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Los nuevos sistemas de conducción asistida anticipan una alternativa al coche autónomo
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Los nuevos sistemas de conducción asistida anticipan una alternativa al coche autónomo

Los vehículos más avanzados están incorporando todo tipo de tecnologías que corrigen los errores del conductor y ayudan a mantener la seguridad con tecnologías sorprendentes

Foto: El nuevo Mazda CX-5 es un buen ejemplo de los sistemas de asistencia al conductor
El nuevo Mazda CX-5 es un buen ejemplo de los sistemas de asistencia al conductor

Cada día se habla más del coche autónomo, que no necesitará de la atención de su conductor para llegar al destino, pero aún falta mucho tiempo para que se convierta en una realidad. Sin embargo, los fabricantes de automóviles trabajan a un ritmo muy fuerte en lo que podemos llamar la conducción asistida. Una tecnología que sí es ya una realidad disponible en algunos de los modelos más avanzados del mercado.

Para ofrecer la conducción asistida, los vehículos incorporan sistemas de ayuda tales como detección de señales, sistemas de asistencia de mantenimiento del carril, de ajuste de la distancia con respecto al coche de delante, detección de peatones y muchos otros que cada día se añaden en el concepto del coche inteligente.

Con el propósito de ofrecer todos estos servicios, los vehículos modernos incorporan una cámara frontal, situada en la parte superior del parabrisas y un equipo de láser en la parrilla frontal. Con ello, estos modelos que nos acercan al futuro del coche autónomo, permiten que el coche pueda ver por nosotros algunos riesgos, como un peatón cruzando la calle, un ciclista o un coche que frena de manera imprevista.

Un buen ejemplo de todos estos sistemas de asistencia al conductor puede ser el nuevo Mazda CX-5, un todocamino compacto que está equipado con los más sofisticados sistemas de ayuda a la conducción. Su equipamiento incorpora las últimas tecnologías de seguridad mediante el sistema i-ACTIVSENSE, cuyo objetivo es facilitar la labor del conductor en todas las situaciones y elevar con ello la seguridad activa hasta el máximo nivel.

Una cámara inteligente

Para ello, la nueva generación del Mazda CX-5 adopta una nueva cámara de visión delantera que trabaja de manera conjunta con el radar que ya contaba la generación anterior del modelo. Esta cámara ha ampliado de manera notable las capacidades de detección y también las posibilidades de la tecnología i-ACTIVSENSE de Mazda.

Gracias a esta cámara frontal se consiguen nuevas funcionalidades, la primera de todas ellas el control de crucero adaptativo con función stop and go. Esto significa que su conductor solo debe ajustar una velocidad y el vehículo se ocupa por sí solo de mantener esa velocidad elegida por el conductor, acelerando o reduciendo la potencia de su motor para rodar a esa velocidad. El vehículo decelera automáticamente, de forma progresiva, al encontrar otro automóvil delante, manteniendo la distancia de seguridad hasta que sale de delante o se le adelanta. Si el vehículo de delante frenara de repente, el Mazda CX-5 también lo haría automáticamente lo más suavemente posible o alertando al conductor de una frenada de emergencia.

placeholder El coche pueda ver por nosotros algunos riesgos, como un peatón cruzando la calle
El coche pueda ver por nosotros algunos riesgos, como un peatón cruzando la calle

Por otra parte, y gracias a la cámara, se puede ajustar la distancia respecto al coche de delante, frenando o acelerando de manera automática en función del tráfico, pero siempre con el objetivo de mantener lo mejor posible la velocidad elegida. Incluso este sistema llega a parar completamente el vehículo y posteriormente arranca cuando el tráfico lo permite, y todo ello sin que su conductor tenga que hacer nada.

Faros que no deslumbran

Otra de las novedades que ofrece el CX-5 son los faros Smart Full Led (ALH), con una nueva matriz de ledes dividida en 12 módulos que permite una óptima iluminación y la máxima seguridad y visibilidad en la conducción nocturna. Estos faros inteligentes detectan otros coches que se aproximan de frente para encender y apagar tan sólo los módulos laterales necesarios para no deslumbrarle. De esta forma siempre se obtiene la máxima iluminación posible sin hacer peligrar la seguridad de los demás. Lo mismo ocurre al encontrar un coche de frente. En este caso se apagarán los módulos centrales y se mantendrán los laterales, para no deslumbrarle, sino iluminar su alrededor. Si se hace un adelantamiento, los módulos alternarán para mantener siempre el máximo abanico de iluminación posible. Gracias a este sistema puedes olvidarte de tener que cambiar más las luces manualmente.

Una tecnología para mantenerte en la carretera

Y, por supuesto, el sistema activo de mantenimiento de carril, con el que el vehículo determina la trayectoria entre las dos líneas de la carretera y mantiene ese camino sin salirse del carril, con las peligrosas consecuencias que puede tener.

También muy importante para la seguridad es el sistema de asistencia a la frenada en ciudad, que se incluye de serie en toda la gama y ahora puede detectar peatones o bicicletas, evitando accidentes graves. O la función de reconocimiento de señales de tráfico (TSR), que es capaz de leer las más importantes (límites de velocidad o prohibiciones) y proyectar la información en el parabrisas con el nuevo Head Up Display, para que no apartes la vista de la carretera.

Analizando constantemente todos los datos recogidos de la conducción y los sistemas de alerta que hemos mencionado, el detector de fatiga es capaz de detectar un cambio en los parámetros relacionado con una reducción de atención por parte del conductor. Gracias a ello, puede alertarte y avisarte de que quizá sea mejor tomarte un descanso.

Quién sabe si el día de mañana la mayoría de los coches serán autónomos y podremos sentarnos mientras mantenemos una videoconferencia, sin mirar la carretera y sin tener que coger el volante. Para fabricantes como Mazda nunca debería perderse el placer de la conducción, y todas estas ayudas asistidas (que aún seguirán evolucionando) facilitan que desde el presente más inmediato el conductor pueda divertirse al volante mientras aprovecha los últimos sistemas de seguridad. Coche y conductor disfrutando de la carretera juntos, minimizando los riesgos.

Cada día se habla más del coche autónomo, que no necesitará de la atención de su conductor para llegar al destino, pero aún falta mucho tiempo para que se convierta en una realidad. Sin embargo, los fabricantes de automóviles trabajan a un ritmo muy fuerte en lo que podemos llamar la conducción asistida. Una tecnología que sí es ya una realidad disponible en algunos de los modelos más avanzados del mercado.

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