Así pretende Intel volver a ser el gigante de los semiconductores que una vez fue

La carrera ya ha comenzado en Intel Corporation, cuando el gigante de los semiconductores promete volver a lo más alto, comprometiéndose a fabricar los mejores chips del mundo en cuatro años. Para llegar ahí, el director general Pat Gelsinger ha expuesto un plan para que la compañía introduzca al menos una nueva unidad central de procesamiento (CPU por sus siglas en inglés) -los cerebros del ordenador moderno- todos los años de 2021 a 2025. Se espera que cada una se base en una tecnología de transistor cada vez más avanzada.

Intel fue durante mucho tiempo el líder incuestionable en potencia de procesamiento. Su cofundador Gordon Moore promulgó la ley que sostiene la industria de los semiconductores, describiendo cómo los ingenieros encontrarían formas para reducir los circuitos a un ritmo previsible año tras año. Pero la compañía ha quedado a la zaga de los rivales asiáticos tras una serie de traspiés y retrasos.

“Estamos agilizando nuestra guía de innovación para asegurar que nos encontramos en un camino adecuado hacia el liderazgo para 2025”

Semiconductor Manufacturing, de Taiwán, y Samsung Electronics, de Corea del Sur, han adelantado a Intel en tecnología de fabricación de chips. Producen chips bajo contratos para especialistas en diseño de chips, lo que permite a dichos clientes obtener una ventaja sobre Intel.

“Estamos agilizando nuestra guía de innovación para asegurar que nos encontramos en un camino adecuado hacia el liderazgo en rendimiento del procesamiento para 2025”, declara Gelsinger. El CEO se reincorporó a Intel en febrero con el mandato de revitalizar la empresa tras haber servido previamente como su director de Tecnología.

El plan señala que Intel no cree en el declive a corto plazo de la Ley de Moore, aunque la fabricación de chips se vuelva más costosa y técnicamente complicada. La empresa reafirmó su intención de lanzar una nueva CPU para ordenadores de escritorio este año y una para servidores en el primer trimestre de 2022. A principios de año, Intel retrasó el lanzamiento del chip del servidor para incluir elementos, lo que indica que el camino de la recuperación presenta desafíos.

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Intel declara que planea su próxima ronda de ordenadores personales y procesadores para servidores en 2023. Estos, afirma, incorporarían plenamente una nueva forma de circuito impreso llamada litografía ultravioleta -el tipo de herramienta puntera necesaria para fabricar los transistores más diminutos, cada uno del tamaño de una fracción del grosor de un pelo humano medio-. Los transistores son los cimientos de los chips, y se necesitan miles de millones para realizar cálculos dentro de los ordenadores modernos, los equipos de escritorio y los servidores informáticos.

Otras mejoras e innovaciones en el rendimiento en el diseño de transistores deberían seguir hasta 2025, según Intel.

Para ese año, la compañía dice que espera introducir chips con una tecnología de transistor que llama Intel 18ª, una vaga referencia a su diminuto tamaño -medido en ángstroms en vez de en nanómetros, que se utilizan actualmente para determinar el tamaño del transistor-. Intel declara que ya está trabajando en el desarrollo del chip.

Ann Kelleher, directora superior de desarrollo tecnológico en Intel, declara que la empresa está en camino de conseguir sus objetivos, mencionando su adopción de la tecnología ultravioleta extrema, un proceso de desarrollo de chips optimizado y una apertura a la innovación procedente de fuera de Intel.

Intel está compitiendo con rivales que también están trabajando en chips cada vez más sofisticados. TSMC ya está desarrollando chips con transistores más pequeños que los que presentan sus procesadores de vanguardia actuales.

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Restablecer los procesos de diseño y producción de chips de Intel es solo una parte del plan de Gelsinger para revitalizar la compañía. Si bien Intel sigue siendo la empresa de chips más grande de EEUU por ventas, Nvidia la ha superado en valor. Conocida por sus chips gráficos, Nvidia se ha convertido en favorita de los inversores con su apuesta por algunos de los sectores más candentes de la tecnología, como los videojuegos y la inteligencia artificial. La empresa, junto con el eterno rival de CPU de Intel, Advanced Micro Devices, ha absorbido cuota de mercado de Intel.

Gelsinger declaró en marzo que Intel se convertiría en fabricante líder de chips, no solo por sus propias necesidades, sino también para otros. Se ha comprometido a invertir miles de millones de dólares para lograr ese objetivo, e Intel ha iniciado conversaciones para comprar el especialista en fabricación de chips GlobalFoundries, según ha publicado ‘The Wall Street Journal’. Intel declara que había conseguido a la empresa de chips de teléfono móvil Qualcomm como cliente para chips que se desarrollarían en 2024. Qualcomm ha sido un gran consumidor de chips fabricados por TSMC y Samsung.

Gelsinger declaró que Intel se convertiría en fabricante líder de chips, no solo por sus propias necesidades, sino también para otros

Para ayudar a asegurar que los contratiempos tecnológicos no retrasan su plan de recuperación y vuelve al terreno elevado tecnológico, Intel supervisará el progreso en todas las fases, según Kelleher. “En las áreas en las que nos enfrentemos a un verdadero riesgo en un proceso, nos esforzaremos plenamente por tener un plan B”, afirma. “Así que, si el plan A no funciona, podremos avanzar mucho más fácilmente”.

La empresa también declara que adaptará la denominación de su última tecnología de transistor para que refleje mejor los estándares del sector. Los chips de 10 nanómetros de Intel ahora se llamarán Intel 7, y sus chips de 7 nanómetros se llamarán Intel 4. Hace años, los números del tamaño de los transistores de vanguardia hacían referencia a su tamaño real, pero perdieron su significado práctico cuando la estructura de los transistores cambió.

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Gelsinger está intentando realizar el cambio de rumbo durante una escasez de chips sin precedentes, producida por una demanda sobrecargada de videojuegos, portátiles y muchos otros dispositivos durante la pandemia del covid-19. El CEO ha estimado que la excesiva demanda de semiconductores se mantendrá durante años, lo que justifica la capacidad productora de Intel. La falta de chips actual, añade, podría no resolverse hasta 2023.

La situación también está proporcionando en cierto modo un empujón a la empresa. Recientemente, Intel presentó unos resultados del segundo trimestre que se beneficiaron de unas ventas más sólidas de lo esperado de sus chips relacionados con los ordenadores.

*Contenido con licencia de ‘The Wall Street Journal’.