Así fueron las últimas horas de John Chau, el joven muerto en la isla prohibida de India

Parecía un día más en la vida de John Allen Chau, una aventura más que añadir a su amplio historial a pesar de sus 27 años. "Explorador de corazón", como él mismo se definía, su gran pasión no era otra que visitar los lugares más recónditos del planeta, un aventurero en toda regla. Pero se equivocó de lugar: pisar la isla prohibida de la India, Centinela del Norte, le costó la muerte a manos de la tribu aborigen más hostil que nunca haya conocido el ser humano.

Nacido en Alabama, al sur de Estados Unidos, Chau siempre sintió un vínculo especial con la naturaleza. Católico convencido, se trataba de un técnico en emergencias médicas cuyo gran amor era la aventura. Cada vez que tenía la oportunidad, cogía su mochila y se dedicaba a explorar medio mundo. Pero un lugar en concreto le ganó el corazón nada más conocerlo: las islas Andaman, a las que pertenece la isla Centinela del Norte y donde perdió la vida.

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Rubén Rodríguez

En muchas ocasiones había visitado este archipiélago, del que había explorado muchos de sus rincones. Pero había un lugar en concreto que lo atraía y facinaba: poder conocer a los sentineleses, la tribu aborigen más peligrosa del mundo, que no conoce la civilización. Sin embargo, la ley prohíbe expresamente cualquier tipo de contacto con ellos: el Gobierno indio castiga hasta con tres años de prisión incluso fotografiarlos o tomar un vídeo de ellos.

Según confiman las autoridades, Chan había intentando entablar contacto con ellos hasta en cinco ocasiones, pero en ninguna de ellas había tenido éxito. Al parecer, el pasado 14 de noviembre tuvo lugar el penúltimo intento, pero también de manera infructuosa, en buena parte debido al arrecife de coral que rodea la isla, que hace muy complicado el acceso. Pero solo dos días después consiguió su ansiado objetivo, aunque terminaría siendo lo último que hiciera en su vida.

Tal y como informaron los siete pescadores que le llevaron hasta la isla —que posteriormente fueron detenidos por las autoridades—, fue agredido nada más tomar tierra. "Fue atacado con flechas, pero continuó caminando", señala una de esas fuentes a 'AFP'. Herido en varias parte de su cuerpo, los pescadores aseguran que vieron cómo varios sentineleses llegaron hasta el joven, al que ataron con una cuerda y arrastraron al interior.

Al parecer, ahí le perdieron de vista, aunque los pescadores confirman que los aborígenes se encontraban "asustados y huyeron" rápidamente. No sería hasta este mismo martes cuando se confirmó el fallecimiento de John Chau, al encontrarse su cuerpo ya sin vida. Sin embargo, las autoridades han confirmado que aún no han podido recuperar sus restos, una misión que se antoja prácticamente imposible dada la dificultad que supone acceder a la isla de Centinela del Norte.

Su familia se ha querido despedir de Chan con su particular homenaje: "Las palabras no pueden expresar la tristeza que sentimos. Era un amado hijo, hermano, tío y un gran amigo para nosotros. Para otros, era un misionero cristiano, un médico amante de lo salvaje, entrenador internacional de fútbol y un montañero. Amaba a Dios, ayudar a los que lo necesitaban y no tenía nada más que amor para los sentinelenses". Pero querer pisar la isla prohibida truncó su vida a los 27 años.