Cómo Hillary Clinton consoló a una niña que perdió las elecciones escolares ante un niño

"Sé muy bien lo que es". Martha Kennedy Morales es una niña que está a punto de cumplir nueve años y que se ha quedado a un solo voto de convertirse en la presidenta de su clase, cargo que al final ha ido a parar a uno de sus compañeros de la escuela. Tras la decepción de la derrota, lo que no se esperaba esta niña era recibir una carta de consolación de alguien que sabe lo que significa quedarse a las puertas de una presidencia: la propia Hillary Clinton, ex secretaria de Estado y excandidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, que perdió ante Donald Trump hace algo más de dos años.

La historia de Martha, recogida por 'The Washington Post' y replicada después por diferentes medios de comunicación, comenzó en la ciudad de College Park, en el estado de Maryland, donde la pequeña estudia en un pequeño colegio privado para la comunidad cuáquera. Martha tiene edad para cursar tercer grado, y asiste a una clase combinada entre alumnos de tercero y cuarto. Cuando se convocaron las elecciones a presidente de la clase, no dudó en presentarse, algo que también quiso hacer uno de sus compañeros un año mayor que ella. Las elecciones se llevaron a cabo, pero los resultados no fueron bien para Martha: seis votos fueron declarados nulos porque no se habían rellenado de forma correcta, y Martha acabó perdiendo por una sola papeleta, que la llevó a ser vicepresidenta de la clase.

Fue su padre, Albert Morales, quien quiso contar lo que le había pasado a su hija en un comentario de Facebook, donde había ido publicando todo acerca de la 'pequeña campaña presidencial' de su hija. Y gracias a los nexos entre los amigos de Albert, alguien acabó mencionando en su comentario a Clinton, quien acabó leyendo la historia. "Mi madre me recogió del colegio y sacó la carta de su bolsa. La abró y vi que era de Hillary Clinton", explica el padre, en voz de la pequeña. "Mi mujer me mandó una copia y me contó que Martha estaba muy feliz, emocionada y sorprendida de que Hillary Clinton hubiera dedicado parte de su tiempo a escribirle". 'The Washington Post' asegura, además, que el portavoz de Clinton ha confirmado que se trata de una carta real. Esto es lo que dice el texto completo:

"Querida Martha:

He conocido por tu padre, por sus comentarios en Facebook, tu experiencia electoral en la carrera a la presidencia de tu clase. ¡Enhorabuena por haber sido elegida vicepresidenta!

Si bien he sabido que estás muy decepcionada por no haber ganado la presidencia, me siento muy orgullosa de que hubieras decidido presentarte. Sé muy bien lo que es, y no es fácil levantarse y meterse en una pelea por un papel que solo buscan los niños. Lo más importante es que has luchado por lo que has creído, y eso siempre vale la pena. Mientras continúas aprendiendo y creciendo en los próximos años, nunca dejes de defender lo que es correcto y de buscar oportunidades para ser una líder. Que sepas que yo estaré alentándote para que tengas un futuro de éxito.

Con los mejores deseos y saludos cordiales, sinceramente tuya.

Hillary Rodham Clinton"

No es la primera carta que la ex secretaria de Estado escribe a una niña para animarla. Hace unos años, Clinton conoció la historia de una niña de siete años llamada Lilly que quería cambiarse el nombre y ponerse 'Lillary' para homenajear a la que era entonces su mentora. La historia se hizo viral cuando una tuitera llamada @nursekelsey publicó la imagen de la carta diciendo que la hija de una amiga suya había recibido una "alucinante carta" de Hillary Clinton respondiendo a su interés en convertirse en presidenta.

"He recibido un terrible mensaje de tu madre, y lamento saber que quieres cambiar tu nombre y ponerte 'Lillary' para que puedas ser presidenta cuando seas mayor. Creo que Lilly es un nombre genial, y espero que sepas que no tienes que cambiarlo para ser presidenta; si sueñas a lo grande y trabajas duro, y te preocupas mucho de todo en lo que crees, no hay límites para lo que quieras conseguir", escribía la entonces candidata.