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Un informe culpa al secretario general de la ONU de no haber puesto freno a la corrrupción y el fraude.
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Un informe culpa al secretario general de la ONU de no haber puesto freno a la corrrupción y el fraude.

El último informe sobre la mala gestión del programa "Petróleo por Alimentos" lanza duras críticas contra el secretario general de la ONU, Kofi Annan, por no

Foto: Un informe culpa al secretario general de la ONU de no haber puesto freno a la corrrupción y el fraude.
Un informe culpa al secretario general de la ONU de no haber puesto freno a la corrrupción y el fraude.

El último informe sobre la mala gestión del programa "Petróleo por Alimentos" lanza duras críticas contra el secretario general de la ONU, Kofi Annan, por no haber puesto freno a la corrupción y el fraude en su aplicación en Iraq. Fruto de esta falta de supervisión, además de la dejadez del Consejo de Seguridad, se multiplicaron los casos de corrupción entre los altos funcionarios de la ONU, algunos de ellos ya en manos de la Justicia por el cobro de sobornos y comisiones. Además, se permitió que el ex dictador Sadam Husein se embolsara 10.800 millones de dólares gracias al contrabando de crudo fuera del control del programa humanitario.

"Como máximo administrador de la ONU, asumo la responsabilidad de los fallos que se han revelado, tanto en la implementación del programa como en el funcionamiento del Secretariado", dijo Annan.

No obstante, Annan se mostró satisfecho de que los investigadores no hayan encontrado indicios, tras una larga investigación, de que hubiera favorecido a la empresa donde trabajaba su hijo Kojo, Cotecna, que recibió un contrato millonario para supervisar la entrada de mercancías en Iraq.

Su hijo Kojo Annan recibió supuestamente más de 750.000 dólares de varias compañías dedicadas al comercio del petróleo, actualmente bajo investigación internacional por su papel en el programa iraquí de Petróleo por Alimentos. El dinero fue remitido entre los años 2002 y 2003 a una cuenta que Kojo Annan abrió con su segundo nombre, Adeyemo, en la sucursal suiza del banco Coutts, según personas familiarizadas con las transacciones de dos de las compañías que efectuaron los pagos, publica el diario Financial Times.

Annan se mostró "profundamente decepcionado" por los casos de corrupción entre altos funcionarios, si bien subrayó que "la mayor corrupción se produjo entre las compañías privadas, manipuladas por el gobierno" de Iraq.

Por ello, insistió en la necesidad de "aprender lecciones" del informe y avanzar en los planes de reforma de la ONU, que debe aprobarse en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la próxima semana.

El informe dado a conocer el miércoles por Volcker revela otras irregularidades, como el intento de Sadam Husein de sobornar el ex secretario general de la ONU Butros Gali, a cambio de favores en la implementación del programa "Petróleo por Alimentos".

El monto del soborno, del que no hay indicios de que llegara a manos de Butros Gali, fue recibido por Samir Vicent, un empresario estadounidense-iraquí, y Tongsun Park, un surcoreano que hacía de intermediario entre el Gobierno de Iraq y los funcionarios de la ONU.

Ambos están siendo procesados judicialmente en un tribunal federal de Nueva York, acusados de conspiración y fraude.

El voluminoso informe -casi mil páginas- que el ex presidente de la Reserva Federal de EEUU Paul Volcker entregó el miércoles al Consejo de Seguridad incluye las conclusiones de más de un año de investigaciones.

El programa humanitario fue ideado para que Iraq, en los años más duros del embargo impuesto tras la invasión de Kuwait, pudiera vender petróleo a cambio de comprar bienes de primera necesidad, y poder así suministrar alimentos a la mayor parte de la población.

A partir de esta idea, se generó un cúmulo de circunstancias que acabaron por crear una extensa red de corruptelas y fraudes, especialmente por la incapacidad de la ONU de controlar un programa de tan increíble tamaño, pues movió 64.000 millones en la venta de crudo y 39.000 millones en la compra de alimentos.

Además, según los investigadores, la ONU cometió el error de que el régimen iraquí seleccionara las empresas a las que vendía el petróleo, así como a las que compraba los bienes de primera necesidad.

El último informe sobre la mala gestión del programa "Petróleo por Alimentos" lanza duras críticas contra el secretario general de la ONU, Kofi Annan, por no haber puesto freno a la corrupción y el fraude en su aplicación en Iraq. Fruto de esta falta de supervisión, además de la dejadez del Consejo de Seguridad, se multiplicaron los casos de corrupción entre los altos funcionarios de la ONU, algunos de ellos ya en manos de la Justicia por el cobro de sobornos y comisiones. Además, se permitió que el ex dictador Sadam Husein se embolsara 10.800 millones de dólares gracias al contrabando de crudo fuera del control del programa humanitario.