Es noticia
Suecia coquetea con la jornada laboral de 6 horas: más productividad; aún más costes
  1. Mundo
proyectos piloto arrojan resultados mixtos

Suecia coquetea con la jornada laboral de 6 horas: más productividad; aún más costes

Los primeros proyectos pilotos para reducir las horas de trabajo dejan resultados mixtos. Parece que aumenta la productividad y mejora la salud de los empleados, pero dispara los costes

Foto: Un trabajador limpia con una quitanieves una carretera en Saleby, en el suroeste de Suecia (Reuters).
Un trabajador limpia con una quitanieves una carretera en Saleby, en el suroeste de Suecia (Reuters).

Es mejor, pero no resulta rentable. Éste es el resumen de un experimento pionero llevado a cabo en Suecia para estudiar si es posible reducir a seis horas la jornada laboral. La conclusión, tras un proyecto piloto de dos años a punto de terminar, es que la productividad aumenta con este horario de trabajo y que la salud y satisfacción de los empleados mejora. Pero a un coste que hace inviable poner en práctica esta revolución del trabajo.

La residencia de la tercera edad de Svartedalens, en la ciudad sueca de Gotemburgo, ha sido el laboratorio donde poner a prueba la reforma más radical del mercado de trabajo europeo desde la controvertida introducción de la jornada de 35 horas en Francia. Durante dos años, sus 68 empleados han trabajado seis en lugar de ocho horas al día manteniendo íntegros sus salarios.

Los resultados han sido ampliamente positivos. Según una auditoría recogida por el periódico local Göteborgs-Posten, las bajas por enfermedad se han reducido entre los trabajadores y la atención a los ancianos en la residencia ha mejorado. Al comparar al personal de este centro con el de otro de control que mantiene la jornada de ocho horas, el informe descubrió que los empleados de Svartedalens tenían dos veces menos probabilidades de pedir bajas por enfermedad y se declaraban un 20% más contentos.

"Solía estar exhausta todo el tiempo. Llegaba a casa y me quedaba dormida en el sofá", recuerda en declaraciones al diario 'The Guardian' Lise-Lotte Pettersson, una enfermera de 41 años de Svartedalens, sobre el cambio que supuso esta experiencia. "Pero ya no más. Ahora estoy mucho más despierta: tengo mucha más energía para mi trabajo, pero también para mi vida personal", agrega. La responsable del centro, Ann-Charlotte Dahlbom Larsson, destaca la mejora en la calidad de vida de los empleados. "Desde los 90 teníamos más trabajo y menos personal. No podíamos seguir así. Hay muchas enfermedades y depresión entre los trabajadores del sector sanitario por extenuación. La falta de equilibrio entre trabajo y vida no es buena para nadie", asegura.

Arturo Pérez, otro empleado de la residencia, señala al diario 'The New York Times' que la reducción del horario ha redundado también en la calidad de la atención a los pacientes, personas de avanzada edad con enfermedades que requieren una atención especial como la demencia o el Alzheimer. “Un trabajador feliz es un mejor trabajador", resume.

placeholder Trabajadores en una planta de Volvo en Gotemburgo, Suecia (Reuters).
Trabajadores en una planta de Volvo en Gotemburgo, Suecia (Reuters).

Económicamente inviable

Pese a estos beneficios incontestables, las autoridades de Gotemburgo están pensando en aparcar el experimento. No tienen ningún plan para instituir este horario de forma permanente en Svartedalens o de generalizar este proyecto piloto en el sector público de la ciudad. Al menos por el momento. El motivo es económico. Para cubrir con nuevo personal el recorte de horas, la residencia tuvo que contratar a 17 nuevos empleados (hasta los 85), lo que supuso un coste extra de 12 millones de coronas suecas, unos 1,26 millones de euros.

Uno de los principales impulsores de la iniciativa reconoce su inviabilidad. El proyecto, explica Daniel Bernmar, responsable de Tercera Edad en el Ayuntamiento de Gotemburgo, "está totalmente ligado a mayores costes". "Sería demasiado caro poner en marcha una generalización de la reducción de las horas laborales en un período de tiempo razonable", reconoce este concejal del Partido de la Izquierda.

Bernmar, desde que llegó a su cargo en el Ayuntamiento de Gotemburgo, trató de sacar adelante este proyecto. "Hemos tenido 40 años con una semana laboral de 40 horas y ahora tenemos una sociedad con más bajas laborales y jubilaciones anticipadas", argumentaba al iniciar el experimento. Y proseguía con su razonamiento: "Queremos abrir una nueva discusión en Suecia sobre cómo debe ser la vida laboral para mantener un buen Estado de Bienestar por otros 40 años".

Otras formaciones políticas ya habían criticado la medida, como una forma de minar la competitividad económica sueca y erosionar las finanzas públicas. "Es el tipo de pensamiento económico que ha creado problemas en otros países de Europa", afirma Maria Rydén, del Partido Moderado. De corte liberal, su formación ha denunciado desde que se lanzó el proyecto piloto el aumento del gasto publico y la intrusión pública que supone esta medida en el mercado laboral. "No podemos pagar a la gente por no trabajar", sentencia.

Foto: Un grupo de personas caminan por el centro de Helsinki (Reuters)

Menos gasto en subsidios por desempleo

No obstante, las cuentas no son tan simples. La auditoria del proyecto apunta que el hecho de haber contratado a 17 personas más para sacar adelante la jornada de seis horas, redujo en 4,7 millones de coronas (unos 493.000 euros) el gasto del Estado sueco en subsidios por desempleo. El descenso de las bajas laborales también supone un ahorro. Además, sus defensores apuntan que esta medida favorecería a prolongar la vida laboral de los trabajadores en puestos intensivos en mano de obra.

A juicio de Bernmar, sería preciso poner en marcha más experiencias como la de Svartedalens para poder establecer las consecuencias a largo plazo de reducir las horas de trabajo a nivel general. "Creo que trabajar menos horas es la solución a largo plazo", señala a pesar de reconocer el problema de los costes. En su opinión, en las sociedades más avanzadas la capacidad adquisitiva y las posibilidades de consumo no lo son todo. El tiempo libre es ahora un elemento diferenciador, cualitativo. "Cuando más ricos somos, más necesitamos disfrutar de esa riqueza de formas diferentes a un nuevo coche o un mayor consumo", señala Bernmar.

Los sindicatos suecos tratan ahora de llevar a la agenda política la reducción de la jornada laboral esgrimiendo el caso de Svartedalens, que consideran un éxito a la vista de los resultados. Este experimento es "altamente simbólico", afirma Joa Bergold, responsable de Estudios del Landsorganisationen i Sverige (LO), el mayor sindicato sueco.

placeholder Trabajadores en el European Center for Disease Control, en Estocolmo (Reuters).
Trabajadores en el European Center for Disease Control, en Estocolmo (Reuters).

Otras iniciativas suecas

Suecia ya había coqueteado antes con esta experiencia. Dos hospitales de la localidad de Umeå también probaron durante un año -hasta el pasado noviembre- a mantener el sueldo a sus trabajadores tras reducirles a seis horas la jornada laboral, según el diario Kommunal Arbetarean. En la localidad de Kiruna también se trató de estudiar esta práctica con un programa que duró entre 1989 y 2005. Pero los resultados fueron dispares. En ambos casos no pudieron probarse los beneficios que han emergido del experimento en Svartedalens.

Además, el pasado septiembre se inició un programa similar en el departamento de Sundsvall, según el diario 'Sundsvalls Tidning'. Este proyecto piloto, que durará un año, trata de estudiar los efectos de la jornada de seis horas en la salud y la productividad de los trabajadores, pero también persigue atraer a personal cualificado de otras regiones. Asimismo, en el hospital universitario Sahlgrenska de Gotemburgo, el departamento de Ortopedia también ha adoptado de forma temporal el horario reducido.

Pero este tipo de experimentos no se limitan al sector privado. El concesionario de Toyota en Gotemburgo lleva trece años funcionando con dos turnos diarios de seis horas para sus 36 mecánicos. Su director gerente, Martin Banck, asegura que con esta medida "todo el mundo está contento", trabajadores y clientes. Además, los beneficios han repuntado un 25% en este período. Por su parte, la start-up tecnológica Brath, con 22 trabajadores entre Estocolmo y Örnsköldsvik, lleva desde su fundación hace tres años con horario reducido. También la empresa de software Filimundus, con sede en la capital sueca, lleva un año experimentando con jornadas de seis horas. En ambas compañias creen que la idea fomenta la productividad y la innovación, además de mejorar su atractivo como lugar de trabajo.

Es mejor, pero no resulta rentable. Éste es el resumen de un experimento pionero llevado a cabo en Suecia para estudiar si es posible reducir a seis horas la jornada laboral. La conclusión, tras un proyecto piloto de dos años a punto de terminar, es que la productividad aumenta con este horario de trabajo y que la salud y satisfacción de los empleados mejora. Pero a un coste que hace inviable poner en práctica esta revolución del trabajo.

Suecia Productividad
El redactor recomienda