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Bodas gais colectivas preventivas: Brasil teme retrocesos ante la llegada de Bolsonaro
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Bodas gais colectivas preventivas: Brasil teme retrocesos ante la llegada de Bolsonaro

El presidente electo, que toma posesión del cargo el 1 de enero, es abiertamente homófobo y el colectivo LGTB teme que éste tome medidas para revertir algunos de sus derechos

Foto: Boda homosexual colectiva en Brasil (EFE)
Boda homosexual colectiva en Brasil (EFE)

"Sería incapaz de amar a un hijo homosexual. No voy a ser hipócrita: prefiero que un hijo mío muera en un accidente a que aparezca con otro nombre por ahí". Jair Bolsonaro, presidente electo de Brasil hasta el próximo 1 de enero, cuando tomará posesión de su cargo, nunca ha escondido sus ideas. Las últimas elecciones brasileñas dieron la victoria a un hombre con una agenda muy clara: se presenta como salvador de la patria, defensor de los valores de la familia tradicional y con tintes machistas y homófobos. Si bien entre sus promesas electorales no hace referencia a los matrimonios entre personas del mismo sexo, se prevé que Bolsonaro ignore este tipo de uniones, hacia las que ha mostrado escaso respeto, el colectivo LGTB brasileño teme perder sus derechos a partir del próximo año.

Y según se acerca el final de 2018 y la entrada del nuevo año y del nuevo Gobierno, este temor se ha traducido en un incremento en el número de bodas celebradas entre homosexuales. Antes incluso de ganar las elecciones, Bolsonaro, aún como candidato presidencial, se reunió con el arzobispo de Río de Janeiro, el cardenal Orani João Tempesta y otros políticos conservadores para firmar el denominado Termo de Compromisso, un documento elaborado por esta organización y que recogen ideas como el "verdadero sentido del matrimonio", en referencia a la "unión entre hombre y mujer" o la "familia, constituida de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia". No es nada nuevo: ya en 2013, se refería a los homosexuales como personas que "solo quieren privilegios" — "Soy homófobo sí, y con mucho orgullo", llegó a decir—.

Foto: Jair Bolsonaro, en la convención del partido en la que se formalizó su candidatura a la presidencia, el pasado 22 de julio de 2018. (Reuters)

Después de firmar este documento, apenas diez días antes de los comicios que le dieron la victoria, la sensación entre los homosexuales es de incertidumbre. Érica Pascoal (27) y Yandra de Andrade (30) son una pareja que demuestra esa incertidumbre: tenían pensado casarse durante el segundo semestre de 2019, pero tras ganar Bolsonaro las elecciones adelantaron el proceso para formalizar su relación a finales de octubre. "El resultado de las elecciones fue el factor decisivo para firmar los papeles antes de la toma de posesión de Bolsonaro", explicaba la primera al diario brasileño 'Folha'.

Victor Paredes (23) y Hugo Rodrigues Lima (20) son otro ejemplo: "Ya estaba en nuestros planes casarnos, pero no tan temprano", asegura el primero. Son jóvenes, y apenas tenían ahorros para celebrar una gran boda al haberse comprado recientemente una vivienda juntos, pero vieron la oportunidad en Casa Um, una ONG que acoge a personas del colectivo LGTB expulsadas de sus viviendas por sus propias familias a causa de sus "orientaciones afectivas e identidades de género", y que el pasado fin de semana decidió celebrar una boda colectiva para todos esos que temen perder sus derechos con la llegada al Palacio de Planalto de Bolsonaro.

Los matrimonios homosexuales crecen

"Llevamos prácticamente toda la vida juntos, pero oficializarlo es muy simbólico para nosotros, tanto por nuestro amor como por ser un acto político, de demostrar que vamos a ir detrás de nuestra felicidad, fuera del armario", asegura al portal Rede Brasil Atual. "Vivimos un momento de incertidumbre ante la inminente amenaza de pérdida de derechos, como el matrimonio civil igualitario, que garantiza a las parejas homosexuales los mismos derechos que los de las parejas heterosexuales, y que los ampara legalmente de derechos como a las pensiones, adopción, planes de salud conjuntos", sostiene Casa Um.

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38 parejas homosexuales en una boda colectiva en Sao Paulo (EFE)

Y ante esta situación, 38 parejas de homosexuales han participado este fin de semana en esta boda colectiva, financiada a base de donativos. Según los datos de la Asociación de Registro de Personas Naturales (Arpen), donde se recogen los datos de registros civiles, de enero a octubre ha habido un aumento de un 25% en las bodas entre personas del mismo sexo; si se tiene en cuenta solo el periodo que va de septiembre a octubre —en plena campaña presidencial—, el aumento de bodas gais creció un 36%. En los primeros diez meses del año y solo en el estado de Sao Paulo este incremento es del 40,7%, y en la capital, del 42%.

En Brasil el Tribunal Supremo Federal falló a favor de las uniones entre personas del mismo sexo en 2011, decisión que ratificó el Consejo Nacional de Justicia dos años después, momento en el que se obligó a convertir las uniones estables homosexuales en matrimonios.

"Sería incapaz de amar a un hijo homosexual. No voy a ser hipócrita: prefiero que un hijo mío muera en un accidente a que aparezca con otro nombre por ahí". Jair Bolsonaro, presidente electo de Brasil hasta el próximo 1 de enero, cuando tomará posesión de su cargo, nunca ha escondido sus ideas. Las últimas elecciones brasileñas dieron la victoria a un hombre con una agenda muy clara: se presenta como salvador de la patria, defensor de los valores de la familia tradicional y con tintes machistas y homófobos. Si bien entre sus promesas electorales no hace referencia a los matrimonios entre personas del mismo sexo, se prevé que Bolsonaro ignore este tipo de uniones, hacia las que ha mostrado escaso respeto, el colectivo LGTB brasileño teme perder sus derechos a partir del próximo año.

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