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EEUU fuerza a que Marruecos permita al enviado de la ONU visitar el Sáhara Occidental
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Su primera visita a la antigua colonia

EEUU fuerza a que Marruecos permita al enviado de la ONU visitar el Sáhara Occidental

Staffan de Mistura llega a la antigua colonia mientras un enviado del Departamento de Estado concluye una reunión con el líder del Polisario en el suroeste de Argelia

Foto: Archivo: De mistura aborda proceso político con delegación negociadora del Polisario (EFE / Mahfud Mohamed Lamin Bechri)
Archivo: De mistura aborda proceso político con delegación negociadora del Polisario (EFE / Mahfud Mohamed Lamin Bechri)

Staffan de Mistura, enviado personal del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental, lleva casi dos años en el cargo y hasta ahora no había podido poner pie en el territorio que se disputan Marruecos y el Frente Polisario, un conflicto que debe mediar. Hoy lunes pisó, por fin, El Aiún, pero en unas condiciones inauditas.

Su primera visita a la antigua colonia española no fue anunciada oficialmente por Naciones Unidas. Su portavoz, Stéphane Dujarric, la desmintió incluso el viernes por la tarde en Nueva York, pese a que ya estaba acordada. Solo cuando el avión de De Mistoura aterrizó en El Aaiún, la ONU confirmó la gira por la región.

Marruecos impuso a Naciones Unidas que guardase silencio ante el viaje oficial de uno de sus más altos cargos, según una fuente conocedora del desplazamiento. Si se anunciaba de antemano, los saharauis independentistas tendrían más tiempo para organizar sus protestas.

Sin embargo, en El Aaiún ya había síntomas reveladores inequívocos de la inminencia de la visita. "Todos los activistas estamos más que nunca bajo control policial", comentaba Aminatu Haidar, una mujer saharaui que cosechó numerosos premios internacionales por su defensa de los derechos humanos, a El Confidencial. La presencia policial marroquí se reforzó en la capital del Sáhara, sobre todo alrededor del Hotel Parador, donde De Mistura celebrará reuniones de trabajo.

"Esta tarde [del lunes] está previsto que la gente salga a las calles para manifestarse pacíficamente, reivindicando el respeto al derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y que se ponga fin a la ocupación marroquí", precisó Haidar. Los antidisturbios marroquíes se habían desplegado desde el mediodía en la ciudad para abortar cualquier reivindicación callejera.

De Mistoura "está deseando efectuar la gira por la región y celebrar reuniones con todas las partes interesadas", reza el comunicado que la ONU difundió cuando el avión tocó tierra. En El Aaiún se verá con asociaciones saharauis afines a las autoridades marroquíes, pero no está claro con qué activistas partidarios de la independencia se entrevistará.

Foto: Saharauis conmemoran 50 años de lucha armada. (EFE/Laura Fernández Palomo)

El Frente Polisario le puso a De Mistura, en un comunicado, unos deberes que no están a su alcance: "debe ser testigo directo de la situación de los detenidos y presos políticos saharauis dentro de las prisiones del Estado de ocupación marroquí y de la tortura a la que son sometidos, las prácticas humillantes así como trabajar para garantizar su liberación inmediata e incondicional". Ascienden a unos 40 los activistas saharauis encarcelados.

De Mistura ya viajó a la región en julio de 2022, pero en esa ocasión las autoridades marroquíes no le permitieron desplazarse al Sáhara bajo su control porque no aceptó todas las condiciones que le imponían. En Rabat le maltrataron haciéndole esperar más de la cuenta hasta que fue recibido por el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita. Ahora ha podido conocer El Aaiún gracias a las presiones de la diplomacia de EEUU sobre Marruecos, según fuentes diplomáticas.

Desde hace unos meses no hay reunión del secretario de Estado, Anthony Blinken, y de su adjunta, Wendy Sherman, con sus homólogos de Marruecos y de Argelia, que no concluyan con palabras contundente de apoyo a De Mistura, cuyas "consultas se intensifican", según fuentes estadounidenses. Prepara así la próxima reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sáhara, que tendrá lugar a finales del mes próximo.

La Administración del presidente Joe Biden no ha revertido la decisión de su predecesor, Donald Trump, de reconocer la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española, pero sí ha frenado cualquier avance. En contra de lo anunciado por Trump, no abrió un consulado estadounidense en Dajla, la segunda ciudad del Sáhara Occidental. Evitó también que las maniobras militares African Lion, que Marruecos y EEUU protagonizan cada año, abarquen al Sáhara. Desmintió así al entonces primer ministro marroquí, Saadeddine El Othmani.

El mayor contratiempo para Marruecos tuvo lugar el 15 de mayo con la declaración de Vedant Patel, portavoz del Departamento de Estado. "Seguimos considerando el plan de autonomía marroquí [para el Sáhara] como serio, creíble y realista y uno de los varios enfoques potenciales para dar satisfacción a las aspiraciones del pueblo del Sáhara Occidental", afirmó. El respaldo del Gobierno de Pedro Sánchez a ese plan marroquí es mucho más contundente.

Rabat se quejó en mayo con discreción ante el Departamento de Estado, mientras que en agosto el ministro argelino de Asuntos Exteriores, Ahmed Attaf, se alegraba de la ligera evolución de la postura norteamericana. Declaró al diario digital Al Monitor que estaba "muy satisfecho con la postura" de Washington, donde se acababa de entrevistar con Blinken.

Foto: Almuerzo entre las delegaciones de España y Marruecos, presidido por un retrato del rey Mohamed VI. (MAP)

Por primera vez, un funcionario del Departamento de Estado, Joshua Harris, encargado del área del norte de África, viajó además a Tinduf (suroeste de Argelia) el pasado fin de semana para reunirse con Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, y otros miembros de la dirección saharaui. Es la primera visita de un diplomático estadounidense a los campamentos de refugiados que tiene alcance político y no es estrictamente humanitaria. Harris se desplazó después a Argel y el lunes llegó a Rabat.

El movimiento saharaui ha querido demostrar, con motivo de las visitas de Harris a Tinduf y también de De Mistoura a El Aaiún, que la guerra que libra a Marruecos desde noviembre de 2020 no es de muy baja intensidad, como la suelen describir los analistas militares. En vísperas del fin de semana desencadenó un ataque contra las posiciones en Mahbes (noreste del Sáhara) del Ejército marroquí. Los drones de fabricación israelí acabaron con la vida de Abba Ali Hamudi, jefe de la sexta región militar saharaui, y de tres de sus hombres, según anunció la publicación EC Saharaui. Su muerte en combate fue confirmada después por el Frente Polisario.

Staffan de Mistura, enviado personal del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental, lleva casi dos años en el cargo y hasta ahora no había podido poner pie en el territorio que se disputan Marruecos y el Frente Polisario, un conflicto que debe mediar. Hoy lunes pisó, por fin, El Aiún, pero en unas condiciones inauditas.

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