Anesdor prevé que las motos crezcan en 2024 pese a las medidas propuestas por Interior

Como ya anticipamos cuando se dieron a conocer los datos de matriculaciones, el sector de la motocicleta ha cerrado 2023 con los mejores registros desde 2008, con un crecimiento del 11,4% y 225.000 unidades matriculadas. Esto representa ya el 16,6% del mercado, lo que supone que la industria de la moto ha ganado cinco puntos desde 2019. En el último decenio, el parque motociclista ha crecido un 18,79 %, y entrando más al detalle, las motos ligeras (hasta 125 cc) han crecido un 49,06%.

Todos son datos positivos, porque las matriculaciones han crecido en todas las comunidades autónomas, en todos los segmentos y en todas las cilindradas, y también en el canal de ventas de particulares y empresas, mientras que ha sufrido un importante retroceso en el canal de alquiler, un dato explicable dado que en 2022 este canal, sujeto a periódicas renovaciones de flotas, había crecido por encima del 100%, y era de esperar que 2023 fuera un año valle para las compras de los alquiladores.

Las buenas noticias se han quedado atragantadas por el anuncio de una serie de medidas contra la siniestralidad motociclista, que la pasada semana planteó el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que en algún caso concreto podría suponer un torpedo en la línea de flotación de la industria, porque afectaría especialmente al segmento de las motos ligeras, piedra angular de la industria motociclista española.

Anesdor, la asociación gremial de la industria motociclista, ha analizado la situación y valorado la posible incidencia de estas medidas para elaborar sus previsiones de cara a 2024, que a pesar de la incertidumbre por la vaguedad e indefinición de dichas medidas, les permite contemplar el ejercicio que ahora se está iniciando con un moderado optimismo, porque Anesdor prevé un crecimiento del 2,1%, para llegar a un total aproximado de 230.200 matriculaciones. Es decir, que a pesar de la zozobra de las medidas que plantea Interior, el sector de la industria motociclista tiene la suficiente solidez y madurez para capear el temporal, aunque sus responsables no descartan que haya que realizar algún ajuste en su previsión a lo largo del año.

La respuesta de Anesdor

El crecimiento de la siniestralidad motociclista ha sido verdaderamente elevado, y así lo reconoce Anesdor, pero considera que las medidas planteadas por la Administración en la comparecencia de la semana pasada no son efectivas. Para Jordi Bordoy, presidente de Anesdor, “la industria sigue haciendo esfuerzos con el compromiso con el medioambiente y con la seguridad, pero muchas de las medidas anunciadas por el Gobierno no aportan soluciones, y tendrán un importante impacto en la industria y la sociedad”.

Una vez más, Anesdor hizo énfasis en la necesidad de que las diferentes administraciones tengan a la moto en la misma consideración que a otra clase de vehículos, ya que aunque la sociedad ha elegido a la motocicleta como “una aliada de la movilidad sostenible”, dijo Bordoy, esta sigue sin estar presente en los planes de movilidad urbana sostenible de muchas ciudades. “Ahora solo nos falta que el Gobierno y diferentes administraciones otorguen a la moto la importancia que merece y la tengan más en cuenta en sus políticas y planes en todos los ámbitos. Las motos, ni son bicis, ni son coches, tienen singularidad y requieren una atención particular”, indicó José María Riaño, secretario general de Anesdor, que se encargó de realizar una amplia exposición en respuesta a los anuncios de Grande-Marlaska.

La asociación considera que las medidas presentadas resultan poco definidas en general y necesitan entrar más en el detalle para una adecuada implantación, y hay algunas que considera positivas, como el desarrollo de cursos específicos para motoristas para recuperar puntos, aunque se trate de un grupo minoritario, así como la implantación de cursos voluntarios de conducción segura y cursos periódicos para empresas. De hecho, Anesdor viene trabajando en la formación continua de motoristas desde hace años: ya va por la novena edición de su curso de Formación 3.0, que realiza en colaboración con Transit de la Generalitat de Catalunya.

Anesdor también apoya la actualización de los cursos de acceso al permiso A, dedicándole más horas a la formación práctica. Del mismo modo, encuentra razonable la implementación de medidas más exigentes en el equipamiento motociclista, como los guantes homologados obligatorios en carretera, o el airbag para motoristas, aunque reconoce que esta es aún una tecnología inmadura.

En la obligatoriedad de usar casco integral o modular en carretera, Anesdor considera que se hace necesaria una mayor definición, porque el área metropolitana de las ciudades cuenta con tramos que pasan de urbanos a carretera sin alternativa, y eso puede plantear conflictos. También reconoce que esta medida afecta a otros ámbitos minoritarios, como el trial, que requiere el uso de un casco abierto, y cuya actividad se realiza fuera de las vías de circulación. Y, además, también hay que valorar el impacto de esta medida en la industria del casco, precisamente después de que haya tenido que realizar una importante inversión para adaptarse a la nueva homologación 22.06.

Donde Anesdor se muestra tajante es en la propuesta de implantar cursos obligatorios para la convalidación del permiso B/A1: “Es la medida más dañina y no aportaría mejora alguna”, afirmó. Esta es la medida más activa planteada por Interior contra la siniestralidad, pero prevé ejecutarla precisamente sobre el colectivo que menos influye en los datos de siniestralidad. Anesdor presentó una valiosa referencia para replicar a la idea de la Administración: los datos de la frecuencia de la siniestralidad aportados por las compañías aseguradoras reflejan que el usuario del permiso B/A1 es el perfil que mejores registros de siniestralidad presenta, con un descenso progresivo y continuado de los accidentes, como también los usuarios del permiso A. Y, sin embargo, la Administración carga contra la convalidación, que es además el pilar fundamental de la industria motociclista.

“Empezamos 2024 preocupados con las medidas anunciadas por el Ministro de Interior. Somos los primeros interesados en reducir la siniestralidad, pero creemos que algunas de estas medidas no ayudarán a mejorar y sí perjudicarán a la economía y a la nueva movilidad”, indicó Riaño. Anesdor propone una mayor dotación presupuestaria de la DGT para invertir en seguridad vial, pero la Administración descarga toda la responsabilidad de la siniestralidad en el usuario, olvidando que se hacen necesarios una mejora y un mayor mantenimiento de la infraestructura vial. También considera imprescindible la creación de un grupo de trabajo de expertos, más dinámico y más activo, y que se realicen análisis con mayor profundidad, se actualice el catálogo de medidas existentes, priorizando el análisis de impacto y el coste/beneficio.

En definitiva, queda camino por recorrer, y es necesario definir más las propuestas por parte de la Administración para combatir la siniestralidad, pero la responsabilidad no puede recaer exclusivamente sobre el usuario y la industria.