La 'princesa nazi', la hija de Himmler que acabó siendo espía y mecenas de fugitivos

Heinrich Himmler es, sin ningún género de dudas, uno de los personajes más siniestros de la historia. Comandante en jefe de la SS y uno de los líderes nazis más importantes, se le considera como el gran arquitecto del Holocausto, especialmente por ser el responsable de la creación y supervisión del sistema de campos de concentración. Ahora, 73 años después de su muerte, se ha conocido otro de sus 'secretos': el legado de su hija, Gudrun Burwitz.

Se acaba de saber que la hija de Himmler falleció el pasado mes de mayo a los 88 años. Conocida en Alemania por ser una clara defensora de la ideología de los grupos neonazis, su pensamiento de extrema derecha llevó a que fuera calificada como la 'princesa nazi'. Pero, tras su muerte, un hecho hasta ahora desconocido de su vida se ha dado a conocer: trabajó durante varios años en el Servicio Federal de Inteligencia (BND) durante la década de los años sesenta.

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Nacida el 8 de agosto de 1929, Gudrum siempre fue criada bajo el ideario nazi. De hecho, cuando solo era una niña, no solo su imagen fue utilizada como propaganda por encajar en el canon de la raza aria, sino que fueron decenas de veces las que los prisioneros relataron haberla visto dando paseos por los campos de concentración nazis junto a su padre. Cuando llegó 1945, todo cambió por completo: su mundo, tal y como lo conocía, se resquebrajó.

Al término de la II Guerra Mundial, Himmler se suicidó para evitar ser capturado por las fuerzas aliadas, pero su hija tuvo que testificar en los Juicios de Nuremberg: no sería hasta 1946 cuando las fuerzas aliadas decidieron que, tras acabar su declaración, era el momento de dejarla libre. Si desde muy pequeña Gudrun Burwitz era una convencida nazi, tras escuchar de qué se acusaba a su padre lo tuvo claro: "Quiero intentar cambiar su imagen", aseguró en la única entrevista que concedió.

De esta manera, la 'princesa nazi' pasó a formar parte del BND en 1960, fecha en la que la organización estaba dirigida por Reinhard Gehlen. Se trataba de un excomandante nazi de inteligencia militar, cuya principal misión en esta organización pasó a ser recopilar información de los posibles enemigos de Alemania Occidental. O, lo que es lo mismo, trabajó codo con codo con las fuerzas de ocupación norteamericanas, filtrando informes y datos para los que también estaba contratada Gudrun.

Históricamente, se rumoreaba que Gehlen se había encargado de llevar a la organización personas con vinculaciones al régimen nazi, algo que ha quedado confirmado en el caso de Gudrun Burwitz. La hija de Himmler no solo dejó de usar el apellido de su padre para utilizar el de casada, sino que incluso en su época en la agencia fue un paso más allá: "El BND confirma que la señora Burwitz fue uno de sus miembros hasta 1963, bajo un nombre falso".

Símbolo del 'Stille Hilfe'

Tras abandonar el BND bajo la supervisión norteamericana, pasó a formar parte del 'Stille Hilfe', una organización secreta que se encarga de ayudar a exmiembros del nazismo huídos, condenados o detenidos, así como a sus familias. Se trata de una de las organizaciones más polémicas de la Alemania de posguerra y que, a día de hoy, sigue existiendo. Aunque legalmente está aceptada, su propia naturaleza clandestina da lugar a que siempre esté envuelta en una especulación constante.

Gudrun Burwitz ha sido, históricamente, uno de sus grandes símbolos. 'Stille Hilfe' no solo es conocida por sus intensas campañas en favor de los nazis procesados, sino también por las sospechas que la señalan por financiar a algunos nazis que se escondieron de la justicia. Gudrun fue una de sus activistas más destacadas, hasta el momento de su fallecimiento, hace poco menos de un mes: eso sí, lo que la hija de Himmler nunca quiso hacer público es que fue 'espía' de los norteamericanos.