Stellantis y la china GAC acuerdan declarar en bancarrota su 'joint venture' GAC-FCA

El grupo Stellantis N.V. y la compañía china Guangzhou Automobile Group Co. Ltd., accionistas únicos de GAC-FCA, aprobaron días atrás una resolución que autoriza a esta joint venture creada hace 12 años a declararse en bancarrota, en un contexto de pérdidas. Stellantis, que ha visto detenido por completo el valor de su inversión en GAC-FCA y otros activos relacionados con sus resultados financieros del primer semestre de 2022, ha anunciado paralelamente que seguirá prestando servicios de calidad a los clientes actuales y futuros de la marca Jeep en el mercado chino.

Fundada en marzo de 2010 como GAC Fiat Chrysler Automobiles Co. Ltd., y rebautizada después como GAC-FCA y GAC-Stellantis, la joint venture tenía su sede en la localidad china de Changsha y estaba participada al 50% por las dos compañías accionistas. La firma del acuerdo vinculante, que implicaba una inversión inicial de 559 millones de dólares por parte de Fiat, se produjo un año antes, durante la visita del líder chino Hu Jintao al primer ministro italiano Silvio Berlusconi en Roma, y la factoría, construida en la provincia de Guangzhou, empezó a operar en 2012, primero produciendo modelos de origen Fiat específicos para el mercado chino, como el Ottimo y el Viaggio, y después dedicándose también a modelos de la gama Jeep, como el Cherokee, el Compass y el Renegade.

Además, la fabricación de vehículos de Jeep por parte de GAC-FCA incluía desde 2018 un modelo específico para China, el Grand Commander, un SUV de 4,87 metros de largo y cinco plazas dotado de un motor 2.0 Turbo de gasolina de 230 CV y un cambio automático de nueve marchas, y equipado con un sistema que permite elegir entre tracción delantera o tracción total. Poco después, además, la gama añadió una versión híbrida enchufable con batería de 13 kWh capaz de recorrer hasta 70 kilómetros en modo eléctrico y alcanzar 125 km/h de velocidad máxima en el modo sin emisiones.

Sin embargo, las ventas de GAC-FCA no alcanzaron nunca los niveles previstos, siendo 2017 el mejor año para la joint venture, cuando produjo algo más de 205.000 unidades entre Fiat y Jeep. Pero a partir de ese momento las cifras cayeron, totalizando menos de 125.000 unidades en 2018, menos de 73.000 en 2019, poco más de 40.000 en 2020 y unas 20.000 en 2021, tendencia que condujo a una situación de pérdidas y, finalmente, a la bancarrota que ahora acaban de autorizar tanto Stellantis como su socio local.