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El gran pequeño paso de reconocer a Palestina: ¿por qué ahora y para qué sirve?
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El gran pequeño paso de reconocer a Palestina: ¿por qué ahora y para qué sirve?

España, junto con Irlanda y Noruega, ha dado un paso histórico al anunciar que reconocerá oficialmente al Estado de Palestina. ¿Qué hay detrás de la medida?

Foto: Marcha en defensa de Palestina en Madrid. (EFE/Victor Lerena)
Marcha en defensa de Palestina en Madrid. (EFE/Victor Lerena)
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Este miércoles, España dio un paso histórico al anunciar su reconocimiento oficial del Estado de Palestina, en un movimiento coordinado con Irlanda y Noruega. Se formalizará en el Consejo de Ministros del próximo martes 28 y, desde Moncloa, se espera que pronto se unan otros países dentro de la Unión Europea. La reacción de Israel no se hizo esperar, denunciando la medida como “un premio al terrorismo de Hamás” y llamando a consultas a sus embajadores en los tres países.

La cuestión del reconocimiento del Estado de Palestina ha estado siempre en el runrún público de los países que apuestan por "la solución de los dos Estados", pero nunca en la agenda real de medidas. La invasión israelí de Gaza, en respuesta al ataque de Hamás el 7 de octubre, ha sido un revulsivo de este reconocimiento de, sin embargo, dudosa aplicación práctica. ¿Qué ha llevado al Gobierno español y a sus pares europeos a tomar esta medida ahora y qué buscan conseguir con ello?

¿Por qué ahora?

El reconocimiento de Palestina por parte de España es una decisión que llega tras casi una década de arrastrar los pies, después de que el Parlamento español diera su visto bueno al proceso en 2014. Sin embargo, la guerra en Gaza ha convertido la medida en un paso político más contundente. La última edición del barómetro del Real Instituto Elcano revela que una inmensa mayoría de la población española (78%) es favorable a que los estados europeos reconozcan de forma inmediata el Estado palestino. Entre los votantes de izquierda, que sostienen al actual Ejecutivo, la cifra sube al 94%.

"Es verdad que, como dice el Gobierno de Israel, si no hubiera habido ataques terroristas de Hamás, no habría habido reconocimiento. Pero también es cierto que si no hubiera habido reacción desproporcionada por parte del ejército de Israel, tampoco se hubiera reconocido", afirma Ignacio Molina, profesor de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid, en entrevista con El Confidencial. "Los ataques del 7 de octubre no son los que aceleraron la decisión (de España, Irlanda y Noruega), sino la convicción de que tanto Netanyahu como el Gobierno de Israel no tienen plan de futuro o alternativa alguna para la situación en Gaza", agrega.

Foto: El presidente de España, Pedro Sánchez, junto a su homólogo irlandés Simon Harris (DPA)

Ruth Ferrero, profesora de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, añade que la letalidad del conflicto, en el que ya han fallecido más de 35.000 palestinos, ha sido el principal catalizador para convencer a los tres gobiernos europeos de la necesidad de tomar medidas decisivas. "La reciente escalada de violencia en Gaza y la respuesta desproporcionada de Israel han llevado a una mayor concienciación global sobre la necesidad de tomar medidas decisivas. Esto ha creado una presión adicional sobre los Gobiernos para que actúen", explica Ferrero.

Eduard Soler i Lecha, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador sénior asociado al CIDOB, afirma que el cambio de postura parte de la convicción de que el statu quo mantenido durante décadas no ha contribuido en nada a hacer más posible la solución de dos estados. “Ese es el espíritu que hay detrás de la decisión española, noruega e irlandesa. En absoluto se niega el derecho de Israel a existir. Lo que se dice es que Palestina también tiene ese derecho a existir y que si no se crea una cierta simetría entre ambos, es muy difícil que se consiga desbloquear la situación”, indica el experto a este periódico.

Más allá del respaldo popular, Molina recuerda que el Gobierno de Sánchez tiene motivos geopolíticos de peso para dar el paso. Países muy importantes en la esfera de relaciones internacionales de España, como los árabes y latinoamericanos, consideran que la condición de Estado de Palestina es una cuestión no negociable, lo que refuerza la necesidad de alinearse con estos socios estratégicos.

¿Para qué sirve?

Resulta tentador ver el reconocimiento de Palestina como un brindis al sol. Después de todo, 143 de los 193 países que conforman la ONU ya han dado este paso, sin que ello haya contribuido significativamente a la causa palestina. En el ámbito europeo, Suecia intentó en 2014, con argumentos similares a los que ahora plantea España, promover una solución al conflicto mediante el reconocimiento del Estado palestino. Sin embargo, la actual situación en Gaza demuestra que el plan sueco no ha tenido el impacto deseado.

Pero los expertos consideran que las medidas anunciadas este miércoles no son un mero gesto simbólico. Como señala Molina, "este es un cambio más a medio plazo que a corto, pero sí que puede ser más importante de lo que aparentemente parece y, desde luego, más importante de lo que fue el reconocimiento de Suecia hace unos años". Porque mientras que el esfuerzo sueco se realizó de manera unilateral y no logró movilizar a otros países europeos a seguir su ejemplo, la decisión actual es parte de un movimiento más amplio y concertado. Además de España, Irlanda y Noruega, otros estados como Portugal, Eslovenia, Malta, Bélgica o Luxemburgo también han mostrado interés en avanzar hacia el reconocimiento de Palestina. El pasado mes de febrero, el presidente francés, Emmanuel Macron, también abrió la puerta a dar el paso.

Llegado el momento, esta ola de reconocimientos tendría el potencial de equilibrar una negociación entre Palestina e Israel que hasta ahora ha estado definida por una enorme asimetría. “Hay una gran preocupación en el Gobierno de Israel ante la posibilidad de que estemos ante un momento de cambio en la actitud dominante en los países occidentales en relación con Israel”, destaca Molina. Sin embargo, esa masa crítica todavía está lejos de alcanzarse. “Mientras Israel siga contando con el apoyo explícito y total de Estados Unidos y de grandes países de la Unión Europea como Alemania, no sentirá esa presión definitiva”, argumenta Eduard Soler.

En el corto plazo, recuerda Ruth Ferrero, el reconocimiento de España, Irlanda y Noruega no cambiará significativamente la situación. "Es una suma que llega tarde, porque ha muerto ya mucha gente en Gaza, y que no va a cambiar nada realmente de facto sobre el terreno", señala la investigadora. "Pero es el primer paso hacia forzar una propuesta de los dos Estados que lleva demorándose ya demasiado tiempo", agrega.

Para el Gobierno de Benjamín Netanyahu, la suma de tres países europeos a la lista de quienes reconocen a Palestina llega en un momento de presión máxima internacional. Esta misma semana, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI) solicitó al tribunal que emitiera órdenes de detención contra el primer ministro y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, además de contra tres líderes de Hamás. Y Estados Unidos, su aliado inquebrantable, también ha dejado claro que un asalto a Rafah, la ciudad al sur de la Franja que Netanyahu ha prometido atacar, supondría una línea roja.

Foto: El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant. (Reuters/Pool/Abir Sultan)

Hasta ahora, el Gobierno de Netanyahu siempre ha calificado cualquier crítica contra la guerra o ayuda extranjera a la causa palestina como ataques contra Israel, utilizando la carta nacionalista para intentar transformar la presión externa en respaldo interno. Pero cada día que pasa sus problemas en el ámbito doméstico se multiplican. Entre un gabinete dividido en el que las amenazas de renuncias que podrían romper su coalición de Gobierno y las protestas públicas que lo acusan de olvidarse de los rehenes, la postura del primer ministro es cada vez más frágil.

Por ello, es posible que en esta ocasión la presión internacional, incluyendo los nuevos reconocimientos de Palestina como Estado, sí estén haciendo mella. “Estamos muy lejos de poder decir que existe un aislamiento internacional. Pero es verdad que nunca en la historia de Israel, desde su nacimiento en el año 48, el país había estado en una posición tan aislada como ahora”, sentencia Molina.

Este miércoles, España dio un paso histórico al anunciar su reconocimiento oficial del Estado de Palestina, en un movimiento coordinado con Irlanda y Noruega. Se formalizará en el Consejo de Ministros del próximo martes 28 y, desde Moncloa, se espera que pronto se unan otros países dentro de la Unión Europea. La reacción de Israel no se hizo esperar, denunciando la medida como “un premio al terrorismo de Hamás” y llamando a consultas a sus embajadores en los tres países.

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