Primera victoria europea de la Italia de la Liga: tumba la reforma del sistema de asilo

La primera cita europea del flamante Gobierno de Giuseppe Conte ha acabado con una ausencia, un contundente “no” y una incógnita. El “no” lo ha lanzado el nuevo ministro del Interior italiano y líder de la soberanista Liga, Matteo Salvini, quien, incluso sin estar presente en la reunión en Luxemburgo -en la que los ministros europeos debían pronunciarse sobre cómo reformar el Reglamento de Dublín III, que rige las normas sobre el asilo en la UE- dictaminó la línea de Italia.

Roma tumbó este martes la propuesta de Bulgaria, que ejerce la presidencia de turno de la UE y que preparó un borrador de propuesta que prevé el reparto entre Estados de la 'carga migratoria'. Sofía había intentado acelerar la negociación para lograr una reforma sobre la que se discute desde hace ya dos años, pero se topó con Salvini. “Lo que ha ocurrido en Luxemburgo ha sido una victoria para nosotros. (…) Teníamos una posición y otros países nos han apoyado. Estoy muy satisfecho”, resumió el ministro italiano cuando la reunión aún se estaba celebrando.

Según Salvini, Roma trabajará con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, para “cambiar las reglas migratorias de la UE”

Salvini, cumpliendo con el guion previsto, puso sobre la mesa toda la artillería. A su negativa se sumó el rechazo -aunque por motivos opuestos- a la propuesta de Bulgaria de países como Austria, Hungría, Polonia, Lituania y Eslovaquia. Con ello, también aparecieron las fisuras para el bloque de países del Sur -Chipre, Grecia, Italia, Malta y España-, que a finales de abril habían presentado conjutamente un borrador con 13 propuestas para mejorar la propuesta búlgara. “Esta reacción (de Italia) pone por delante el egoísmo nacional y complica el camino de esta reforma. No hay nada que festejar y no lo han entendido”, explicó a El Confidencial un alto funcionario de una agencia internacional con sede en Roma.

La incógnita, por otra parte, es qué alternativa a la propuesta búlgara ofrece la Liga, que ahora define la postura de Italia sobre la inmigración, como el acuerdo Dublín III, que regula la política de asilo europea y establece que los aspirantes deben presentar su solicitud en el primer país europeo que pisan. “No está claro qué quiere hacer Salvini”, resumía 'Il Sole 24 ore', el diario de referencia del sector empresarial italiano.

“Desde nuestro punto de vista, la reforma debería incluir un mecanismo de solidaridad para aliviar a los países en primera línea, a través de cuotas de reubicación de solicitantes de asilo político”, explica a este medio Jan De Bisschop, uno de los portavoces de la Agencia de la ONU para los refugiados.

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“La reforma está muerta”

“La negativa de Italia ha sido categórica (…) Esta reforma de Dublín está muerta”, dijo el secretario de Estado belga para Inmigración, Theo Francken, refiriéndose a que el encuentro debería haber servido para encontrar un consenso definitivo de cara a la cumbre de primeros ministros del próximo 28 y 29 de junio en Bruselas. “Austria ha incluso anunciado (…) que ahora se concentrará mayormente en la protección de las fronteras externas, y no en la lógica de la negociación del acuerdo de Dublín”, añadió.

Dentro del credo de la Liga de “los italianos primero”, Salvini ha argumentado que el actual sistema y la propuesta de reforma penalizan a Italia. Por ello, dijo el lunes, Roma intentará trabajar con el primer ministro húngaro, el xenófobo Viktor Orbán, para “cambiar las reglas de la UE” en ámbito de inmigración.

Con todo, Alemania también dio la sorpresa al sugerir que la reforma búlgara, cuyo contenido aún no ha sido divulgado públicamente, era mejorable. “Necesitamos un compromiso”, pero “hay un clima político más duro” por el ascenso al poder de la derecha en varios países europeos, dijo por su parte la ministra sueca de Inmigración, Hélène Fritzon. “Ahora no es solo Italia, también está Eslovenia”, añadió, tras las elecciones del pasado fin de semana.

“El negocio de la inmigración”

En este escenario, el nuevo primer ministro italiano, Giuseppe Conte, no se movió un centímetro de la postura de Salvini. En su primer discurso ante el Parlamento, dijo que luchará contra “el negocio de la inmigración”, que ha crecido bajo “el manto de una falsa solidaridad”, en una referencia a las labores de rescate en el Mediterráneo que realizan algunas ONGs.

Conte sostuvo que Italia pedirá "la superación del tratado de Dublín”, aunque tampoco aclaró cómo se hará esto. “La Liga está esperando a que la presidencia de turno pase a manos de Austria, en el segundo semestre de este año”, han comentado los analistas italianos, por la buena sintonía entre el nuevo Ejecutivo italiano y el Gobierno encabezado por los conservadores (ÖVP) de Sebastian Kurz, que asumirá dicho mandato en el segundo semestre del año.

Conte también insistió en que Italia aumentará los procedimientos de expulsión, por los que su Gobierno tiene previsto incrementar sus esfuerzos diplomáticos para lograr nuevos acuerdos bilaterales con los países de origen de inmigrantes y solicitantes de asilo que no han obtenido el estatus. Todo ello, a pesar de que las últimas medidas del anterior Gobierno italiano de Paolo Gentiloni ya han reducido notablemente el número de llegadas. Según datos oficiales del ministerio del Interior, en los primeros seis meses de 2018 llegaron a Italia por mar 13.430 inmigrantes, un 77% menos que en 2017 y un 71% menos que en 2016.

“El discurso del primer ministro ha sido bellísimo. Comparto todo lo que ha dicho”, festejó Salvini, tras una intervención en la que Conte también pidió poner fin a las sanciones contra Rusia y recalcó que llevará adelante las medidas económicas prometidas por la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S).

“Hay muertos en el Egeo”

Por el contrario, desde las bancadas de la oposición liderada por el Partido Democrático (PD), se ha criticado con dureza los anuncios del nuevo Gobierno italiano. Salvini hace “su cotidiana contribución a la barbarie”, en momentos en los que hay “muertos en el Egeo por un naufragio y otros cadáveres encontrados delante de las costas de Túnez”, indicó Matteo Orfini, presidente del PD, al comentar el viaje este fin de semana de Salvini a uno de los principales puntos de llegada de los inmigrantes que cruzan el Mediterráneo: Sicilia. Fue el primer viaje del líder de la Liga como ministro del Interior. Por no hablar de que “han matado a los tiros a un sindicalista africano”, añadió Orfini, en relación con el oscuro asesinato de Sacko Soumayla, un inmigrante de Mali que el domingo fue tiroteado en Calabria (sur) por personas cuya identidad todavía se desconoce.

Un hecho que ha disparado la alarma sobre las agresiones a inmigrantes. Calabria es la cuna de la más cruel y poderosa mafia italiana, la ‘Ndrangheta. “No hay que olvidarse que entre los años 30 y 60 de la pasada década alrededor de 40 sindicalistas fueron asesinados por la mafia en Sicilia”, ha explicado el director de la Dirección de Investigación Antimafia (DIA), Giuseppe Governale, en un encuentro con la prensa este martes. “Los asesinatos contra sindicalistas que defienden los derechos de los últimos tienen una alta carga simbólica”, añadió al descartar, por el momento, indicios que apunten a que estas organizaciones criminales se hayan acercado a los dos partidos que gobiernan hoy Italia.