"Aborto, primera causa del feminicidio": el HazteOír de Italia siembra la polémica

Hace algo más de un año, la asociación ultracatólica HazteOír saltaba a las primeras planas tras sacar a las calles sus autobuses naranjas con mensajes tránsfobos. "Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen", rezaba el texto del vehículo. HazteOír pertenece al grupo CitizenGo, que se define como "una comunidad de ciudadanos" en defensa y promoción de "la vida, la familia y la libertad", y éste no es exclusividad española —aunque sí nació en España y su sede central está en Madrid, tiene presencia en 15 ciudades de tres continentes—: ahora, el CitizenGo italiano, que también tiene sus autobuses de color naranja por las calles del país mediterráneo, ha sembrado una nueva polémica. La razón, su última campaña: 'El aborto es la primera causa de feminicidio en el mundo'. #StopAborto, se lee sobre la imagen del torso de una mujer encinta.

"El derecho de las feministas empieza en el útero materno": así argumentan desde la asociación este lema, que equipara la interrupción voluntaria del embarazo con la violencia de género. "Queríamos generar un debate sobre un asunto que divide a la población y que es doloroso", explicaba Filippo Savarese, director de campaña de la organización en la emisora Cusano Campus. "Somos millones de italianos los que estamos en contra del aborto, y tenemos que romper el muro mediático que nos rodea", señala. ¿Pero por qué comparar el aborto con la violencia machista? "Queríamos atacar la hipocresía de un cierto feminismo que se preocupa de defender a las mujeres pero no se preocupa de defenderlas antes de nacer", sostiene.

Y su explicación va más allá: "El paralelismo entre el aborto y el feminicidio nace de otro precedente: creemos que la vida humana debe protegerse desde el momento de la concepción", explica. Así, para esta organización si el aborto es un homicidio, la mujer que aborta es una homicida. La campaña, que ha tenido un coste de 3.500 euros, ha sido bloqueada por el Ayuntamiento de Roma a pesar de que, insisten, no se han utilizado espacios municipales. "Exigimos que nuestra libertad de expresión se proteja: no estamos pidiendo a todos que compartan nuestras ideas, pero no pueden obligarnos a no expresarlas", denuncian desde CitizenGo.

La campaña nació con motivo del 40º aniversario de la aprobación de la Ley 194, que despenalizó el aborto en Italia en 1978. "Elegimos un eslógan provocador, porque en países como China o India, aunque también en parte de Europa, millones de mujeres son exterminadas a base de abortos solo por ser mujeres", aseguran. Ahora, con su campaña suspendida en la capital italiana, aseguran haber sido objeto de "reacciones histéricas" y "censura política" por parte del consistorio romano, y de "insultos y amenazas" por parte de los italianos en las redes sociales.

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Agencias

"Los colectivos ultrafeministas y los llamados medios 'progresistas' nos han atacado, a menudo utilizando información falsa. Y la llamada política 'democrática' ha entrado en pánico", lamentan. Según la propia organización, el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con la agencia de publicidad encargada de la campaña para instarla a "eliminar de inmediato" todos los carteles de las calles, bajo amenaza de recibir sanciones económicas. "La ciudad de Roma ha violado seriamente el derecho de opinión y expresión de los ciudadanos contra el aborto por razones políticas e ideológicas", concluyen.

La senadora del Partido Demócrata (PD) Monica Ciriná es una de las que ha abogado contra esta campaña, y ha pedido al ayuntamiento de Roma "detener la difusión de información falsa" de lo que ha definido como "una nueva y horrible campaña de desinformación contra las mujeres por parte de una organización extremista".

¿Cuál es la situación del aborto en Italia?

En Italia, el aborto está despenalizado desde 1978, cuando el Parlamento aprobó la Ley 194 que prevé la interrupción voluntaria del embarazado en la Sanidad pública hasta el día 90, y si se trata de un aborto terapéutico, incluso entrado en el segundo trimestre. Esta norma, ratificada en referéndum en 1981, permite el aborto gratuito y, durante los primeros 90 días de gestación tiene un amplio espectro de motivaciones: salud, sociales, económicas o familiares. Más allá de este tiempo, es legal la interrupción del embarazo siempre que exista alguna patología en el feto o peligro para la madre.

Sin embargo, la Legislación italiana prevé que tanto ginecólogos como anestesistas o enfermeros puedan negarse a practicarlo —aunque el el hospital debe garantizar este servicio, ya que solo se puede ejercer en hospitales públicos y no privados—. Este derecho a objeción en Italia está muy extendido: si bien el número de abortos en el país se ha reducido drásticamente en los últimos años, en la mayor parte de los hospitales el número de personal objetor es superior al de los médicos dispuestos a practicarlos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (Istat) italiano, en 2012 se practicaron 103.191 interrupciones voluntarias del embarazo, 6.850 menos que en el año anterior. De hecho, Italia es uno de los países de la Unión Europea con niveles más bajos de abortos, con una tasa (en 2012) de 7,6 abortos por cada mil mujeres de 15 a 49 años.