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¿Por qué mató la policía a Nahel? Indignación en Francia tras la muerte del adolescente
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Segunda noche de protestas

¿Por qué mató la policía a Nahel? Indignación en Francia tras la muerte del adolescente

Al menos 150 personas han sido detenidas tras la última noche de disturbios desatados tras el fallecimiento del joven por disparos de la Policía en un control de tráfico

Foto: Un bombero junto a un vehículo incendiado durante las protestas en Francia. (Reuters/Stephanie Lecocq)
Un bombero junto a un vehículo incendiado durante las protestas en Francia. (Reuters/Stephanie Lecocq)

La indignación recorre las calles de Francia. Por segunda noche consecutiva se han desatado protestas y disturbios tras la muerte de Nahel, un joven de 17 años que recibió un disparo de un agente de la Policía tras haber sido parado en un control de tráfico. El incidente ha vuelto a reabrir el debate sobre el exceso de violencia que emplean las fuerzas de seguridad francesas.

Estas protestas se suman a los disturbios y enfrentamientos con la policía registrados durante la concentración organizada para este jueves por la tarde. Los agentes antidisturbios recurrieron a los gases lacrimógenos y cargaron contra los manifestantes cuando algunos de ellos trataron de superar las barreras de protección, en particular en las proximidades de la Prefectura (delegación del Gobierno). Según la Prefectura, 6.200 personas participaron en la concentración, que había convocado la madre de Nahel, a la que se pudo ver con una pancarta con el lema: "La policía mata".

En vista de la reacción social, las autoridades han pedido que la investigación judicial del caso se resuelva lo antes posible. El suceso se produjo el martes, cuando dos agentes en un control policial dieron el alto al Mercedes AMG amarillo que Nahel, de origen norteafricano, conducía sin permiso. En un primer momento, los policías aseguraron que el joven había intentado atropellarlos, pero ese mismo día salieron a la luz imágenes recogidas por medios franceses que desmentían esta versión y mostraban cómo el vehículo se detuvo cuando le dieron el alto. Sin embargo, arrancó para huir cuando los agentes le pidieron la identificación, a lo que unos de ellos respondió disparando sus arma reglamentaria y alcanzó en el torax del adolescente. El coche recorrio unos metros de la calle y acabó empotrado contra una farola. Nahel murió momentos después de recibir el disparo.

"Desde el Ministerio del Interior y la Policía Nacional queremos conocer toda la verdad sobre lo ocurrido y, con respeto a los tiempos de la Justicia, que sea lo antes posible", dijo el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, este miércoles tras informar de que el agente había sido detenido y se había abierto una investigación, para después hacer un llamamiento a la calma. La Fiscalía ha pedido este jueves la imputación del policía por homicidio voluntario y prisión provisional.

El mismo mensaje de calma envió el presidente Emmanuel Macron que, tras solidarizarse con la familia y calificar el suceso como "inexplicable" e "inexcusable", aseguró que "corresponde a la Justicia establecer la verdad y asignar responsabilidades". También remarcó que las fuerzas de seguridad deben realizar su trabajo "dentro de un marco ético que debe ser respetado". En vista de los últimos disturbios, el presidente ha reunido este jueves un gabinete de crisis interministerial para estudiar la situación.

El ministro de Interior de Francia, Gérald Darmanin, ha confirmado a Le Figaro la detención de 176 personas tras la escalada de violencia vivida en todo el país a lo largo de la tarde. Al menos una treintena de personas han intentado quemar una comisaría en Aviñón, y dos de los individuos ya han sido detenidos. Además, los manifestantes han lanzado botellas y fuegos artificiales contra los agentes que intentaban contener las protestas, han incendiado vehículos y han realizado pintadas en edificios donde se podía leer "Justifica para Nahel" o "la policía mata". Fuentes policiales han asegurado a AFP que también han atacado comisarías, tiendas, una biblioteca y se han producido saqueos.

De nada ha servido el despliegue de 2.000 gendarmes que había anunciado el Gobierno para frenar los disturbios y las llamadas a la calma que han hecho insistentemente Macron y miembros de su Ejecutivo. De hecho, las protestas se están extendiendo por todo el país. Mientras que en la primera noche se concentraron en Nanterre, el municipio a las afueras de París donde vivía y murió el joven Nahel, esta madrugada se han registrado incidentes en localidades como Lyon, Toulouse, Dijon, Saint-Etienne, Lille y Rennes. El Gobierno movilizará hasta 40.000 agentes para intentar evitar que se repitan las escenas.

placeholder Manifestantes lanzan fuegos artificiales contra la Policía. (EFE/EPA/Yoan Valat)
Manifestantes lanzan fuegos artificiales contra la Policía. (EFE/EPA/Yoan Valat)

Mientras, la madre del joven Nahel ha llamado a una marcha que ha comenzado sobre las 14:00 horas como protesta por la muerte del joven y se ha reabierto el debate sobre el uso de la violencia de las fuerzas de seguridad en Francia, especialmente contra las minorías del país, y sobre la manga ancha que la actual legislación le concede a la Policía para usar sus armas. En el punto de mira está una ley aprobada en 2017 que permite a los agentes disparar su arma en controles de tráfico en determinadas situaciones como cuando el conductor no para pese a darle el alto y creen que puede suponer un riesgo a la seguridad.

La aplicación de esta ley ha conducido a que el Defensor del Pueblo francés haya abierto múltiples investigaciones tras varias muertes a manos de la Policía en controles de tráfico. Según un recuento de la agencia Reuters, este es el tercer fallecimiento en un control que se registra este año, mientras que el año pasado se alcanzaron hasta 13. La mayoría de las víctimas eran negras o árabes, según este conteo.

Francia ha recibido también críticas internacionales por la violencia de sus agentes. La comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, instó el pasado marzo al país a respetar el derecho a manifestarse y a ser protegido de la "brutalidad policial" tras la actuación de las fuerzas de seguridad durante las protestas contra la polémica reforma del sistema de pensiones que promovió el Gobierno de Macron, una situación que Mijatovic calificó de "preocupante". Varios países como Dinamarca y Noruega también cuestionaron estas actuaciones en el Consejo de Derecho Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra.

Foto: Un hombre en el suelo durante las cargas policiales en París. (EFE/Teresa Suárez)

En cambio, dos sindicatos policiales franceses han salido públicamente a criticar las declaraciones del Gobierno francés tras la muerte de Nahel. Uno de ellos, France Police, ha llegado a justificar la actuación policial en Twitter, lo que ha llevado a la suspensión de su cuenta a la red social y a que el ministro del Interior haya ordenado una investigación del sindicato, al que ha calificado de "grupúsculo" y del que ha asegurado que "no es representativo de la Policía Nacional" tras su mensaje "abyecto". Por su parte, Alianza de Policía Nacional ha mostrado indigancion por las declaraciones de Macron y su portavoz ha pedido que se respete su "derecho a la presunción de inocencia".

La defensa recurrirá

El abogado Laurent-Franck Liénard, avanzó, por otra parte, que recurrirá su encarcelamiento provisional y aseguró que su cliente "no quiso matar". "Las primeras palabras que pronunció fueron para pedir perdón y las últimas palabras que pronunció fueron para pedir perdón", contó el letrado en una entrevista nocturna en el canal televisivo BFM.

Liénard indicó que interpondrá a partir de este viernes la apelación contra el encarcelamiento provisional de su cliente, que el jueves quedó formalmente imputado por homicidio voluntario, y aseguró que el agente nunca afirmó que el coche de la víctima, de 17 años y de raza negra, se dirigiera hacia él.

La indignación recorre las calles de Francia. Por segunda noche consecutiva se han desatado protestas y disturbios tras la muerte de Nahel, un joven de 17 años que recibió un disparo de un agente de la Policía tras haber sido parado en un control de tráfico. El incidente ha vuelto a reabrir el debate sobre el exceso de violencia que emplean las fuerzas de seguridad francesas.

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