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Ni el “botón nuclear” de la UE detiene la politización judicial en Polonia
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alarma por la reforma del tribunal supremo

Ni el “botón nuclear” de la UE detiene la politización judicial en Polonia

La intervención de Mateusz Morawiecki ante la Eurocámara ha puesto de manifiesto que Varsovia seguirá adelante en la senda autoritaria emprendida por los ultranacionalistas PiS

Foto: Protesta contra la reforma judicial en Varsovia (EFE)
Protesta contra la reforma judicial en Varsovia (EFE)

Tradición. Judeocristianismo. Identidad. Nación. El “gen de la libertad” -que obliga al ciudadano medio a rebelarse contra las decisiones que se toman en Bruselas-. Estas son algunas de las ideas centrales del discurso que ha dado hoy del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ante la Eurocámara, en el que ha compartido su visión sobre el futuro de la Unión Europea. Una intervención que ha puesto de manifiesto que el Gobierno de Varsovia sigue convencido de las bondades del camino autoritario que ha emprendido. Y que ni siquiera el “botón nuclear” de Bruselas va a pararle los pies.

Podéis llamarlo populismo si queréis, pero al final del día tenemos que plantear las preguntas que los ciudadanos se hacen”, ha dicho Morawiecki, convencido de que el Ejecutivo del ultraconservador Ley y Justicia (PiS) que encabeza responde a las inquietudes de los polacos. Sin embargo, el primer ministro no ha hecho referencia a las decenas de miles de polacos que han salido a protestar a las calles, ni a las quejas de sus socios, que observan con preocupación cómo Varsovia emprende ahora el desmantelamiento del Tribunal Supremo del país.

“Cada país tiene el derecho de establecer su sistema legal en linea con sus propias tradiciones, ha defendido Morawiecki. Y sobre este convencimiento, el el Gobierno polaco sustituye hoy al 40 % de los jueces del Tribunal Supremo, con lo que de facto supone la politización del sistema judicial polaco. La separación de poderes -legislativo (Parlamento), ejecutivo (Gobierno) y judicial (tribunales)- es una premisa indispensable de la democracia. Y, sin embargo, Morawiecki ha querido reducirla a un solo rasgo: la mayoría parlamentaria que controla el PiS. “Los parlamentos nacionales son la voz de la soberanía y la sangre viviente de la democracia”, ha dicho, tras defender las “hondas raíces” de Polonia en la democracia y el Estado de Derecho.

placeholder El primer ministro polaco ante la Eurocámara (EFE)
El primer ministro polaco ante la Eurocámara (EFE)

Todo esto sucede tan solo dos días después de que Bruselas pusiera en marcha un procedimiento de infracción contra Polonia por la reforma judicial, con la que le da un mes para rectificar bajo amenaza de llevarle ante la justicia comunitaria. La salud del Estado de Derecho en Polonia preocupa, y mucho, en buena parte de la Unión Europea. Durante años, Bruselas se ha contentado con ir aumentando sus advertencias a Varsovia, con la esperanza de lograr hacerles entrar en razón y evitar un enfrentamiento directo. De nada ha valido. El pasado mes de diciembre, la Comisión Europea pulsó el conocido como “botón nuclear”: el artículo 7 del Tratado de Lisboa, que deja permite dejar sin voto a un país en las instituciones europeas. Pero, de momento, los resultados no se dejan notar.

Sin embargo, para aplicar esta medida es necesario el voto unánime del resto de países de la UE. Y Hungría, donde gobierna el ultra Viktor Orban, ha dejado claro desde el principio que protegerá a sus vecinos y aliados polacos. La UE se encuentra prácticamente impotente. “Europa no va a dar la espalda a los polacos”, ha asegurado el vicepresidente de la Comisión Europea para el Euro, Valdis Dombrovskis. Un tibio aviso acompañado del enésimo ofrecimiento de una rama de oliva a Varsovia para volver a dialogar.

Ni Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, ni su vicepresidente primero y encargado de las tensas relaciones con Varsovia, Frans Timmermans, han acudido hoy a escuchar las palabras de Morawiecki. Quienes sí estaban presentes eran los líderes de los grupos políticos representados en la Eurocámara. El líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, ha recordado al primer ministro polaco que una de las primeras constituciones europeas fue la de su país, y que ya en 1791 incluía la separación de poderes.

placeholder Protesta por la reforma judicial en Polonia (EFE)
Protesta por la reforma judicial en Polonia (EFE)

“Hoy hay tantas cuestiones sobre la mesa, como si la TV estatal es más propaganda que un medio libre, por qué el Gobierno despide a jueces por su opinión política”, ha dicho Weber, arrancando aplausos en la Eurocámara, también en la tribuna de invitados, donde representantes de asociaciones polacas observaban la sesión. Weber también ha rechazado la idea impulsada por Varsovia -y respaldada por Hungría y otros ultras, como la francesa Marine Le Pen o el ministro italiano de Interior, Matteo Salvini- de cambiar la UE para renacionalizarla. “Esta Europa funciona, y la Europa de los nacionalismos y los egoísmos no puede cumplir con los ciudadanos”, ha recalcado.

“¿Cuál es la contribución de Polonia al buen funcionamiento del pulmón (europeo) del este?”, ha reflexionado el socialista Uno Bullman. El alemán ha indicado que hay cuestiones que ha mencionado el primer ministro polaco sobre su preocupación por la protección de la diversidad cultural o el futuro de la cohesión que también comparten los socialistas. Pero no comprende por qué plantearlas “dañando a la vez los valores europeos”. “Por favor, no destruya la cultura democrática en Europa”, le ha rogado Bullman. Los euroescépticos también han tomado la palabra para asegurar que el malestar de los ciudadanos europeos con la UE va en aumento y alcanza hasta el 50 % de la población en algunos países.

La UE: democracia, DDHH, respecto a la ley

La Unión Europea “se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de derecho y respeto de los derechos humanos”. Lo dice, bien claro, el artículo 2 de los tratados, la piedra angular de este proyecto en común. Para entrar en el club, los requisitos son exigentes. Pero una vez dentro, Bruselas solo tiene una bala contra los que amenazan con convertirse en autoritarios caballos de Troya.

Tradición. Judeocristianismo. Identidad. Nación. El “gen de la libertad” -que obliga al ciudadano medio a rebelarse contra las decisiones que se toman en Bruselas-. Estas son algunas de las ideas centrales del discurso que ha dado hoy del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ante la Eurocámara, en el que ha compartido su visión sobre el futuro de la Unión Europea. Una intervención que ha puesto de manifiesto que el Gobierno de Varsovia sigue convencido de las bondades del camino autoritario que ha emprendido. Y que ni siquiera el “botón nuclear” de Bruselas va a pararle los pies.

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