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Un aviso para Madrid: el nuevo alcalde de Roma acaba con los parquímetros
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TRAS LAS PROTESTAS CIUDADANAS

Un aviso para Madrid: el nuevo alcalde de Roma acaba con los parquímetros

No sólo en España los ciudadanos protestan por la imposición de parquímetros cuyo único fin aparente es aumentar la recaudación del alcalde de turno. En Italia,

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Un aviso para Madrid: el nuevo alcalde de Roma acaba con los parquímetros

No sólo en España los ciudadanos protestan por la imposición de parquímetros cuyo único fin aparente es aumentar la recaudación del alcalde de turno. En Italia, el tribunal administrativo de la región del Lacio ha decidido que los sufridos conductores tenían razón en sus quejas, obligando al Ayuntamiento de Roma a liberar casi 100.000 plazas de aparcamiento de pago. Aduce el tribunal que esta zona azul se encuentra en una zona residencial –el barrio de Ostiense- donde no hay apenas circulación turística ni atractivos especiales que justifiquen la imposición de tantos puestos de pago frente a los pocos espacios gratuitos donde aparcar el coche.

La decisión del tribunal ha animado al nuevo alcalde de Roma, el derechista Gianni Alemanno, a cumplir su promesa electoral de eliminar todas las zonas azules de la ciudad. Cuando estaba en la oposición, Alemanno denunció que con la imposición de los parquímetros, los dos alcaldes de centro izquierda previos sólo querían recaudar más, no mejorar el terrible tráfico de la ciudad. Ahora que ha alcanzado el Capitolio (la célebre colina donde está ubicada la sede del poder municipal en Roma), Alemanno se ha puesto manos a la obra para eliminar las zonas azules de la capital de Italia.

El principal problema al que se enfrenta el alcalde es la cifra que dejará de ingresar el Ayuntamiento por esta decisión: al menos 27 millones de euros. “No será fácil recuperar esa cantidad”, reconoce Fabrizio Santori, concejal y compañero de partido de Alemanno. La solución vendrá con el aumento de los ingresos por los billetes de autobús y metro, que actualmente sólo llegan a 199 millones de euros. En opinión de Santori, esta cifra es “muy baja” y se debe en parte a los casi inexistentes controles en los autobuses de la ciudad, que se han convertido “en medios de transporte casi gratuitos para los ciudadanos”.

Santori considera que no será difícil conseguir que los romanos y los turistas paguen cuando cojan el autobús: basta con reorganizar a los empleados de la empresa municipal de transportes y aumentar los controles. Sólo con una mayor presencia de los revisores, los italianos y extranjeros se decidirán a pagar por el autobús, ya que ahora es más rentable no adquirir nunca el billete y abonar el importe de la multa en las escasísimas ocasiones en que se produce un control.

Caos circulatorio

En espera de que se haga realidad la mejora del transporte público prometida por Alemanno, hay riesgo de que la decisión de acabar con las zonas azules aumente todavía más el caos del tráfico de la ciudad. Roma adolece de aparcamientos subterráneos, sólo tiene dos líneas de metro y los autobuses suelen ir retrasados y atestados de viajeros. Ante esta situación, a los romanos les resulta muy difícil prescindir de sus automóviles privados, que ahora además podrán aparcar gratis, siempre que encuentren un espacio libre.

De momento, y para evitar que empeore aún más el tráfico en las estrechas calles y plazas del centro histórico, Alemanno ha mantenido en esta zona los parquímetros funcionando. Así, al menos, los turistas que pasean por la Fontana de Trevi y por el Trastevere o acudan a cenar a los restaurantes del barrio de Testaccio tendrán un respiro frente a la invasión automovilística que se cierne sobre el resto de la ciudad.

No sólo en España los ciudadanos protestan por la imposición de parquímetros cuyo único fin aparente es aumentar la recaudación del alcalde de turno. En Italia, el tribunal administrativo de la región del Lacio ha decidido que los sufridos conductores tenían razón en sus quejas, obligando al Ayuntamiento de Roma a liberar casi 100.000 plazas de aparcamiento de pago. Aduce el tribunal que esta zona azul se encuentra en una zona residencial –el barrio de Ostiense- donde no hay apenas circulación turística ni atractivos especiales que justifiquen la imposición de tantos puestos de pago frente a los pocos espacios gratuitos donde aparcar el coche.

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