La Cruz Roja abandona la asediada Mariúpol hasta que "reciban las garantías necesarias"
"La situación en Mariúpol no debe convertirse en el futuro de Ucrania", ha expresado el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja en su visita al país
El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, ha anunciado que el equipo de la organización que estaba en Mariúpol, compuesto por entre 30 y 40 personas, abandonó este miércoles la ciudad con sus familias y varios miles de personas a las que las tropas rusas permitieron la salida por sus propios medios y no como parte de una operación de evacuación organizada. Asimismo, otro equipo de la organización se está preparando para hacer el relevo en cuando se "reciban las garantías necesarias". "La situación en Mariúpol no debe convertirse en el futuro de Ucrania", ha expresado en su visita al país para evaluar las necesidades humanitarias más urgentes en los centros urbanos que se han convertido en los campos de batalla de la guerra iniciada con la invasión de Rusia.
En la ciudad costera de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, el sufrimiento de los civiles ha sido particularmente intenso a causa de los constantes bombardeos y el asedio de las fuerzas rusas, que no permiten la entrada segura de alimentos, agua potable o medicamentos para los cientos de miles de personas que se encuentran allí. Maurer ha afirmado que la devastación que ha observado en su trayecto a Kiev es amplia y ha recordado a las partes de este conflicto que "incluso sin un cese de las hostilidades se pueden hacer cosas para limitar el sufrimiento de los civiles".
Apunta a que el impacto humanitario del conflicto es "muy desigual" según la zona de Ucrania de la que se hable y que las crisis se concentran en los centros urbanos atacados y que se encuentran en o cerca de las líneas de combate. "Hay partes del país donde la infraestructura está funcionando, incluyendo en Kiev, así que la realidad no es la misma en todos sitios", ha señalado Maurer en una rueda de prensa virtual desde Kiev, donde se ha reunido con varios ministros de Estado.
El jefe del CICR ha enumerado las prioridades humanitarias en esta guerra, empezando por la evacuación de los civiles de Mariúpol y de otras áreas afectadas por la violencia, y las garantías de que estarán protegidos de cualquier ataque, al igual que la infraestructura civil (hospitales, escuelas, instalaciones eléctricos y de suministro de agua, entre otras).
I am in #Kyiv #Ukraine this week and make an urgent plea to the parties to the conflict.
— Peter Maurer (@PMaurerICRC) March 17, 2022
Even without a ceasefire, there are practical steps that the parties must take now by respecting international humanitarian law to limit civilian suffering:
Asimismo, ha señalado que Ucrania y Rusia están obligados a dar un trato digno a los prisioneros de guerra y no exponerlos a la curiosidad o escarnio público a través de redes sociales. Maurer confirma que continúan las discusiones con los dos países para que el CICR pueda visitar a los efectivos detenidos por la parte enemiga y apunta a que han "visto ciertos progresos" en este sentido.
Sobre eventuales intercambios de prisioneros, ha sostenido que esto no forma parte del mandato de la organización, pero que si las partes acuerdan solicitar su intervención podría actuar como "facilitador". Preguntado sobre una eventual participación en el transporte de cadáveres, ha indicado que corresponde a las partes identificar y registrar las bajas "de una forma humana", lo que implica tratar con respeto los restos y entregarlos a las familias. "Podemos ayudar en este proceso, pero ambas partes tienen que estar de acuerdo en las modalidades", ha insistido.
En cuanto a los corredores humanitarios para la salida de civiles de áreas blanco de ataques y la entrada de ayuda humanitaria, Maurer recalca que las fuerzas que ejercen el control sobre rutas, territorios y poblaciones tienen el deber de respetar el derecho internacional humanitario, lo que incluye permitir que esas vías seguras funcionen.
El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, ha anunciado que el equipo de la organización que estaba en Mariúpol, compuesto por entre 30 y 40 personas, abandonó este miércoles la ciudad con sus familias y varios miles de personas a las que las tropas rusas permitieron la salida por sus propios medios y no como parte de una operación de evacuación organizada. Asimismo, otro equipo de la organización se está preparando para hacer el relevo en cuando se "reciban las garantías necesarias". "La situación en Mariúpol no debe convertirse en el futuro de Ucrania", ha expresado en su visita al país para evaluar las necesidades humanitarias más urgentes en los centros urbanos que se han convertido en los campos de batalla de la guerra iniciada con la invasión de Rusia.
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