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Las cuatro razones por las que la crisis en Níger es una amenaza para el sur de Europa
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Consecuencias del golpe de Estado

Las cuatro razones por las que la crisis en Níger es una amenaza para el sur de Europa

El derrocamiento de la democracia nigerina abre la puerta al auge de la inmigración irregular, un incremento del yihadismo y a la irrupción de Rusia a través los mercenarios de Wagner

Foto: Los partidarios del golpe de Estado, Níger. (Reuters/M. Hamidou)
Los partidarios del golpe de Estado, Níger. (Reuters/M. Hamidou)
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Para los países del sur de Europa, hay otro conflicto que puede ser más importante que la guerra de Ucrania. El pasado 26 de julio, Níger vivió un golpe militar con el objetivo de derrocar al presidente Mohamed Bazoum, elegido democráticamente en 2021. Mientras la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) discute una salida a la crisis, sus líderes ordenaron activar la "fuerza de reserva" del bloque para una posible intervención destinada a "restablecer el orden constitucional" en Níger. El futuro de estas conversaciones y del país africano puede tener mayores consecuencias que la invasión rusa, no desde un punto de vista económico ni militar, pero sí migratorio y en materia de seguridad.

Francia, Italia y España tienen motivos para preocuparse por la evolución de los acontecimientos en Níger, escasamente poblado, extenso —su superficie duplica con creces la de la península ibérica—, desértico y con uno de los índices de pobreza más altos del mundo. Figura en puesto 189 de una lista de 191, y el 17% de sus 20 millones de habitantes reciben ayuda humanitaria. Esta es una parte de la realidad del país en el que ahora gobierna el artífice del golpe, el general de brigada Abdourahman Tiani, que antes dirigía la guardia presidencial, y el contexto para entender las cuatro razones fundamentales por las cuales los gobiernos del sur del continente están mirando muy de cerca la evolución del golpe de Estado.

El riesgo migratorio

Desde la cumbre europea de La Valeta, en 2015, Níger es un socio clave de la política migratoria de la Unión Europea. Es un país de tránsito para muchos migrantes de camino a Argelia y, sobre todo, a Libia y Túnez, desde donde intentan cruzar el Mediterráneo. Además, desempeña un papel de contención. La Organización Internacional para las Migraciones señala que, desde 2016, ha bloqueado a más de 95.000 emigrantes. También readmite sin rechistar a los "sin papeles" expulsados por Argelia, y acoge también a 255.000 refugiados, en su mayoría malienses, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.

Tras el golpe de hace dos semanas, Josep Borrell, el Alto Representante de la UE para la política exterior, y varios estados miembros, entre ellos España, adoptaron sanciones empezando por la supresión de la cooperación con Níger. En algunos casos, abarcaban las ayudas al control de fronteras y, sin ese apoyo, los militares golpistas dejarán de esforzarse en seguir siendo un cerrojo antiinmigración.

Foto: Un nigeriano votando. (Reuters/Temilade Adelaja)

Italia, a la que han llegado por mar 87.000 inmigrantes en los siete primeros meses del año —una subida del 115% respecto al mismo periodo de 2022— es el más asustado. "El problema de la nueva oleada de inmigrantes es que es ya una realidad", declaró su ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, el 7 de agosto al diario La Stampa. "Cada día que transcurre (...) el riesgo se acrecienta". "Si estalla una guerra en Níger, será una catástrofe", concluyó.

La amenaza yihadista

Para Estados Unidos y Francia, Níger tiene un gran valor estratégico. Es su mejor aliado en un Sahel asolado por tres grandes grupos terroristas: Boko Haram, el Estado Islámico en el Gran Sahel y Al Qaeda, la primera que echó allí sus raíces. Los conflictos entre ellos se repiten con regularidad sobre el terreno. París se replegó al país después de fuera expulsada de Malí en verano de 2022 —también lo fue hace seis meses de Burkina Faso— , y puso así fin a la operación antiterrorista Barkhane. Allí cuenta con unos 1.500 soldados, desplegados en Niamey y en las fronteras con Malí y Burkina Faso, cinco drones y otros tantos cazabombarderos Mirage. A diferencia de Malí, sus soldados no patrullaban solos a la caza de los yihadistas sino que lo hacían con los nigerinos. Recorrían, sobre todo, la región de Tillaberi (al noroeste), en el marco de la operación antiterrorista Almahaou.

Por su parte, EEUU mantiene en Níger un contingente de unos 1.100 hombres, según el Pentágono. Muchos están destinados en el norte del país donde, desde finales de 2019, operan una base de drones, en su mayoría MQ-9 Reapers. Esos aviones no tripulados surcan los cielos del país africano y de gran parte del Sahel para buscar yihadistas. Su colaboración con los franceses sobre el terreno es estrecha. También patrullan sobre el terreno con los nigerinos y, en 2017, cuatro miembros de sus fuerzas especiales fueron abatidos en una emboscada del Estado Islámico. "Vamos a seguir implicados desde un punto de vista militar", anunció Sabrina Singh, portavoz del Pentágono.

EEUU y Francia se mantendrán en Níger si la Junta Militar, que puso fin a la frágil democracia local, se lo permite

Asesorado por sus aliados occidentales, el presidente Bazoum desarrollaba además una política eficaz de "desmovilización yihadista", la cual consistía en convencer a los integrantes de esos grupos terroristas que tendrían una mejor vida si, tras un periodo de formación, se incorporaban a las fuerzas de seguridad. No se les pedían cuentas por sus exacciones pasadas. En comparación con otros países, el número de ataques yihadistas en Níger es muy inferior al de vecinos como Burkina Faso y en Malí, donde el grupo terrorista controla el 40% del territorio, casi medio millón de kilómetros cuadrados.

EEUU y Francia se mantendrán en Níger si la Junta Militar, que puso fin a la frágil democracia local, se lo permite. Sus discursos vehementes han estado dirigidos sobre todo contra Francia, la antigua potencia colonial, pero tienen también un marcado tono antioccidental. Por lo pronto, la cooperación en materia de seguridad entre París y el Ejército nigerino ya ha quedado suspendida. Sin franceses ni estadounidenses, el baluarte antiyihadista nigerino se derrumbará. "El golpe fragiliza la lucha contra el terrorismo en la zona del Sahel donde los grupos recrudecen su actividad", reconocía Sébastian Lecornu, ministro francés de Defensa.

Es posible que la Junta Militar opte ahora por ser más beligerante contra los yihadistas, como sus homólogos de Malí y Burkina Faso

La inestabilidad que atraviesa el país es una oportunidad para esos grupos armados. El embajador de Níger en Washington, Kiari Liman-Tinguiri, leal al presidente depuesto, advirtió de que si Níger se hundía, los yihadistas acabarían "controlando África desde su costa occidental al Mediterráneo". El vaticinio es algo exagerado, pero tiene el mérito de hacer hincapié en ese riesgo. Un objetivo de los islamistas radicales es establecer un pasillo por el que moverse sin trabas desde el lago Chad hasta Malí y Benin.

El coronel Amadou Abdramane, uno de los golpistas, argumentó en un discurso que habían tomado el poder "a causa del deterioro de la situación en materia de seguridad". Es posible que la Junta Militar opte ahora por ser más beligerante contra los yihadistas, como sus homólogos de Malí y Burkina Faso, aunque la estrategia no ha dado, por ahora, resultados. Las exacciones cometidas por los militares de esos países, sobre todo los malienses secundados por el Grupo Wagner, han indignado a la población civil y engordado las filas yihadistas.

La implantación del los mercenarios de Wagner

"Wagner = seguridad, dignidad y fuerza". Este era uno de los lemas que se podía leer en algunas pancartas que los manifestantes favorables al golpe exhibían cuando, el 30 de julio, se concentraron en el estadio de Seyni-Kountché de Niamey. Eso no significa que los mercenarios rusos de Wagner, vinculados al Kremlin, hayan instigado el levantamiento. "Wagner no está en el origen de este golpe de Estado", declaró Sébastian Lecornu secundado, poco después, por el Secretario de Estado Anthony Blinken.

Sin embargo, de "manera oportunista", los mercenarios rusos "pueden intentar reforzar a la junta que se está instalando", advirtió el ministro de Defensa francés. "El conjunto de la región central del Sahel puede quedar bajo influencia rusa a través del grupo Wagner", insistió el depuesto presidente, Mohamed Bazoum, en una tribuna que escribió desde su cautiverio y que publicó, el 3 de agosto, The Washington Post.

Foto: Manifestantes a favor del golpe de Estado en Níger han intentado este domingo, sin éxito, entrar en la embajada de Francia en Niamey. (EFE/Issa Ousseini)

Níger es el sexto país de África subsahariana que padece un golpe o una intentona golpista en los últimos tres años. Sus predecesores son Malí, Sudán, Guinea-Conakry, Burkina Faso y Chad. Wagner les ha ofrecido a todos ellos su catálogo de servicios que consisten desde un mero asesoramiento militar hasta su despliegue en el territorio, como ha sucedido en Malí. En República Centroafricana ya se asentó en 2018 y la lista de sus abusos y violaciones de mujeres, así como el acoso a periodistas y trabajadores humanitarios de ONG, es larga, según ha denunciado el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU.

No ha trascendido, por ahora, que se haya establecido contacto alguno entre la Junta Militar nigerina y los hombres de Yevgeny Prigozhin, pero Moscú tiene desde hace años una buena relación con el Ejército del país. Aunque el país haya estado muy vinculado a Occidente, Rusia es su primer proveedor de armas.

Más que una herramienta en la lucha antiterrorista, Wagner se ha convertido, sobre todo en Malí, en un escudo de protección de la Junta Militar que solicitó su apoyo. Si los mercenarios intervienen en Níger sería para ayudar a la Junta a consolidarse en el poder, pero este apoyo nunca es gratuito. La presencia militar francesa, en el marco de la Operación Barkhane, y la de Misión de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA), sí lo eran. "Su enfoque (de Wagner) es la depredación con todo lo que eso conlleva", sostiene Sébastian Lecornu. En el caso de Malí, se ha adueñado de los recursos locales y su prioridad en este lugar es sacar partido a las minas de oro.

Níger, productor de uranio

En Níger hay, por ahora, poco oro (la producción fue de 134 kilógramos en 2021), pero sí hay algo de petróleo en Agadem, al sureste del país, y grandes reservas de uranio. La economía del país está ahora globalmente más vinculada a China que a la antigua potencia colonial y al resto de Europa. El principal negocio de Francia en el país africano es, desde hace más de medio siglo, la explotación de las minas de uranio en el norte del país a través, sobre todo, de la Compañía Minera de Akouta, filial de su multinacional Orano (antigua Areva). En esa filial tiene una participación minoritaria ENUSA, una empresa pública española. Por ahora, no se ha interrumpido su actividad y la Junta Militar no ha anunciado su intención de nacionalizar ni expropiar a las compañías que extraen el elemento químico.

Niamey es el séptimo productor mundial de uranio y su metal radioactivo es el de mayor pureza en África, pero ha dejado de ser el primer proveedor de Europa. Le ha desbancado Kazajstán, que suministra el 27% de uranio importado por la UE, seguido por Níger con un 25%. Solo el 19% de las compras de uranio de Francia, el país más nuclearizado del Viejo Continente, proceden de su antigua colonia. Kazajstán y Australia son ahora sus mayores proveedores. Con este escenario de fondo, un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores francés aclaró que una disminución de las importaciones del metal nigerino apenas tendría impacto. "Nuestros suministros están muy diversificados", recalcó.

Foto: Josep Borrell, alto representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, durante una visita a Níger. (Comisión Europea)

La precisión de la diplomacia francesa es válida para el conjunto de los 27 estados miembros. Disponen de reservas de uranio y pueden recurrir a otros proveedores en el caso, improbable, de que Níger les fallase. El coste del combustible en el proceso de producción de energía nuclear es además muy bajo, solo un 6%.

Un hipotético declive de la exportación de uranio nigerino sí podría quizás obligar a la UE a renunciar a imponer sanciones a Rusia, uno de los mayores exportadores del mundo. Por ahora, el mineral radioactivo ruso no está incluido en el abanico de productos sometidos al castigo europeo, pero la Comisión Europea proyecta, a medio plazo, incluirlo en la lista.

Para los países del sur de Europa, hay otro conflicto que puede ser más importante que la guerra de Ucrania. El pasado 26 de julio, Níger vivió un golpe militar con el objetivo de derrocar al presidente Mohamed Bazoum, elegido democráticamente en 2021. Mientras la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) discute una salida a la crisis, sus líderes ordenaron activar la "fuerza de reserva" del bloque para una posible intervención destinada a "restablecer el orden constitucional" en Níger. El futuro de estas conversaciones y del país africano puede tener mayores consecuencias que la invasión rusa, no desde un punto de vista económico ni militar, pero sí migratorio y en materia de seguridad.

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