¿Ha visto Biden fotos de bebés decapitados? Qué está pasando con la masacre de Kfar Aza

"Nunca pensé que vería y tendría confirmadas imágenes de terroristas decapitando a niños". Joe Biden fue, por un momento, el primer presidente que confirmó haber visto con sus propios ojos imágenes de menores de edad decapitados. Hasta que, horas después, la Casa Blanca rectificó que ni el mandatario estadounidense ni funcionarios habían podido ser testigos visuales de la masacre. En un comunicado, la administración aclaró que ni Biden ni los oficiales de EEUU habían confirmado los informes de manera independiente ni habían visto fotografías que mostraran la evidencia. El mandatario hizo estas afirmaciones basándose en las que el Gobierno de Israel ha dado públicamente a través de su portavoz y en la información de medios israelíes locales.

Las palabras de Biden han aumentado la confusión sobre la masacre en el kibutz de Kfar Aza, a tres kilómetros de la Franja de Gaza. El asentamiento fue arrasado por Hamás después del ataque sin precedentes del 7 de octubre en territorio israelí y la cifra total de víctimas todavía se desconoce, así como muchos detalles sobre el horror provocado por la organización palestina en el asentamiento judío.

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A.A. EFE

Días después de la ofensiva sorpresa, el Ejército de Israel (IDF, por sus siglas en inglés), consiguió asegurar el kibutz y los medios de comunicación empezaron a entrar en el lugar que se ha convertido en uno de los símbolos de la masacre por parte de Hamás. Los soldados y voluntarios médicos en Kfar Aza afirmaron haber visto escenas con "métodos de matar [propios del] ISIS", sin entrar en más detalles, mientras que otros relataban historias de mutilaciones, violaciones y cuerpos quemados.

Una reportera de la cadena i24 News aseguró que las fuerzas armadas israelíes habían encontrado 40 bebés decapitados. Nicole Zedeck sostuvo que fue uno de los comandantes en el lugar quien le proporcionó esta información. La cadena no presentó las declaraciones del testimonio, ni anunció haber visto imágenes que confirmaran la noticia. Por su parte, otras cadenas como Sky News consultaron al Ejército israelí el caso de los niños, y no recibieron una constatación de que estos hechos fueron reales. Tampoco los otros periodistas que se encontraban en el kibutz.

En este sentido, el Ministerio de Exteriores israelí afirmó que entre los cuerpos hallados en Kfar Aza había "alrededor de 40 niños, entre ellos bebés", aunque no dio detalles sobre las presuntas decapitaciones. Sin embargo, la noticia empezó a cobrar relevancia después de que la cadena i24 News lo sacara a la luz y algunas instituciones como la embajada de Israel en Francia compartieron el reportaje de Zedeck en su cuenta de X, antes Twitter.

El caso de los 40 niños decapitados todavía está lleno de incógnitas, sobre todo después de que el Ejército de Israel no pudiera verificar la noticia, y se ha convertido en la imagen invisible de las masacres de Hamás en territorio israelí. El número de víctimas no ha sido confirmado, las decapitaciones de los niños tampoco, pero sí la masacre en asentamientos judíos como el de Kfar Aza.

Según apunta la CNN, un oficial israelí, además, ha aclarado que el Gobierno no ha confirmado que los niños y bebés del kibutz estuvieran decapitados tras sufrir el ataque. "Algunos militantes de Hamás llevaron a cabo atrocidades como las de Estado Islámico. Sin embargo, no podemos confirmar si las víctimas eran hombres o mujeres, soldados o civiles, adultos o niños", dijo a la cadena esta fuente militar.

"No es una guerra, es una masacre"

El sábado pasado, los hombres armados de Hamás atravesaron la valla del kibutz, posiblemente con una excavadora y despejaron el camino para que otros combatientes de la organización yihadista entraran al asentamiento. El general israelí Itai Veruv calculó que cerca de 70 hombres atacaron el lugar y que otros llegaron en motos y por aire en parapentes.

La imagen que ha dejado el paso de Hamás por Kfar Aza es la de la desolación. Una cuna aplastada frente a una casa incendiada. Cadáveres esparcidos por las calles y bolsas de cuerpos alineadas en una cancha de baloncesto. "No es una guerra, no es un campo de batalla. Es una masacre", dijo Veruv a la agencia Reuters. El general afirmó que algunas víctimas fueron decapitadas. "Nunca había visto algo así y he servido durante 40 años", dijo.

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Un portavoz del Ejército afirmó que decenas de residentes del lugar habían muerto, pero no se ha difundido una cifra oficial de víctimas mortales en el kibutz. Asimismo, reiteró que los militares todavía estaban llevando a cabo la reconstrucción de los hechos y que los combates no finalizaron del todo hasta el pasado lunes por la noche.

El kibutz Kfar Aza se suma a las considerables pruebas que se están acumulando de crímenes de guerra cometidos por militantes de Hamás. Al igual que los demás israelíes, la comunidad fue tomada por sorpresa después de que los combatientes, armados con misiles, fueron llegando uno a uno a la miríada de pequeños kibutz. El pico del terror fue el sábado, pero el Ejército, tomado por sorpresa, no logró recuperar el control de todos los enclaves hasta días después.

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Por otro lado, en el palestino, los bombardeos han continuado sin descanso en la Franja de Gaza, mientras el enclave sigue sin poder abastecerse de luz, combustible o comida. Los gazatíes han perdido este miércoles su última central eléctrica, por lo que ya no tienen posibilidades de autoabastecerse. Los trabajadores médicos del enclave han emitido una llamada de socorro y advierten de la capacidad limitada de sus generadores.