Dos hombres denuncian a una activista del movimiento #MeToo por acoso sexual

Cristina García, legisladora demócrata de la Asamblea de California, ha sido una de las máximas representantes del movimiento #MeToo que denuncia abusos sexuales a mujeres. También formó parte del número de la revista 'Times' en el que se eligió como personas del año a las activistas de #MeToo, el cual García ha impulsado dentro y fuera de la asamblea. Ahora, la legisladora ha sido denunciada por acoso sexual.

Según recoge Politico, Daniel Fierro, que trabajaba en la oficina de Ian Calderon, miebro de la Asamblea de California, aseguró que García le había manoseado el trasero y la espalda y que trató de tocarle la entrepierna en un partido de sóftbol en 2014. Según Fierro, García parecía estar bajo los efectos del alcohol. En aquel momento, él tenía 25 años y, según explica, no denunció por miedo a las consecuencias a largo plazo.

Pero Fierro no ha sido el único en denunciar supuestos comportamientos inapropiados de García. Un lobista de Sacramento que habló con el medio estadounidense y que prefirió permanecer en el anonimato, aseguró haber sido acosado por la legisladora el año pasado durante una recaudación de fondos organizada por el gobernador Jessy Brown. También coincidió en que García parecía haber bebido y afirmó que le hizo una proposición sexual explícita e intentó tocarle los genitales.

“Cada denuncia sobre acoso sexual debería tomarse en serio y yo participaré a fondo en cualquier investigación que tenga lugar”, dijo Cristina García en un comunicado remitido a Los Ángeles Times. En él, afirmó haber acudido al partido de sóftbol al que hacía referencia Fierro, pero añadió no tener ningún recuerdo de haberse comportado de manera inapropiada. “Va en contra de mis valores”, insistió.

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A finales del año pasado, como ya contó El Confidencial, las legisladoras de California se plantaron ante el acoso sexual que experimentaban en el mundo de la política estatal y su “cultura generalizada de machismo”. 147 políticas publicaron una carta conjunta en la que lamentaron que el ambiente de los círculos políticos de la capital dejara mucho que desear en su trato con las mujeres. Aunque explicaron que no todas habían sufrido acoso, todas conocían a alguien que lo había sufrido directamente, desde el comentario machista al abuso físico.

"Como mujeres líderes en política en un estado que se presenta como líder en justicia e igualdad, se podría asumir que nuestra experiencia ha sido distinta [a la de mujeres en otros ámbitos como la industria del cine]. Pero no lo ha sido. Cada una de las que firmamos hemos sido objeto o testigos de algún tipo de trato deshumanizador por parte de hombres en nuestros lugares de trabajo", decía la carta.