Darrell Issa, la pesadilla de Obama

Darrell Issa. 57 años. Dueño de decenas de patentes electrónicas, miembro de la marina estadounidense y uno de los impulsores de la Feria CES de Electrónica que ha llenado Las Vegas de lo último en tecnología. Pero este californiano, millonario gracias a que inventó un sistema de alarmas antirrobo para vehículos -todavía lleva su voz en el sistema- cambió de aires en 2001 al convertirse en miembro de la Cámara de Representantes. Diez años después, estrena cargo en el Comité de Supervisión del Gobierno y promete convertirse en la pesadilla de Obama.

Pero si el apodo que acompaña al puesto de Presidente del Comité de Supervisión del Congreso es el de "perro guardián", Issa prefiere que le recuerden como "el chivato del gobierno", como apunta el diario Washington Post. 

Issa comienza el año con todo el ruido que no hizo en la última década. Ya el pasado otoño preparaba el terreno con declaraciones sonoras, como acusar a Obama de ser uno de los presidentes más corruptos de la historia. Qué mejor que un titular con sus declaraciones para ponerle en el mapa de la actualidad. Qué mejor que mantenerse ahí con una buena corrección. Y con un toque personal. Issa rectificó en un programa de CNN y admitió que nunca debería haber implicado que Obama sea "personalmente corrupto". Aunque añadió que la CNN tampoco entiende el significado de esta palabra. 

 

Un político agresivo y duro con la Administración Obama

 

El Comité de Supervisión del Gobierno es uno de los grupos de los que se compone la Cámara de Representantes en función del tipo de legislación en que trabajan. La renovación que llega con cada ciclo electoral muchas veces deja abiertos los puestos de liderazgo de estos comités, una presidencia más que codiciada. Las leyes aprobadas gracias al trabajo de estos comités se convierten muchas veces en carta de presentación de un candidato a pisar la Casa Blanca.  Otras, como en el caso de Issa, su agresividad a la hora de pedir responsabilidades al Gobierno amenaza con hacer sombra al ahora líder republicano, John Boehner. 

Por el momento, se ha hablado casi tanto de las lágrimas de Boehner como de la avaricia de Issa. Éste ha prometido tantas investigaciones que él mismo reconoce que aún con siete reuniones a la semana no le daría tiempo a investigar todo lo que quiere. Desde Afganistán hasta las filtraciones de Wikileaks. Desde el sistema de creación de empleo hasta la crisis de las hipotecas. Desde la actuación de Fannie Mae y Freddie Mac hasta la retirada de alimentos por parte de las autoridades. 

El objetivo consiste en analizar las actuaciones del Gobierno a la hora de implementar la ley y, con suerte, minar la confianza de los norteamericanos en un Obama que, casi con toda seguridad, se presentará a la reelección. El comité pedirá la presentación de documentos y sentará en el Congreso a miembros de la Administración para que se justifiquen. 

Para POLITICO, "es una tradición de la que ha escapado Obama mientras sus aliados ocupaban los asientos de presidencia de estos comités. Ahora el Gobierno se encontrará dividiendo el tiempo entre hacer su trabajo y justificar todas sus decisiones". 

No es una novedad. Cuando los demócratas recuperaron la mayoría de la Cámara de Representantes en 2006, Henry Waxman aprovechó la presidencia de este comité para presentar más de 1.000 citactiones judiciales contra el gobierno de Bush. Waxman quiso dejar su huella personal en los dos últimos años de Bush como ahora quiere hacerlo Issa con Obama. 

 

Su "Compromiso con Ámerica"

 

La estrategia forma parte del impulso republicano para dar la vuelta a la mayoría de las reformas impulsadas por el presidente demócrata. La primera de ellas será someter a votación el próximo miércoles la anulación de la reforma sanitaria. Los republicanos quieren cumplir al detalle su "Compromiso con América", el conjunto de medidas con las que se presentaron a las elecciones legislativas del pasado noviembre.

Issa tendrá que trabajar con los miembros de su propio partido y hacer malabares con los intereses de cada uno. No podrá hacer sombra a las iniciativas ni los intereses de John Boehner, bien colocado para una posible candidatura presidencial en 2012. Tampoco podrá ser tan ambicioso como para arruinar sus propios objetivos. A pesar de todas sus promesas, el comité sigue sin tener un programa de trabajo, un calendario de investigaciones ni ha concretado sus prioridades. 

"Al otro lado del pasillo", como se refieren los norteamericanos al bando político contrario, los demócratas ya preparan su defensa. Han elegido a uno de los abogados y asesores del Comité de Seguridad Nacional de Obama. Según explica POLITICO, es investigador del Congreso, durante once años dirigió el Subcomité de Supervisión y fue asesor de Waxman, el Issa de George Bush.