Un incendio en un aeropuerto de Florida quema más de 3.500 coches de alquiler

Lo que el pasado viernes comenzó como un pequeño fuego en un aeropuerto de Florida ha terminado convirtiéndose en un enorme problema para las empresas de alquiler de coches que operan en ese lugar. Un incendio ha calcinado más de 3.500 vehículos que se encontraban en el aparcamiento del aeropuerto y que han sido pasto de las llamas.

El fuego comenzó el viernes en el Aeropuerto Internacional del Suroeste de Florida, cerca de Fort Myers, una pequeña ciudad de 80.000 habitantes. Cuando llamaron a los bomberos, alrededor de las cinco de la tarde, había afectado a unas seis hectáreas de terreno y a unos 20 vehículos que se encontraban allí estacionados. Pero cuando llegaron los refuerzos el problema era gigantesco.

Melinda Avni, especialista del Servicio Forestal de Florida de Caloosahatchee, explicó a la CNN que "cuando llegaron los bomberos ya había más de un centenar de coches en llamas. Perdimos la cuenta después de que la cuenta aumentara a varios centenares de coches". La suma total es de más de 3.500 vehículos calcinados.

Columnas de humo

La devastación del incendio provocó enormes nubes negras que se podían ver desde varios kilómetros alrededor de Fort Myers. Las autoridades tuvieron que utilizar medios aéreos para tratar de contener las llamas y los aviones llegaron a soltar más de 80 cargas de agua sobre el fuego, aunque tardaron varias horas en poder lograrlo.

No fue hasta las 10.30 de la mañana del sábado cuando el servicio forestal de Florida consideró que el incendio estaba controlado, casi 18 horas después de que comenzara. Se cree que la causa estuvo en un pequeño fuego que se produjo en los arbustos que rodean el aparcamiento, lo que ayudó a su rápida propagación, aunque hay una investigación en marcha para clarificar lo sucedido.

La buena noticia es que la estructura del aeropuerto no se vio afectada y que no se produjeron heridos, solo daños materiales. Además, el tráfico aéreo no se vio afectado y las operaciones de despegue y aterrizaje pudieron seguir normalmente mientras se lograba contener las llamas en el exterior.