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El divorcio que no acaba: La UE explota contra UK por saltarse el acuerdo del Brexit

La UE critica el movimiento unilateral de Londres al alargar el periodo de gracia en el mar de Irlanda y señala que es "la segunda vez que está dispuesto a violar el derecho internacional"

Foto: Maros Sefcovic, copresidente del acuerdo conjunto con Reino Unido y vicepresidente de la Comisión Europea. (Foto: Reuters)
Maros Sefcovic, copresidente del acuerdo conjunto con Reino Unido y vicepresidente de la Comisión Europea. (Foto: Reuters)

Para evitar, tras el Brexit, una frontera dura entre Irlanda del Norte, que es una provincia británica, y la República de Irlanda, que es un Estado miembro de la Unión Europea, se acordó un complejo acuerdo. Éste establecía que el Ulster quedaba en muchos elementos alineado con las normas del mercado interior, y por lo tanto se deberían realizar controles en el mar de Irlanda entre Gran Bretaña y la provincia con capital en Belfast. Desde el primer momento, el Gobierno británico ha tensado la cuerda con la Unión Europea a este respecto, y este miércoles ha dado su último tirón.

Esa alineación regulatoria, para evitar la frontera física, obligaba por ejemplo a que los productos que cruzaran el mar de Irlanda tienen que cumplir con los requisitos necesarios para entrar en el mercado interior, por ejemplo en materia sanitaria. Se estableció un periodo de gracia para evitar un shock a las industrias a partir del 1 de enero de 2021, pero debía expirar el próximo 1 de abril. Sin embargo, el Gobierno británico ha anunciado unilateralmente que lo extendería hasta octubre.

Pero esta es una medida que Downing Street no podía tomar en solitario y que debía acordarse en el comité conjunto que gobierna el Acuerdo del Brexit, que incluye el Protocolo de Irlanda en el que se detalla el complejo funcionamiento del sistema que permite evitar una frontera física en la isla irlandesa. La respuesta de Bruselas no se ha hecho esperar. Maros Sefcovic, vicepresidente de Relaciones Interinstitucionales y Prospectiva de la Comisión Europea ha “expresado la gran preocupación de la Unión Europea por la acción unilateral del Reino Unido, ya que esto equivale a una violación de las disposiciones del Protocolo de Irlanda y la obligación de buena fe”. El eslovaco, quien representa a la UE en el comité conjunto que debería haberse hecho cargo de la decisión, afirmó en un comunicado que “esta es la segunda vez que el Gobierno del Reino Unido está dispuesto a violar el derecho internacional”.

Foto: Una calle en Belfast, Irlanda del Norte. (Reuters)

Bruselas señala que además “constituye una clara desviación del enfoque constructivo que ha prevalecido hasta ahora, lo que socava tanto el trabajo del comité conjunto como la confianza mutua necesaria para la cooperación orientada a la búsqueda de soluciones”. Y la confianza no es algo que sobre en las relaciones entre Reino Unido y los Veintisiete, especialmente desde que el Gobierno británico amenazara con violar por primera vez el derecho internacional con la Ley de Mercado Interior, que contravenía también elementos del Protocolo de Irlanda.

El lenguaje de la Comisión Europea es durísimo, reflejando el enfado que hay en los pasillos del Ejecutivo comunitario con el comportamiento de Downing Street desde enero, a pesar de que en algunos despachos de Bruselas se ha hablado de la necesidad de “resetear” las relaciones precisamente para intentar superar las crisis de confianza vividas. “Es igualmente decepcionante que el gobierno del Reino Unido haya recurrido a una acción unilateral de este tipo sin informar al copresidente del comité conjunto de la UE. Las cuestiones relacionadas con el Protocolo deberían tratarse a través de las estructuras previstas por el Acuerdo de Retirada”, critica el comunicado.

Sefcovic llamará este mismo miércoles al otro copresidente del comité, al británico David Frost, que ha sido el negociador jefe del Reino Unido para el acuerdo comercial alcanzado en Nochebuena y que ahora sustituye a Michael Gove en el órgano de gestión del acuerdo de Retirada.

Foto: Un funcionario europeo carga con una bandera británica antes de una rueda de prensa. (Reuters)

A pesar de la oposición de las autoridades norirlandesas y del Gobierno británico, los controles en el mar de Irlanda son estrictamente necesarios para la Unión Europea para evitar generar un “agujero” en el Mercado Interior que permitiría que productos que no cumplen con todas las normas del mismo puedan circular libremente. Una vez en Irlanda del Norte, y si los agentes de aduanas británicos no los controlan, esos bienes pueden viajar a Dublín sin ninguna restricción ni control, y de ahí a cualquier punto de la UE. Así, en un supermercado español podría haber un producto que no cumple con las normativas sanitarias europeas.

Movimientos de Johnson

En la sesión semanal de control al Gobierno, Boris Johnson ha afirmado este miércoles que se introducirá “alguna relajación temporal de las medidas operativas” en el protocolo de Irlanda del Norte, al tiempo que insistió en que la posición de la provincia dentro del mercado interno británico es “sólida como una roca”.

Fue el líder del Partido Democrático Unionista norirlandés (DUP) en Westminster, Jeffrey Donaldson, quien preguntó al 'premier' cuáles eran los planes del Ejecutivo para proteger a la provincia británica de Irlanda del Norte, donde ha crecido la tensión política por los problemas burocráticos creados tras los nuevos controles que hay aplicar con el Brexit.

Foto: Puerto de Larne en Irlanda del Norte. (Reuters)

A principios de año, Johnson advirtió a Bruselas que está dispuesto a suspender de manera unilateral partes del Acuerdo de Retirada del Brexit, a menos que la UE alivie las demandas de controles de mercancías que cruzan a Irlanda del Norte. De momento, ya ha solicitado un periodo de gracia hasta 2023 para no tener que aplicar las nuevas medidas. El pasado 25 de febrero, Gove y Sefcovic se reunieron de manera virtual en el marco del comité conjunto. Y aunque acordaron buscar "soluciones pragmáticas" para minimizar las fricciones en el paso de mercancías entre Irlanda del Norte y la isla de Gran Bretaña, evitaron por ahora retrasar la entrada en vigor de los controles, como reclama Londres.

Por lo tanto, el hecho de que Johnson de por hecho ahora, de manera unilateral, que se van a introducir restricciones se ha visto en Bruselas como una ofensa. El premier precisamente ha decidido poner ahora a Frost al frente del comité que supervisa ahora el protocolo para imponer de nuevo “mano dura” en las relaciones con Bruselas e intentar que sus demandas respecto al Protocolo salgan adelante.

Para evitar, tras el Brexit, una frontera dura entre Irlanda del Norte, que es una provincia británica, y la República de Irlanda, que es un Estado miembro de la Unión Europea, se acordó un complejo acuerdo. Éste establecía que el Ulster quedaba en muchos elementos alineado con las normas del mercado interior, y por lo tanto se deberían realizar controles en el mar de Irlanda entre Gran Bretaña y la provincia con capital en Belfast. Desde el primer momento, el Gobierno británico ha tensado la cuerda con la Unión Europea a este respecto, y este miércoles ha dado su último tirón.

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