un recado a Rabat: debe cumplir con la Convención de Derechos del Niño de la ONU, que el propio país suscribió en 1990.

Foto: Agentes marroquíes de la policía y de fuerzas auxiliares, en un puesto de control establecido en el norte de la localidad de Fnideq (Castillejos). (EFE)

Sin embargo, como todo en caso de política exterior y, sobre todo, de vecino conflictivo pero necesario, la UE juega al palo y a la zanahoria. Esta resolución es no vinculante, pero tiene gran calado como mensaje político. De hecho, Rabat ha intentado frenarla y no ha tardado en expresar su malestar. El ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, acusaba poco antes a España de querer “europeizar una crisis bilateral”.

“Es inútil intentar que esto se limite a una situación bilateral entre Marruecos y España. Eso es no entender la lógica de la Unión”, ha señalado el eurodiputado socialista Ignacio Sánchez Amor, en el debate previo. “No es un tema bilateral porque afecta a todos los europeos y porque hablamos del respeto de los derechos humanos y, especialmente, del respeto de los derechos de los niños. A los niños no se les lanza al mar para hacer política”, ha coincidido Jordi Cañas, de Ciudadanos.

Marruecos ha querido desde el primer momento hacer de la crisis migratoria y de su relación con la UE dos episodios diferentes, pero la defensa de Bruselas a las fronteras españolas se ha consumado como una de las armas más potentes de Madrid frente a su vecino.

Foto: El ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita. (EFE)

La Eurocámara recoge este testigo y lanza hoy un inusual órdago a Rabat reiterando que la frontera sur es una frontera europea cuya soberanía territorial es inviolable. Pero por el otro lado, le tiende la mano pidiendo una relajación de las tensiones y una vuelta a la relación privilegiada, “constructiva”, “de confianza” y “de respeto” entre la UE y Marruecos. Además, pide a la Comisión Europea que proporcione un fondo de emergencia a España para lidiar con la situación migratoria en Ceuta y mejorar la situación de los menores todavía varados allí.

Reafirmación sobre el Sáhara Occidental

Otra pata de la resolución que no gustará al monarca Mohamed VI es la reiteración de la postura europea sobre el Sáhara Occidental, invariable durante las últimas décadas. La UE no reconoce la soberanía marroquí sobre la excolonia española. Para Bruselas la única solución viable pasa por culminar el encallado diálogo bajo el paraguas de la ONU y en consonancia con las resoluciones de su Consejo de Seguridad. Europa no se ha dejado intimidar por el reconocimiento de la anterior Administración Trump en Estados Unidos de la soberanía marroquí a cambio del restablecimiento de sus relaciones diplomáticas con Israel.

Marruecos no ha sido una excepción a la deriva de muchos líderes que se agolpan en las fronteras europeas defendiendo una política exterior más agresiva. Y para ello ha jugado con una de las mayores debilidades del bloque comunitario: la falta de una política migratoria y el miedo europeo a repetir las imágenes de 2015, cuando millones de personas llegaron a sus fronteras en el mayor éxodo desde la Segunda Guerra Mundial. Ya Turquía, hace poco más de un año, enseñó este camino abriendo la puerta a miles de refugiados sirios hacia las islas griegas para presionar a Bruselas con el tema chipriota y obtener concesiones económicas. “Cambiarán los flujos migratorios y los Gobiernos, pero nunca cambiará nuestra geografía. Marruecos y Europa seguirán compartiendo una frontera terrestre y, por ello, estamos obligados a entendernos”, ha señalado el eurodiputado popular Ignacio Zoido.

En medio de la parálisis de la UE, que suma más de un lustro incapaz de definir una estrategia migratoria sostenible y largoplacista, la apuesta de Bruselas es fortalecer la cooperación migratoria con países terceros. Como lugar de origen, tránsito y destino de refugiados, Marruecos es uno de los países que más interés despierta para gestionar los flujos de refugiados. Por ello, la Comisión Europea busca aumentar su cooperación con el reino alauí. La propia Helena Dalli, comisaria de Igualdad, ha rebajado la tensión mostrándose “confiada” en que una situación como la de Ceuta no vuelva a ocurrir.

Marruecos: "Ceuta no es territorio europeo"

El presidente de la Cámara de Representantes marroquí, Habib el Malki, ha asegurado este miércoles que resolución votada horas antes por el Parlamento Europeo "es una oportunidad para insistir sobre la marroquinidad de Ceuta", en una reunión extraordinaria convocada para estudiar con los grupos parlamentarios el resultado de esa votación.

"Ceuta no es territorio europeo, sino tierra marroquí ubicada en el territorio del Reino de Marruecos", dijo El Malki en respuesta a la resolución de la Eurocámara, que en su punto 3 dijo expresamente que "Ceuta es una frontera externa de la UE, cuya protección y seguridad competen a toda la Unión Europea".

El Malki, que hizo estas declaraciones al comenzar la reunión con los jefes de los grupos parlamentarios, insistió en que Ceuta "es parte del pasado colonial" de España en Marruecos.

Por otro lado, El Malki consideró que la resolución adoptada por la Eurocámara "es moderada, y presenta una gran diferencia entre el primer borrador y el texto adoptado"; según él, esto ha sido un logro de la diplomacia marroquí, tanto la oficial como la parlamentaria, que se han ocupado de recordar a sus socios europeos la naturaleza estratégica de las relaciones euromarroquíes. Al respecto, anunció en los próximos días una campaña de comunicación ante todos los parlamentos del mundo, "incluidos los europeos", para explicar la posición marroquí.

Hay que remontarse a 1996 para ver una condena del Parlamento Europeo a Marruecos por la situación de derechos humanos. Pero la crisis desatada en Ceuta, con la llegada de unas 9.000 personas en apenas de 48 horas a la ciudad española, ha roto esta tendencia. El Parlamento Europeo pone a Rabat en el punto de mira por el uso politizado de menores como arma de presión política.

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