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¿Desabastecimiento hoy, sobreproducción mañana? Una lección a menudo ignorada
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PROBLEMAS EN LA CADENA DE SUMINISTRO

¿Desabastecimiento hoy, sobreproducción mañana? Una lección a menudo ignorada

La historia sugiere que la aguda escasez puede conducir a una sobreproducción, abaratando los precios a la larga

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En medio del impacto por los elevados precios que muchos ciudadanos han sufrido últimamente, es difícil recordar una lección que dice así: el desabastecimiento puede transformarse de repente en excedente de producción.

La combinación de obstáculos y una sólida demanda han disparado los precios de todo tipo de bienes, pero algunos de los aumentos más sorprendentes se han producido en los precios de bienes manufacturados que dependen de las cadenas de suministro globales. El informe de octubre sobre la inflación del consumo del Departamento de Trabajo mostraba que los precios de lavadoras y secadoras habían aumentado un 30,1% el mes pasado respecto al inicio de la pandemia, los precios del mobiliario lo habían hecho un 12% y los de coches y camiones nuevos, un 11,3%.

Además, la escasez de algunos productos manufacturados está generando inflación en otras partes. La falta de vehículos nuevos ha dificultado que las empresas de alquiler de coches repusieran sus flotas, uno de los principales motivos por los que costó un 49,2% más alquilar un coche o camión en octubre que antes de la pandemia. Un menor número de compras de vehículos nuevos de las empresas de alquiler, en concreto, ha conducido a un menor número de coches de segunda mano disponibles, y los precios de coches y camiones de segunda mano han aumentado un 44%.

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Para muchas personas, el argumento de que dichos aumentos de precio son transitorios se ha desgastado. Los legisladores y economistas decían que los problemas en la cadena de suministro empezarían a disminuir este otoño, y ahora se espera que continúen hasta el año que viene. Con un volumen de existencias bajo y lo que parece ser una gran cantidad de demanda insatisfecha ahí fuera, es fácil imaginar que los precios seguirán aumentando.

Pero pensar que los desequilibrios en la cadena de suministro persistirán, y después descubrir que no, es algo frecuente. Los criadores de cerdos y ganado a menudo responden a unos precios más altos con aumentos en la producción que, al principio, agravan el desabastecimiento, pero luego conducen a excedentes en los denominados ‘hog and cattle cycles’, que provocan grandes fluctuaciones en los precios de la carne de cerdo y de vaca. Se puede observar una dinámica similar con los gastos de envío y los precios de los buques. Y en mayo, cuando los precios estaban aumentando, no parecía que los precios de la madera para bastidores fueran a caer más de un 50% —pero lo hicieron—.

El próximo año, hasta una ligera mitigación de algunos de los problemas de la cadena de suministro podría tener consecuencias importantes. Por ejemplo, hay muchos vehículos parcialmente construidos que los fabricantes de coches han aparcado por todo el país que acabarán en concesionarios cuando se instalen los chips necesarios. En un comentario reciente, el Banco de Pagos Internacionales señaló que la creación de reservas preventivas de componentes por parte de algunos fabricantes podría estar agravando los desabastecimientos —un fenómeno que también puede crear una imagen errónea de la demanda subyacente—. A principios de este otoño, muchos distribuidores suplicaban a los consumidores que hicieran sus compras navideñas con antelación, para que no se agotaran los suministros y, aun así, la semana pasada Walmart, Target y TJX declararon que están bien surtidos para el Black Friday.

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Otro lugar en el que puede que las existencias sean superiores a lo que se percibe es en las casas y entradas de la gente. Las compras de los consumidores de bienes duraderos —artículos duraderos como bicicletas y equipos de televisión—, ajustadas a la inflación, aumentaron el año pasado un 7,7% respecto a 2019, y en los primeros nueve meses de este año habían aumentado un 26,6% respecto a hace dos años. Puede que incluso la demanda acumulada del consumidor de vehículos nuevos sea menor de lo que parece: aunque los problemas de producción hayan situado las ventas de coches y camiones nuevos este año muy por debajo de sus niveles de 2019, si excluimos las ventas de flotas para empresas de alquiler, solo han caído ligeramente.

Si los riesgos del covid-19 siguen disminuyendo en los próximos meses, permitiendo a la gente retomar más actividades prepandemia, puede que se traslade más gasto de bienes a servicios. Una menor amenaza del covid-19 también ayudaría a mitigar algunos problemas de la cadena de suministro, sobre todo en países fuera de EEUU que son fuentes importantes de bienes y componentes manufacturados. Como mínimo, los precios de algunos productos podrían dejar de subir y convertirse en frenos para la inflación. Y los precios de ciertos bienes, como los coches de segunda mano —que han representado cerca de un punto porcentual de la subida del 6,9% en los precios al consumo generales— podrían caer.

Puede que el año que viene por estas fechas la inflación parezca un problema mucho menos grave de lo que parece ahora.

*Contenido con licencia de ‘The Wall Street Journal’.

En medio del impacto por los elevados precios que muchos ciudadanos han sufrido últimamente, es difícil recordar una lección que dice así: el desabastecimiento puede transformarse de repente en excedente de producción.

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