Entramos en el cuartel general de Michelin en Almería: un secreto con 50 años de historia

Nos encontramos en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Entre invernaderos y pequeños pueblos almerienses, un enorme cartel de Michelin nos da la bienvenida a unas instalaciones guardadas casi en secreto durante los últimos 50 años. Estamos en uno de los nueve centros de experimentación que el grupo francés tiene repartidos por el planeta, aunque este concretamente es el más grande de todos, pues ocupa un área de 4.500 hectáreas y tiene una superficie construida de 60.000 metros cuadrados. Un complejo enorme en el que Michelin no para de innovar e investigar, sometiendo a los neumáticos a condiciones y usos extremos, ya estén destinados a turismos, vehículos agrícolas e industriales, máquinas pesadas o aviones.

Para entender lo que supone el Centro de Experimentación de Michelin de Almería (CEMA), este complejo cuenta con 170 expertos altamente cualificados, que disponen de las tecnologías más avanzadas para la captación y tratamiento de millones de datos, así como pistas especializadas de más de 100 kilómetros de longitud, topo tipo de superficies que se adaptan a cualquier conducción de uso, un amplio parque de máquinas de rodaje y más de 250 vehículos, que cada año recorren cerca de 20 millones de kilómetros durante las pruebas. Y con una evolución constante, ya que en 1973, año de inauguración del centro, la plantilla era de 59 personas, había seis vehículos de prueba y existía una única pista de ensayos, de 3,5 kilómetros.

Y en todo este despliegue, las condiciones de Almería juegan un papel determinante para que estas instalaciones se hayan convertido en una de las más importantes del mundo. La ubicación es perfecta para las pruebas de neumáticos, con un microclima particular caracterizado por uno de los niveles de lluvia más bajos de Europa, y un nivel estable de la temperatura. De hecho, varios fabricantes de renombre estaban haciendo ahora mismo sus propio ensayos en este centro con modelos que no se comercializan en nuestro país, pues Michelin también alquila sus pistas, y por los alrededores nos encontramos varias mulas de pruebas recorriendo las carreteras almerienses, algo habitual ya en la comarca.

Pruebas con los dumper

Durante nuestra jornada en Almería tuvimos ocasión de ver pruebas y talleres de todo tipo. Desde camiones autónomos que no paran de rodar desde 1977, pruebas de ruido en las que diferentes vehículos ruedan a velocidades de entre 70 y 80 km/h para lograr homologaciones, o diferentes talleres en los que analizan, miden y desgranan cada cable y componente del neumático para saber cómo han salido las pruebas realizadas. Pero entre todas ellas, sin lugar a dudas, la más impactante es ver in situ los ensayos a los que someten a los dumpers, los enormes camiones utilizados en minería, y que tienen neumáticos gigantescos de 63 pulgadas, los más grandes del mundo, fabricados en las plantas de Michelin en Vitoria y Estados Unidos.

El CEMA tiene dos dumpers en propiedad, un Caterpillar CAT 797 del 2000 y un CAT 797F del 2020, las únicas unidades en Europa, pues el resto opera principalmente en minas de Sudáfrica y Latinoamérica. En directo, estas auténticas moles te dejan boquiabierto. El 797F, que mide 14,8 metros de largo, siete metros de altura y pesa unas 260 toneladas (solo el volquete de carga supone 43 toneladas), tiene una capacidad de carga de 400 toneladas y rinde una potencia de 3.500 CV, y cada uno de sus neumáticos cuesta 60.000 euros. Un sinfín de datos a cada cual más sorprendente.

En la prueba se coloca un suelo de pórfidos, unas de las piedras más resistentes del mundo, traídas de Cartagena, y durante los 600 minutos de ensayo el dumper pasa una y otra vez sobre ellas. Cada media hora se sustituyen, y este monstruo de la automoción las supera como si se tratase de un badén. De hecho, la mayoría de ellas terminan rotas o abiertas.

La sostenibilidad, muy presente

En su hoja de ruta, Michelin se ha comprometido a que en 2050 todos sus neumáticos estén fabricados con materiales 100% sostenibles, reciclados o de origen biológico, con el objetivo de alcanzar ya el 40% en 2030 y aumentar la eficiencia energética en hasta un 10% en comparación con 2020, sin comprometer las prestaciones. De hecho, el fabricante francés tiene más de 6.000 expertos a nivel global dedicados a desarrollar neumáticos cada vez más avanzados, con unas inversiones anuales superiores a 698 millones de euros.

Una investigación y compromiso muy presente en el CEMA. “Hemos automatizado muchas de nuestras pruebas para ser más sostenibles e, incluso, tenemos proyectos en desarrollo como la instalación de un campo de generación fotovoltaica de 25.000 metros cuadrados para suministro propio”, nos explican durante nuestra visita.

Comprometidos con el entorno

Una de las premisas de Michelin es cuidar el entorno del Cabo de Gata. Para ello, el CEMA realiza una amplia labor de protección y conservación del parque, con tareas de rehabilitación y reintroducción de especies protegidas, tanto de flora como de fauna. De hecho, una de las mayores sorpresas que depara la visita al complejo almeriense es un impresionante ejemplar de Dracaena Drago, el famoso drago originario de las islas Canarias, que supera los 400 años y es uno de los símbolos del centro.

Además, Michelin mantiene convenios de colaboración con el organismo rector del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, con las universidades y otras entidades, para la conservación y mejora constante de este paraje único.