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Los egipcios muerden la mano que les da de comer: el 70% son funcionarios
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NUEVA JORNADA DE PROTESTAS MULTITUDINARIAS

Los egipcios muerden la mano que les da de comer: el 70% son funcionarios

La prolongación de las protestas en Egipto está poniendo a los propios manifestantes en un brete. Ya llevan 14 días acampados en la plaza de Tahrir

Foto: Los egipcios muerden la mano que les da de comer: el 70% son funcionarios
Los egipcios muerden la mano que les da de comer: el 70% son funcionarios

La prolongación de las protestas en Egipto está poniendo a los propios manifestantes en un brete. Ya llevan 14 días acampados en la plaza de Tahrir y muchos empiezan a plantearse en qué momento deberían volver a hacer una vida ‘normal’ o hasta qué punto pueden tensar la cuerda y no acudir a su trabajo para continuar pidiendo la salida del dictador Hosni  Mubarak. Lo curioso del caso es que la mayoría de ellos, el 70% de la población egipcia, trabaja precisamente para el gobierno del rais.

Esta situación provoca, como publicó este martes la web Zero Hedge, una especie de ‘Síndrome de Estocolmo en torno al Nilo’ que sufren las miles de personas que, a pesar de confiar eufóricamente en derrocar a su gobernante, son conscientes de que es su Ejecutivo el que les da de comer a ellos y a sus familias. Esto trae otra gran disyuntiva: volver al trabajo para no arriesgarse a perderlo, o para conseguir dinero, supone de alguna manera apoyar al sistema contra el que se han levantado.

Desde este martes miles de manifestantes se sumaron a los que estaban acampados en la plaza en respuesta a un nuevo llamamiento de manifestación masiva. Fuentes de los Hermanos Musulmanes, el principal grupo de la oposición, calculan que en la plaza Tahrir había después del mediodía cerca de 300.000 personas, una cifra que no fue posible contrastar con cálculos de las fuerzas de seguridad. Pero, según pudo constatar Efe, la multitud reunida este martes era similar a la de las jornadas en las que han acudido centenares de miles de personas.

De momento no parece que nadie sepa muy bien hacia dónde se dirige la revuelta, el país continúa medio paralizado y nadie tiene muy claro cuándo llegará la normalidad. En el terreno político, el diálogo entre el régimen y la oposición comenzó el domingo con una reunión entre el vicepresidente egipcio, Omar Suleimán, y varias fuerzas políticas, entre las que estaban los ilegalizados los Hermanos Musulmanes. Sin embargo, muchas voces coinciden en restar legitimidad a los grupos que participan en las negociaciones, ya que "el centro de poder de la revuelta está en la plaza Tahrir", según el analista Issandr Amrani, autor del prestigioso blog The Arabist.

La bolsa sigue cerrada

Después de dos semanas en esta situación, la crisis política que atraviesa Egipto está impactando negativamente en el valor de la moneda local, mientras que la Bolsa de Egipto, temiendo un desplome de sus acciones, anunció que no reanudará sus sesiones hasta el próximo domingo. La libra egipcia, que se estaba cotizando en torno a 5,7/5,8 frente al dólar antes de que comenzara la crisis, se está acercando en los últimos días a las 6 libras frente al dólar, en niveles no vistos en seis años.

Volviendo a los funcionarios, que representan la mayoría de la masa laboral del país, Mubarak hizo este lunes un intento por tranquilizarlos y ‘empujarlos’ suavemente hacia sus casas y puestos de trabajo al anunciar una subida del 15% de los salarios de los funcionarios y de los pensionistas. El Gobierno aprobó también la creación de un fondo a altura de 5.000 millones de libras (840 millones de dólares) para compensar a los propietarios de comercios, de fábricas y de vehículos víctimas de robos, de pillaje y de vandalismo durante las manifestaciones, en un intento por tranquilizar a los opositores.

Frente a estos anuncios del régimen el Movimiento 6 de Abril, que convocó la primera protesta masiva el pasado 25 de enero, ha llamado a participar hoy martes en dos manifestaciones, una de ellas multitudinaria en la plaza Tahrir, para recordar al gobierno que no quieren negociaciones hasta que Mubarak abandone el poder.  Habrá que ver a lo largo de estos días si los funcionarios que siguen en Tahrir se decantan por sus ideales o por su trabajo.

Camino a la constitución

Mientras tanto, el aún presidente egipcio, Hosni Mubarak, aprobó este martes la formación de un comité constitucional para estudiar las reformas constitucionales necesarias para responder a las peticiones de las fuerzas y personalidades políticas participantes en el diálogo nacional. Este anuncio fue realizado por el vicepresidente, Omar Suleimán, en unas declaraciones emitidas por la televisión estatal egipcia tras reunirse con Mubarak. El presidente ordenó también al primer ministro egipcio, Ahmed Shafiq, que forme otro comité de seguimiento para supervisar la aplicación de lo acordado durante la reunión mantenida el pasado domingo entre Suleimán y varios grupos opositores y personalidades políticas.

La prolongación de las protestas en Egipto está poniendo a los propios manifestantes en un brete. Ya llevan 14 días acampados en la plaza de Tahrir y muchos empiezan a plantearse en qué momento deberían volver a hacer una vida ‘normal’ o hasta qué punto pueden tensar la cuerda y no acudir a su trabajo para continuar pidiendo la salida del dictador Hosni  Mubarak. Lo curioso del caso es que la mayoría de ellos, el 70% de la población egipcia, trabaja precisamente para el gobierno del rais.