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El juego de la guerra en Siria: cómo un padre enseña a su hija a reírse de un bombardeo
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la pequeña tiene tres años

El juego de la guerra en Siria: cómo un padre enseña a su hija a reírse de un bombardeo

Un padre de 32 años trata de evitar "problemas psicológicos" a su hija, de tres años. Viven en Siria, donde estalló la guerra hace casi nueve años

Foto: Abdullah, de 32 años, y su hija Salwa, de tres
Abdullah, de 32 años, y su hija Salwa, de tres

Salwa tiene tres años, vive en Saraqib, en la provincia siria de Idlib y, desde hace algún tiempo, su familia se ha trasladado a la ciudad de Sarmada, en la misma provincia pero más cerca de la frontera con Turquía, para tratar de alejarse de las principales áreas de un conflicto que tiene ya casi nueve años. Cerca de 700.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en las zonas de Idli y Alepo desde principios de diciembre en busca de refugio, según los datos de ACNUR. En medio de esta situación, el padre de Salwa, Abdullah Mohammed, ahora en casa de unos amigos en Sarmada —donde los bombardeos siguen siendo habituales— se ha inventado un juego con su hija para evitar que "su estado psicológico se derrumbe", para que no se vea afectada "por las enfermedades relacionadas con el miedo". 'Avión o bomba' es el juego con el que Abdullah ha enseñado a su pequeña a reírse de los ruidos de la guerra.

"Es una niña, y no entiende la guerra", explicaba a Sky News el padre y protagonista de la historia, que ha dado la vuelta al mundo gracias al vídeo difundido en redes sociales por uno de sus amigos. "¿Es un avión o una bomba?", le pregunta el padre a Salwa. Ella responde: "Es una bomba... cuando llegue, nos reímos". En cuanto se escucha el bombardeo, su primera reacción es el susto, pero enseguida rompe a reír junto a su padre, en una escena al más puro estilo de 'La vida es bella'. Abdullah, de 32 años, explica en una entrevista con la edición turca de 'The Independent' que se le ocurrió la idea después de escuchar los bombardeos en Saraqib.

Un padre sirio finge ante su hija que las bombas son un juego

"Había muchos bombardeos y los niños tenían problemas psicológicos y crisis nerviosas", señala el padre de Selwa. "Así que le dije que los ruidos de las bombas eran de pistolas de juguete". "Traté de buscar soluciones para hacer de esta situación una fuente de felicidad, no de miedo (...). Le dije que eran pistolas de juguete, que no tenía que tener miedo y que había que reírse", añade. "Mi hija es feliz jugando, así que nos aseguramos de que no note la guerra". El conflicto en Siria, que el próximo mes de marzo cumple nueve años desde que estalló, ha desplazado a más de 5,5 millones de sirios por los países de la región, mientras que otros seis millones están desplazados dentro del país.

Hace apenas unos días, la ONG Save The Children denunciaba el empeoramiento de las condiciones de vida de miles de niños y familiares en Idlib, obligados a abandonar sus casas a causa de la última escalada de violencia. "El desplazamiento es terrorífico. Es la primera vez que vemos una ola de desplazados tan grande desde el inicio del conflicto. La gente simplemente se va sin tener un lugar seguro al que ir", añadía entonces el portavoz de Hurras Network, una organización social en la zona. "Los niños viven con miedo, se les ha privado de todo, especialmente de comida. No van al colegio y están perdiendo sus derechos".

Salwa tiene tres años, vive en Saraqib, en la provincia siria de Idlib y, desde hace algún tiempo, su familia se ha trasladado a la ciudad de Sarmada, en la misma provincia pero más cerca de la frontera con Turquía, para tratar de alejarse de las principales áreas de un conflicto que tiene ya casi nueve años. Cerca de 700.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en las zonas de Idli y Alepo desde principios de diciembre en busca de refugio, según los datos de ACNUR. En medio de esta situación, el padre de Salwa, Abdullah Mohammed, ahora en casa de unos amigos en Sarmada —donde los bombardeos siguen siendo habituales— se ha inventado un juego con su hija para evitar que "su estado psicológico se derrumbe", para que no se vea afectada "por las enfermedades relacionadas con el miedo". 'Avión o bomba' es el juego con el que Abdullah ha enseñado a su pequeña a reírse de los ruidos de la guerra.

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