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El atasco marítimo en China amenaza las navidades del resto del mundo
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NO HAY BARCOS PARA TODO

El atasco marítimo en China amenaza las navidades del resto del mundo

Las grandes navieras han aumentado los precios de los contenedores hasta en más de un 500% ante el cuello de botella logístico que se está produciendo en China

Foto: Las navieras han inflado los precios de los trayectos drásticamente (Reuters/Jonathan Barrett)
Las navieras han inflado los precios de los trayectos drásticamente (Reuters/Jonathan Barrett)

China es la fábrica del mundo y de allí salen muchos de los productos que se utilizan en el día a día. El barco es el método más utilizado para el transporte de esos artículos, pero con la llegada de la pandemia, la demanda se redujo y muchas navieras pararon sus barcos a la espera de tiempos mejores. Sin embargo, la recuperación económica ha provocado un cuello de botella logístico en la salida de las mercancías que puede provocar que todos los artículos que pedimos al gigante chino, incluidos los regalos de la próxima Navidad, se retrasen en exceso.

Para explicar la situación, nada mejor que un dato: antes de la pandemia, un contenedor que se enviaba desde Shanghái hasta Rotterdam, el mayor puerto de Europa, costaba unos 2.500 dólares. Hoy, ese mismo contenedor cuesta casi seis veces más, superando los 14.000 dólares. Y esa escalada de precios que se ha producido en los últimos 18 meses no va a volver atrás.

Pero, ¿por qué? Con la pandemia, China perdió muchos contratos de exportación de cereal y grano, un dinero que se trasladó a Europa en forma de pedidos. Sin embargo, el gigante asiático quiere recuperar esos clientes cuanto antes, lo que le ha llevado a ofrecer grandes ofertas y, además, mantenidas en el tiempo. Si antes los precios se garantizaban por periodos que no solían superar los 18 o 24 meses, ahora China vende con precios fijos a cinco años vista. Eso ha generado una enorme demanda de sus cereales y, por tanto, que muchos barcos tengan que dedicarse a ese transporte en lugar de a los contenedores que habían llevado últimamente.

Cuello de botella logístico

Pero igual que aumentó la demanda de grano, también se ha mantenido la del resto de productos que se fabrican en China, por lo que no hay barcos para todos. Durante semanas se han retrasado pedidos preparados desde meses atrás, provocando grandes pérdidas. Y, ahora, hay muchos buques cruzando el mundo y esperando a las puertas de los grandes puertos, provocando colas interminables. Un buen ejemplo es lo que está sucediendo en Estados Unidos.

Este vídeo del puerto de Los Ángeles explica en parte lo que está ocurriendo: hasta 60 barcos cargados de contenedores esperan para ser descargados, provocando grandes retrasos. Por tanto, esos barcos tardarán más días en poder volver a China, para ser cargados de nuevo y viajar hasta otro punto del planeta. Por eso, muchos de los pedidos, incluidos esos regalos que hagamos para Navidad, podrían no llegar a tiempo.

Para tratar de solucionar el problema, algunas empresas están recurriendo al tren y al avión para enviar sus productos, pero eso encarece el artículo de forma abismal, lo que provoca un aumento de precios que se notará a corto plazo en todo el mundo. Las navieras han visto en esta crisis la manera perfecta de inflar los precios y lograr grandes beneficios, pero, a cambio, las personas de todo el mundo que compran productos chinos verán incrementados los precios.

Las navieras están ganando ingentes cantidades de dinero inflando sus precios

Y eso, contando con que las empresas tienen que reservar plaza en un carguero con unos dos meses de antelación, lo que unido a las tres o cuatro semanas que un barco tarda en realizar el trayecto entre Shanghái y Europa, sitúa los pedidos en plazos de unos tres meses. Y lo peor de todo es que la situación no va a mejorar.

China es la fábrica del mundo y de allí salen muchos de los productos que se utilizan en el día a día. El barco es el método más utilizado para el transporte de esos artículos, pero con la llegada de la pandemia, la demanda se redujo y muchas navieras pararon sus barcos a la espera de tiempos mejores. Sin embargo, la recuperación económica ha provocado un cuello de botella logístico en la salida de las mercancías que puede provocar que todos los artículos que pedimos al gigante chino, incluidos los regalos de la próxima Navidad, se retrasen en exceso.

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