La carrera por la sucesión de Stoltenberg al frente de la OTAN comienza a caldearse

Jens Stoltenberg ha sido uno de los secretarios generales de la Alianza Atlántica más longevos. Lleva desde 2014 al frente de la OTAN y, aunque debía de haber abandonado el puesto en 2022 para ponerse al frente del Banco Central de Noruega, los líderes de los Estados miembros decidieron mantenerlo al frente de la organización hasta septiembre de este año, en un momento crítico para la alianza. Pero, ahora sí, la carrera por la sucesión está empezando a calentarse.

Hay muchos nombres sobre la mesa, pero ninguno termina de convencer a todo el mundo. Eso ha hecho que la carta de renovar a Stoltenberg, un hombre de confianza para la inmensa mayoría de líderes, esté de vuelta sobre la mesa. La OTAN sigue viviendo un ambiente de tensión por la invasión rusa de Ucrania y a algunos les sigue sin parecer el momento adecuado para una transición. Sin embargo, esta vez, según explican fuentes aliadas, se trataría de una extensión corta de su mandato: podría seguir al frente de la Alianza hasta primavera de 2024, momento en el que, hipotéticamente, tras dos años de guerra, sería el momento de ejecutar un cambio.

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Pero fuentes aliadas apuntan que ambas decisiones, la de renovar a Stoltenberg y la de elegir a un sucesor, podrían ocurrir, en todo caso al mismo tiempo, durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN que se celebra el 11 y 12 de julio en Vilna (Lituania). La razón es que, según las mismas fuentes, no quieren que la negociación sobre el líder de la Alianza esté cerca de las negociaciones para los nombramientos de la cúpula de la Unión Europea, cuyo propio baile empezará a principios de 2024 y se culminará en verano.

Preguntado durante una reciente rueda de prensa sobre si querría seguir en el cargo, el noruego esquivó la pregunta. "Para mí es sumamente importante concentrarme en mi tarea como secretario general en tiempos exigentes y desafiantes para la Alianza, y eso es lo que tengo que decir al respecto", zanjó. Oana Lungescu, portavoz del secretario general, ya aseguró hace pocos días que Stoltenberg "no tiene intención de buscar otra extensión".

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Pero está la cuestión de buscar a un sustituto. Y eso no es sencillo. Ya cuando se habló de sus posibles sustitutos en 2022 antes de la cumbre de Madrid, surgieron algunos nombres que ahora se repiten. En concreto, se habló sobre la necesidad de poner la Alianza bajo el mando de una mujer por primera vez en más de siete décadas de existencia. Uno de los nombres más repetidos es el de Kaja Kallas, primera ministra de Estonia, una de los halcones en lo referente a Rusia y de los apoyos más estrechos de Kiev. Otro nombre es el de Ingrida Simonyte, actual primera ministra de Lituania, otro país cercano a Ucrania.

Según fuentes aliadas, otro de los nombres que han estado circulando últimamente es el de Chrystia Freeland, actual ministra de Finanzas canadiense, pero anteriormente encargada de la cartera de Comercio Internacional (2015-2017), en que tuvo que sufrir el atasco del acuerdo comercial con la Unión Europea por la pequeña región belga de Valonia, y después de Asuntos Exteriores entre 2017 y 2019. Desde ese año, es viceprimera ministra de Canadá y, para muchos, es la favorita de los Estados Unidos, que en la OTAN cuentan con mucho mando.

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Un candidato que ha mostrado que se ofrece a ser el próximo secretario general de la Alianza es el británico Ben Wallace, actual secretario de Defensa del Reino Unido. Londres es otro estrecho aliado de Ucrania, está muy coordinado con Washington y tiene un gran peso en la OTAN, pero muchos de los miembros de la alianza son también de la Unión Europea y muestran cierta resistencia. Wallace ha hablado abiertamente sobre la sustitución de Stoltenberg. Aunque le gusta su actual cargo, "por supuesto, la OTAN también es un gran trabajo. Y el secretario general de la OTAN ha anunciado este fin de semana que no renovará su mandato a finales de este año". "Por supuesto, veremos qué pasa", ha señalado durante una entrevista con Times Radio.