Sánchez se compromete con la OTAN a elevar el gasto en Defensa

"¿Qué hace este Gobierno? Asumir la hoja de ruta que fue marcada en previas cumbres [de la OTAN] por el anterior Gobierno. En nuestro ánimo estará llegar a estos objetivos en 2024". Con la boca pequeña, ha dado Pedro Sánchez el sí al compromiso asumido por España en 2014, entonces bajo la batuta de Mariano Rajoy, y por el resto de los socios de la OTAN de lograr en una década un gasto en Defensa equivalente al 2% de su PIB. Eso sí, siempre y cuando el resto de partidos lo apoyen.

No queda claro cómo, ni cuánto ni mucho menos cuándo: Sánchez ha evitado dar detalles. Tampoco ha hablado de confeccionar un plan nacional de Defensa. Y la cifra queda lejos de la actual inversión española, que este año se estima que alcanzará un 0,93%. No obstante, el presidente del Gobierno español ha asumido ante sus aliados, y muy especialmente Donald Trump, que debe respetar este compromiso. "Seguimos la hoja de ruta trazada, creo que es razonable, posible, realista, bastante acorde con las capacidades y las necesidades económicas de nuestro país", ha afirmado Sánchez en la rueda de prensa celebrada al término de la cumbre de dos días de la OTAN.

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En cualquier caso, Sánchez es consciente de que puede prometer lo que quiera, pero su Gobierno en minoría está en manos de lograr mayorías en el Parlamento para sacar cualquier proyecto adelante. Y aumentar el gasto en Defensa no parece, 'a priori', una idea que Podemos y otros grupos de la izquierda vayan a apoyar. "Nosotros cumpliremos e intentaremos llegar a esos compromisos. Esto no depende de mí, sino del Parlamento, espero que todos los grupos parlamentarios sean sensibles a nuestros comprisos, pero es un debate que ya llegará", ha asegurado.

Las palabras de Sánchez llegan después del tirón de orejas que Donald Trump ha dado a España durante la segunda jornada de la cumbre de la OTAN, cuando de manera inesperada ha forzado a los demás miembros a volver a retomar el debate sobre el gasto en Defensa. La arremetida —que no se centró en España, sino que fue dirigida a varios socios— tuvo un objetivo central: Alemania y, en concreto, su canciller, Angela Merkel. Trump considera que Alemania y el resto de miembros de la Alianza Atlántica que no cumplen con el objetivo de invertir un 2% de su PIB en estos fines deben hacerlo, y no para 2024, sino ya.

Dos nuevos retos: Túnez y Libia

Al término de la cumbre, Trump ha asegurado que su presión ha hecho a sus socios aceptar incrementar el gasto en Defensa. Pero nadie da cifras sobre ningún nuevo compromiso. "El debate no está cerrado, tenemos que ver cuál es la aportación de cada cual", ha asegurado Sánchez, haciendo hincapié en la necesidad de tener en cuenta también "criterios cualitativos", como la capacidad y la participación en misiones. El presidente francés, Emmanuel Macron, directamente ha negado la mayor.

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Sea como fuere, el presidente estadounidense ha optado por abandonar Bruselas escenificando su satisfacción. Incluso ha mostrado el "compromiso de EEUU con la OTAN", nada mal para alguien que hace apenas un año consideraba a la Alianza obsoleta y que ha deslizado a puerta cerrada a sus socios que Washington podría tomar "su propio camino" en caso de que no reaccionen.

Sánchez ha señalado que España ha asumido también dos nuevos compromisos con la OTAN. El primero, la disposición de España a hacerse cargo de la Misión de Entrenamiento y Capacitación de efectivos militares en Túnez y la disponibilidad de España para liderar, llegado el caso, la evacuación de la misión de la ONU en Libia, con Rota como punto clave.