Es noticia
El miedo al 'rojo' en el Partido Demócrata resucita a Biden en el supermartes
  1. Mundo
Pleno de estados sureños

El miedo al 'rojo' en el Partido Demócrata resucita a Biden en el supermartes

La cifra mágica de las primarias es capicúa, 1.991: los delegados requeridos para asegurar la nominación presidencial demócrata. Solo ayer, el llamado supermartes, se jugaban la tercera parte

Foto: Joe Biden en Los Angeles, California, EEUU, esta noche (Reuters)
Joe Biden en Los Angeles, California, EEUU, esta noche (Reuters)

El exvicepresidente Joe Biden ha logrado resurgir, in extremis, para frenar el ascenso del socialista Bernie Sanders y salvar el centro del Partido Demócrata estadounidense. Su candidatura parecía exhausta hace solo una semana, pero su victoria en Carolina del Sur y una rápida serie de maniobras entre bastidores, que motivaron la renuncia de los otros moderados en favor de Biden, ha obrado el milagro. Con su victoria en Texas, con un 33,3% de los votos frente al 29,3% de Sanders y el 89% del voto escrutado, Biden logra un pleno de estados sureños en este supermartes.

En las próximas horas se conocerá la distribución exacta de los 1.357 delegados que se repartían este supermartes, un tercio del total de las primarias, aunque lo más probable es que Biden tome por primera vez la delantera de la contienda.

“No se puede vencer a Trump con la vieja política de siempre”, declaró un mohíno Bernie Sanders, que había hecho morder el polvo a los demás en New Hampshire y Nevada, y se presentaba como favorito en los sondeos. Luego arremetió, sin decir su nombre, contra el historial de su rival: el apoyo de Biden a la guerra de Iraq en 2003 o sus declaraciones de tinte conservador. Sanders habló durante 11 minutos, mucho menos tiempo del acostumbrado. Al menos se llevó el estado más rico en delegados, California.

“No se puede vencer a Trump con la vieja política de siempre”, declaró un mohíno Bernie Sanders

Mientras, en Los Ángeles, un exultante Biden recordaba al público que su campaña estaba “muy viva”, en alusión a los comentaristas que tantas veces la habían dado por muerta. “A aquellos que han sido derribados, descartados, dejados atrás, esta es vuestra campaña”, dijo a sus seguidores. Las cifras de participación indican que Biden cuenta con un sólido apoyo de los votantes afroamericanos, los de las periferias de las ciudades y los de mayor edad. Sanders acapara a la juventud y gana la clase obrera blanca y los latinos.

Foto: Pegatinas de 'Yo voté' en el supermartes. (Reuters)

La cifra mágica de las primarias es capicúa, 1.991: los delegados requeridos para asegurar la nominación presidencial demócrata. La mayoría simple de los delegados totales que se adjudican en todo el proceso. Solo ayer, el llamado supermartes, se jugaban la tercera parte de estos delegados, 1.357. Lo que durante semanas parecía que iba a ser un todos contra todos, en el que Bernie Sanders mantendría su ventaja frente a la maraña de candidatos moderados, terminó siendo un duelo: un cara a cara entre dos veteranos de la política.

placeholder Bernie Sanders en Essex Junction, Vermont (EEUU) (Reuters)
Bernie Sanders en Essex Junction, Vermont (EEUU) (Reuters)

El Partido Demócrata tuvo este lunes su propia “noche de los cuchillos largos”: una purga, en versión democrática, para unificar el voto moderado en torno al candidato más factible, Joe Biden. En apenas veinticuatro horas los aspirantes Pete Buttigieg y Amy Klobuchar suspendieron sus campañas y apoyaron a Biden. Arrimaron el hombro al aparato del partido, a la coalición de última hora para detener la revuelta dirigida por el socialista Sanders.

Lo que durante semanas parecía que iba a ser un todos contra todos, terminó siendo un duelo: un cara a cara entre dos veteranos de la política

“No se me ocurre una mejor manera de terminar mi campaña que uniéndome a la suya”, declaró la senadora Klobuchar, que con su movimiento trataba de entregar a Biden los apoyos de su estado, Minnesota. Otro moderado, Beto O’Rourke, que abandonó su campaña hace meses, también declaró su respaldo a Biden. Su base política, Texas, tiene un botín de 228 delegados. El estado de la estrella solitaria, sin embargo, fue a parar a Sanders.

Esta coalición hecha a todo correr tiene varias grietas. La más profunda de ellas puede ser el propio campeón, Joe Biden, que, después de presentarse a presidente en tres campañas electorales desde 1988, no se había llevado ningún estado hasta este pasado sábado. La aplastante victoria en Carolina del Sur logró disimular su decepcionante marca en Iowa y en New Hampshire.

Foto: Los principales candidatos Demócratas

El exvicepresidente de EEUU había logrado destruir gran parte de su capital político en la primera semana de primarias. También su capital financiero. Mientras otros aspirantes engordaban sus cuentas, la campaña de Biden estudiaba la opción de poner al candidato en aviones comerciales para ir a dar sus mítines. Bernie Sanders, por ejemplo, recaudó casi el triple de dinero que Biden en febrero. Dado que estos apoyos fueron de última hora, Biden no ha tenido tiempo de aprovechar el tirón y llenar las pantallas con anuncios.

Aún así, el dinero de campaña y los anuncios no lo son todo. Un tercer candidato, el milmillonario y exalcalde neoyorquino Mike Bloomberg, ahogó Estados Unidos con 400 millones de dólares en anuncios pagados de su bolsillo. Entró tarde en campaña y lo apostó todo al Supermartes. Pero no ha sido suficiente. Bloomberg se gastó 34 millones de dólares en anuncios en Alabama, Carolina del Norte y Virginia. Biden se gastó cincuenta veces menos en esos tres estados: 650.000 dólares. Y sin embargo ha ganado en los tres.

Foto: Elizabeth Warren, Joe Biden y Bernie Sanders. (Reuters)

Bloomberg, que había dicho este martes que continuaría hasta el final, solo se llevó el territorio de Samoa Americana, que votaba junto a los 14 estados. Los malos resultados y las presiones internas de algunos de sus consejeros podrían hacer que el exalcalde suspenda su campaña.

La otra perdedora de la noche ha sido la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren, que solo rebasó el umbral del 15% de los votos en cuatro estados. Warren ni siquiera ganó en el estado que representa, donde quedó tercera, ni en su Oklahoma natal, donde ni siquiera pasó el corte mínimo. Una quinta candidata, la representante Tulsi Gabbard, que tiene una intención de voto cercana a cero y que ni siquiera ha participado en la mayoría de debates, se llevó por fin un humilde delegado. En la isla de Samoa.

El presidente de EEUU, como de costumbre, ofreció sus comentarios por Twitter en tiempo real, y no tuvo piedad ni con Warren ni con Bloomberg. “Sus ‘consultores’ políticos se aprovecharon de él”, escribió. “700 millones de dólares por el desagüe, y no sacó nada salvo el apodo de ‘Mini Mike’”.

Joe Biden se embolsa así los cinco estados del sur (a falta de que acabe el recuento en Texas), tal y como se esperaba, y le arrebata a Sanders los estados norteños más reñidos: Massachusetts, Minnesota y Maine.

El duelo, por tanto, sigue abierto. El próximo martes 10 de marzo votarán Idaho, Michigan, Mississippi, Misuri, Dakota del Norte y Washington, a los que seguirán otros 26 estados y Puerto Rico, que será el último en votar el 7 de junio. Si ni Biden ni Sanders consiguen esa mayoría mágica de 1.991 delegados, se abriría la posibilidad de celebrar una “convención negociada” en la que las maniobras ocultas jugarían su papel en la elección del nominado. Un paisaje aciago, dada la nítida e incontestable división interna del Partido Demócrata.

1.357 de 1.991 delegados

Texas es el segundo estado más grande del país y este supermartes repartía 228 delegados, tan solo por detrás de los 415 de California, también llamada a votar en esta jornada.

Los otros trece estados convocados a las urnas este supermartes se repartieron ocho para Biden y cuatro para Sanders, mientras que el único sin ganador proyectado todavía es Maine, donde el exvicepresidente encabeza el escrutinio.

Biden ganó sin discusión en los estados conservadores del Sur (Virginia, Carolina del Norte, Tennessee, Oklahoma, Alabama y Arkansas), aunque también lo hizo en Massachusetts (Nueva Inglaterra) y en Minesota (Medio Oeste).

Sanders, por su parte, confirmó las previsiones que lo situaban como el gran favorito a ganar el premio gordo del supermartes, California, y también salió victorioso en Colorado, Utah y su estado: Vermont.

El exvicepresidente Joe Biden ha logrado resurgir, in extremis, para frenar el ascenso del socialista Bernie Sanders y salvar el centro del Partido Demócrata estadounidense. Su candidatura parecía exhausta hace solo una semana, pero su victoria en Carolina del Sur y una rápida serie de maniobras entre bastidores, que motivaron la renuncia de los otros moderados en favor de Biden, ha obrado el milagro. Con su victoria en Texas, con un 33,3% de los votos frente al 29,3% de Sanders y el 89% del voto escrutado, Biden logra un pleno de estados sureños en este supermartes.

Joe Biden Bernie Sanders Campañas electorales Partido Demócrata Barack Obama Congreso de Estados Unidos
El redactor recomienda