Órdago de Trump: Pide un 4% de gasto en defensa a sus socios de la OTAN

Cuando Donald Trump quiere algo, no lo pide, lo exige. Y no duda en lanzar un órdago, aunque vaya de farol. Por ejemplo, cuando dice que EEUU gasta un 4,2% de su PIB en Defensa, pese a que las cifras que maneja la OTAN le contradicen. No importa. El presidente estadounidense ha exigido a sus socios de la Alianza Atlántica una vez más que eleven su gasto en Defensa. No ya para cumplir con lo comprometido, un 2%, sino con el doble.

​A Trump le parece injusto que sus socios europeos, entre ellos Alemania y España, arrastren los pies. Lo ha dejado claro antes incluso de que arrancase la primera jornada de la cumbre de la OTAN, arremetiendo contra Alemania por, según él, estar bajo el control de Rusia y no invertir suficiente. La primera potencia europea gasta un 1,24% de su PIB en defensa, pese a ser un "país rico", como se ha encargado de recalcar. Pero pese a los aspavientos de Trump, Berlín -y tantos otros- no se dejan impresionar. Ya no.

España, por su parte, dedicará un 0,93% a Defensa este año, lo que le convierte en uno de los países colistas de la OTAN, solo por delante de Bélgica y Luxemburgo. Ni Berlín, ni Madrid, ni buena parte de las veintinueve capitales de los sosios que conforman la OTAN prevén inyectar millones de euros de la noche a la mañana para cumplir con el compromiso del 2%. Alegan que esta cifra, que fue consensuada en la cumbre de la Alianza Atlántica celebrada en Gales en 2014, es más una orientación política que una exigencia. Y que hay que tener en cuenta otros criterios para medir el compromiso de los socios, como alega Pedro Sánchez.

Pero eso no le importa a Trump. Durante la sesión de trabajo de la cumbre, a puerta cerrada, les ha exigido el doble: un 4%, según un alto cargo de la Casa Blanca, citado por Reuters. Una cifra que se ajusta más al 4,2% que, dice el presidente estadounidense, gasta Washington en estos fines. Paradójicamente, sus cálculos no coinciden con las cifras que maneja la propia OTAN. Ésta apunta que en 2018, la inversión de EEUU se situará en un 3,5% de su PIB, cifra menor a la gastada en 2014.

Ninguno de sus socios han recogido el guante, y la reunión ha seguido su curso habitual. Fuentes diplomáticas afirman que no es la primera vez que Trump menciona esta cuestión. Y parece que los europeos no están dispuestos a cambiar sus planes. El secretario general de la OTAN, Jens Stolterberg, ha resumido el sentimiento de los aliados: Trump habla directo, ataca, pero lo que importa "más que las palabras, son los hechos". Y el presidente no ha anunciado ninguna medida concreta contra los que incumplen con el 2 %, ni una retirada de tropas de Europa, ni ha dejado de firmar los compromisos de futuro que se han hecho los aliados. Mucho ruido, y pocas nueces.

Casi nadie cumple

En principio, solo cinco países cumplirán este año con el 2%: Estados Unidos, Grecia, Estonia, el Reino Unido y Letonia, mientras que otros tres se quedarán muy cerca: Polonia (1,98%), Lituania (1,96%) y Rumanía (1,93%). Una cuestión que irrita en sobremanera a Trump, quien sigue fiel a su política de "América primero" y considera que los europeos se aprovechan de la protección que le brinda EEUU sin aportar en igual manera, al mismo tiempo que critica sus políticas comerciales y, ahora, las relaciones energéticas de Alemania con Rusia.

Angela Merkel ha aprovechado para dejarle claro durante la reunión que las cifras que ha ventilado públicamente para mostrar que Alemania es altamente dependiente de Moscú son erróneas. En concreto, la canciller germana le ha indicado que el 37% del gas que consumen los alemanas lo importan de Rusia, lo que representa el 7% de la energía total que necesitan.

La cuestión de Rusia es el plato fuerte de la cena de líderes que se ha celebrado tras la reunión de trabajo. Sobre el evento sobrevolará el encuentro planeado entre Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin, en Helsinki este sábado, que levanta recelos entre sus socios. El presidente galo, Emmanuel Macron, prevé encontrarse con Putin en suelo ruso poco antes, aprovechando su viaje para asistir a la final del Mundial de Fútbol, que disputa la escuadra francesa.