La UE y EEUU acuerdan dialogar para tratar de evitar la guerra comercial

Escueto y ambiguo; así es el mensaje que la Unión Europea y Estados Unidos han publicado hoy tras intensas consultas para evitar una guerra comercial. “Hemos acordado poner en marcha inmediatamente un proceso de discusión con el presidente (Donald) Trump y la Administración americana sobre cuestiones comerciales de mutua preocupación”, aseguran ambas potencias en un comunicado difundido tras el encuentro entre la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, y el secretario estadounidense del ramo, Wilbur Ross.

Estas conversaciones sobre asuntos de mutuo interés “incluyen el acero y el aluminio”, añade el comunicado, en el que también se aclara que los contactos perseguirán “identificar resultados mutuamente aceptables, tan pronto como sea posible”. Un tono reconciliador tras el cruce de declaraciones a uno y otro lado del Atlántico que, de materializarse, podría evitar una guerra comercial entre dos tradicionales aliados, más alejados ahora que nunca.

Malmström se ha desplazado esta semana a Washington para tratar de aclarar si Estados Unidos pretendía imponer las nuevas tarifas al acero y aluminio, anunciadas recientemente por Trump, a los productos europeos. El presidente estadounidense solo había indicado que Canadá y México estarán exentos, mientras negocian el acuerdo comercial norteamericano. Una estrategia que roza el chantaje, con la que pretende presionar a sus socios para que cedan ante las exigencias estadounidenses.

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Trump, que ha mostrado en numerosas ocasiones su animadversión hacia la UE, no ha querido aclarar hasta el momento si pensaba imponer tarifas a los países europeos o no, aunque había dejado la puerta abierta a evitar a aquellos que mostraran que son “amigos”. Reino Unido, por ejemplo. Pero la UE ya había advertido que, de ser afectada o alguno de sus miembros, respondería con aranceles sobre productos típicamente americanos, muchos de ellos fabricados en feudos republicanos que apoyaron a Trump a llegar a la Casa Blanca.

La cuestión será analizada mañana al más alto nivel en Bruselas, donde los jefes de Estado y de Gobierno se reúnen en su tradicional cumbre de primavera. Hasta el momento, las llamadas a la prudencia se han intercalado con las muestras de fortaleza ante los envites de Trump, perseverando en la unidad del bloque. Habrá que ver si el diálogo con el que Malström regresa de Estados Unidos convence a los líderes.