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El líder se renueva por completo
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NISSAN QASHQAI 1.6 dCi 130 CV 4X2 XTRONIC

El líder se renueva por completo

El Qashqai es un modelo que ha revolucionado el mercado del automóvil. Cuando en 2007 comenzó su comercialización lo hizo con la furia de un huracán,

El Qashqai es un modelo que ha revolucionado el mercado del automóvil. Cuando en 2007 comenzó su comercialización lo hizo con la furia de un huracán, logrando convertirse en muy poco tiempo en un súper ventas y a la vez puso en la estratosfera al segmento de los SUV o crossover, o todocamino en castellano, que hasta ese momento estaba aletargado.

Su éxito de ventas ha sido tan fulgurante, que incluso se ha permitido rivalizar con algunos de los iconos del segmento de los turismos compactos. Es más, el aumento imparable de sus ventas ha obligado a que cada vez más marcas, muy pocas son la que se resisten a esta tendencia, ofrezcan en su catálogo uno o más modelos de este tipo.

Para seguir manteniendo su hegemonía y el liderato entre los coches de su clase, Nissan ha sometido a una profunda remodelación a su modelo estrella. Tanto que se trata de un coche totalmente nuevo en todos los aspectos. La segunda generación del Qashqai estrena una nueva plataforma, una imagen más actual y rompedora, un interior rediseñado por completo con una calidad de acabado superior. Pero sobre todo con un equipamiento de serie, tanto de confort como de seguridad, más propio de vehículos de segmentos superiores. También está dotado con una tecnología mucho más vanguardista.

Y lo mejor es que todo esto no repercute de manera negativa en su precio, que sigue siendo muy competitivo. Este es el caso del Qasqhai que probamos esta semana, con el motor dCi más potente, asociado a la caja de cambios automática Xtronic, con tracción 4x2 y con el nivel de acabado Tekna. Es decir, con un equipamiento de serie imbatible y en el que muy pocas cosas se echan de menos y al que hay que sumar también la tapicería alcántara y las llantas de 19 pulgadas. Con todo esto, su precio es de 31.150 euros.

Comenzando por lo primero que se ve, el diseño de su carrocería, de un simple vistazo ya podemos apreciar notables diferencias con respecto a su antecesor. Ahora, el Qashqai muestra una imagen más agresiva, con unas formas más voluptuosas, que le dan un aspecto más robusto. También, aunque se nota menos, ha crecido su longitud, que ahora es de 4,38 metros, lo que supone un aumento de casi 5 cm con respecto a su predecesor, también lo hace la distancia entre ejes, que se va hasta los 2,46 metros.

De puertas adentro nos recibe un habitáculo que transmite una elevada calidad. En este aspecto el Qashqai ha dado un notable paso hacia adelante en comparación con su antecesor. La marca emplea unos materiales acolchados en el salpicadero, muy agradables tanto a la vista como al tacto. Y eso, junto a un mayor cuidado en todos sus detalles, le permite rivalizar con los mejores de su categoría. Además todo está pensado de forma racional, con todos los mandos al alcance de la mano del conductor. Lo que menos me ha gustado en este aspecto es la posición un poco baja de la pantalla multifunción que preside el centro del salpicadero, que agrupa muchas funciones del coche, incluido el navegador, que es de serie.

El Nissan Qashqai nos obsequia con un interior amplio y bien aprovechado, algo que se hace especialmente patente en los asientos traseros en los que se disfruta de una sensacional altura para la cabeza y un magnífico espacio longitudinal para las piernas. En esas plazas, debido a la anchura interior del vehículo, le sucede como a todos los modelos de su segmento, que no son muy confortables para tres pasajeros. Una curiosidad de esta segunda generación del Qashqai es que ya no ofrece las versiones de siete plazas Qashqai+2. Ahora esta configuración de asientos la reserva Nissan para el nuevo X-Trail, que tiene unas dimensiones superiores.

El maletero del Nissan Qashqai ofrece una capacidad de 430 litros, que si bien no es de las mejores entre los coches de su segmento, si que permite una buena utilización familiar del coche y una excelente versatilidad de uso. Una capacidad que se puede aumentar hasta los 1.513 litros si se abaten los respaldos de los asientos traseros, algo que se hace con una gran facilidad y se consigue una superficie de carga totalmente plana.

En principio el Nissan Qashqai está disponible con tres motorizaciones, una de inyección directa de gasolina denominada DIG-T de 115 CV y dos dCI, una con 110 CV y la otra con 130, siendo esta última la única que se puede elegir con tracción a las cuatro ruedas. Nissan es consciente de que este tipo de vehículos pocas veces circulan fuera del asfalto, y por ello las versiones más demandadas con diferencia son la que tienen tracción a un solo eje. Por ello les ha prestado mucha más atención y ofrece muchas más alternativas en 4x2.

Este es el caso del Qashqai que probamos en esta ocasión, la versión 1.6 dCi de 130 CV con tracción delantera y con la novedosa caja de cambios automática de variador continuo Xtronic de siete velocidades. El motor dCi del protagonista de nuestra prueba, ya conocido en la anterior generación del Qashqai y en algunos modelos de Renault, muestra un funcionamiento muy refinado y un sensacional rendimiento desde muy pocas revoluciones. Es un motor realmente agradable, que además de mover a este SUV compacto con una buena agilidad, lo hace siempre conformándose con unos consumos muy bajos.

Esta motorización, al igual que el resto que componen la gama de este modelo, cuenta entre otras cosas con sistema Stop&Start, que es especialmente eficaz en ciudad y esto ha permitido a Nissan lograr un valor de consumo medio de 4,6 l/100 km, un dato que permite ser al Qashqai uno de los mejores de su segmento. Un consumo al que en una conducción real, siendo cuidadosos con el acelerador, es fácil acercarse.

El 1.6 dCi de 130 CV hace una pareja muy buena con la nueva caja de cambios automática CVT Xtronic, una caja con siete marchas que presenta una importante evolución en los cambios de este tipo con variador continuo. Lo primero que se puede apreciar es una mayor suavidad de funcionamiento y una ausencia casi total de los molestos resbalamientos de la correa. Además muestra una buena rapidez en la transición de una marcha a otra y en la posición manual secuencial aporta un tacto deportivo a la conducción.

En el Nissan Qashqai hay también que destacar lo fácil que resulta su conducción y el tacto tan agradable que transmite al conductor. Está dotado con unas suspensiones con unos reglajes suaves, que proporcionan un elevado confort de marcha y a la vez unos niveles altos de estabilidad. Con este vehículo, perfecto para una utilización cotidiana en ciudad y en las carreteras del extrarradio, es una verdadera delicia realizar viajes de largo recorrido y disfrutar con él del tiempo de ocio en compañía de nuestros más allegados.

En carreteras estrechas y sinuosas no se muestra tan ágil como algunos de sus rivales, pero se defiende muy bien y muestra un comportamiento, pese a su mayor altura, que muy poco tiene que envidiar al de un turismo compacto. Además, su altura libre al suelo de 17,5 cm lo capacitan para poder transitar con mucha solvencia fuera de la carretera por pistas de tierra.

En el buen comportamiento dinámico que muestra el Qashqai y en lo fácil que resulta conducirlo tiene mucho que ver la avalancha de sistemas electrónicos de ayuda a la conducción que equipa. Uno de ellos es el “Chasis Control”, un sistema que reduce al mínimo las oscilaciones longitudinales de la carrocería y con unas frenadas selectivas e imperceptibles para el conductor evita que tanto el morro como la parte trasera del coche se hundan al superar algún bache.

Además al nivel de acabado Tekna, que es el más completo del Qashqai y con el que estaba equipado la unidad de nuestra prueba, se suma el llamado “Escudo de Protección Inteligente” que incluye el sistema anticolisión frontal, que puede frenar el coche sin la intervención del conductor, el detector de fatiga, el avisador de cambio involuntario de carril y el identificador de señales de tráfico.

El Qashqai es un modelo que ha revolucionado el mercado del automóvil. Cuando en 2007 comenzó su comercialización lo hizo con la furia de un huracán, logrando convertirse en muy poco tiempo en un súper ventas y a la vez puso en la estratosfera al segmento de los SUV o crossover, o todocamino en castellano, que hasta ese momento estaba aletargado.

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