Estados Unidos acusa a un guía turístico californiano de ser un espía chino

Xuehua Peng es un ciudadano de origen chino de 56 años y nacionalizado estadounidense que trabaja como guía turístico en California. Pero, además, también colaboraba en secreto para la inteligencia china, por lo que ha sido detenido el pasado viernes 27 de septiembre acusado de espionaje. Según las autoridades estadounidenses, actuaba como mensajero para que información clasificada de Estados Unidos llegara a manos de la agencia de espionaje de China, el Ministerio de Seguridad del Estado (MSS, por sus siglas en inglés).

Para cazar a Peng se montó una operación con un agente doble, al que las autoridades norteamericanas denominan ‘la fuente’, para que hiciera llegar al MSS información clasificada de Estados Unidos. Parte de esa información, elegida con cuidado y que siempre estuvo controlada por los norteamericanos, pasó por las manos de Xuehua Peng.

La Fiscalía hizo públicos algunos vídeos en los que queda probada la implicación de Peng como mensajero de la inteligencia china. Según ha explicado al Wall Street Journal David Anderson, fiscal federal que está procesando el caso, "el Distrito Norte de California es la zona cero para una batalla, en gran medida secreta, entre espías y ladrones controlados por China y las fuerzas de inteligencia y seguridad de los Estados Unidos que tienen la tarea de proteger a nuestra gente, nuestras ideas y nuestra defensa nacional".

Cuatro años de investigación

Según la denuncia, en marzo de 2015 el agente doble que trabaja para Estados Unidos recibió una sugerencia por parte del MSS para intercambiar información en tarjetas de memoria a través de un nuevo mensajero, Xuehua Peng. En los tres años siguientes, la inteligencia norteamericana descubrió que Peng hizo al menos cinco operaciones de ‘dead drop’ en los estados de California y Georgia.

El dead drop, que en español podría traducirse como ‘buzón muerto’, es un método de espionaje que consiste en que dos personas intercambien información utilizando un lugar que solo ellos conocen y sin necesidad de verse en persona. Peng escogía un hotel, dejaba en la habitación el dinero para su contacto, entre 10.000 y 20.000 dólares, y colocaba la llave para que la recogiera el agente doble. Este entraba tranquilamente en la habitación, dejaba la tarjeta de memoria con la información y se llevaba el dinero, volviendo a colocar la llave en el mismo sitio.

Peng usó varios hoteles, pero uno de ellos de forma frecuente: era propiedad de un familiar y lo usaba también para recoger a sus clientes como guía turístico, de tal manera que su presencia allí no levantaba sospechas. Cuando Estados Unidos identificó al espía, le colocó escuchas y le pinchó los teléfonos, de tal manera que pudiera conocer todas sus comunicaciones. Así se enteraron de que se refería al MSS como ‘la compañía educativa’ y de cómo y cuándo estos se ponían en contacto con Peng para reclamar sus servicios.

Peng hizo, al menos, cinco operaciones de ‘dead drop’ en los estados de California y Georgia

Xuehua Peng se enfrenta ahora a 10 años de cárcel. Estados Unidos ha reconocido que pagó 191.000 dólares al agente doble por el trabajo (unos 175.000 euros), una cantidad que sirve para seguir luchando contra el espionaje chino. En los últimos meses, varios trabajadores de la inteligencia estadounidense han sido detenidos acusados de espiar para China, confirmando los temores de que Pekín ha redoblado sus esfuerzos para reclutar infiltrados que trabajen para ellos por todo el mundo.