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Europa se resiste a los confinamientos a pesar de los rebrotes
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Europa se resiste a los confinamientos a pesar de los rebrotes

Los países europeos confían en la responsabilidad individual y en medidas específicas en lugar de en volver a las restricciones radicales que congelaron sus economías en primavera

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A medida que una segunda ola de brotes de coronavirus coge impulso en Europa, los gobiernos del continente están decididos a evitar confinamientos a gran escala, y en su lugar buscan formas menos perturbadoras para vivir con la nueva enfermedad.

Francia y España lideran los repuntes en casos de covid-19 en toda Europa como consecuencia de la temporada de vacaciones de verano, en algunos casos llegando a niveles de incidencia similares a los de EEUU. Las autoridades están respondiendo con medidas adaptadas y localizadas para combatir los brotes, a la vez que exhortan a los ciudadanos a que se protejan ellos mismos y a los demás actuando de forma prudente.

Eso señala un contraste con los confinamientos extendidos impuestos cuando el covid-19 golpeó por primera vez Europa a principios de año. Esas medidas terminaron conteniendo la propagación del virus, pero sumergieron las economías de la región en la recesión económica más grave desde la Segunda Guerra Mundial.

Foto: Puerta del Sol, Madrid. (EFE)

La nueva ola de contagios se concentra en gente más joven. La mayoría de los positivos en las últimas semanas son o asintomáticos o presentan síntomas leves. Los expertos en salud advierten de que la pandemia se podría volver más peligrosa en invierno, cuando la gente pasa más tiempo en espacios cerrados. Aun así, los políticos descartan en gran medida nuevos confinamientos.

"A lo sumo —si las cosas empeoran—, puede que tengamos que intervenir con medidas focalizadas y restrictivas en zonas muy limitadas del país", ha explicado el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte. Su país vivió uno de los confinamientos más estrictos esta primavera, lo que incluyó cerrar gran parte de la industria.

En Alemania, el ministro de Salud, Jens Spahn, declara que el Gobierno, que impuso un confinamiento leve en primavera, habría optado por medidas menos radicales con la experiencia del conocimiento que se tiene hoy sobre cómo gestionar los contagios. "Este virus está aquí para quedarse y depende de nosotros controlarlo y aprender a vivir con él", declaró Spahn ante la prensa el martes.

placeholder Jens Spahn, ministro de Salud de Alemania. (Reuters)
Jens Spahn, ministro de Salud de Alemania. (Reuters)

Herman Goosens, físico y microbiólogo en la Universidad de Amberes que coordina un grupo asesor científico de la UE, afirma que hace unos meses el debate en Europa lo dominaban expertos en salud pública como él, que proporcionaron asesoramiento científico que condujo a confinamientos sin considerar el impacto más amplio en la sociedad y la economía.

Goosens dice que ahora recomienda a los políticos que cambien su mensaje y pide a la gente que no confíe en las medidas del Gobierno, sino que adquiera responsabilidad personal para contener la enfermedad manteniendo la distancia física, llevando mascarilla, evitando espacios concurridos y manteniéndose lejos de personas de riesgo. "Con el sida, hicimos campaña para el uso de condones. Ahora son mascarillas y otras medidas. Un Gobierno puede hacer mucho", dice Goosens.

España, que se enfrenta al mayor brote de Europa en las últimas semanas, está registrando de media 9.700 casos confirmados al día. Tales cifras están llevando a nuevas presiones en hospitales en algunas regiones del país.

Foto: Una sanitaria mira a través de la ventana de la unidad de cuidados intensivos del Hospital La Paz, en Madrid. (Reuters)

En Madrid, donde las hospitalizaciones están aumentando más que en cualquier otro sitio, los pacientes de covid-19 ocupan ya el 21% de las camas de hospital. Se está construyendo un hospital nuevo con 1.000 camas centrado en pandemias en la periferia, y se espera que esté listo en noviembre.

No me parece ahora mismo lógico plantear un confinamiento de Madrid”, ha declarado Fernando Simón, jefe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. En su lugar, las autoridades regionales han impuesto en los últimos meses confinamientos locales en pequeños municipios o barrios.

En Francia, los nuevos contagios han crecido rápidamente, registrando de media alrededor de 8.300 casos diarios. Pero hasta ahora, el aumento no ha llevado a un aumento significativo en el número de muertes. Las autoridades francesas han reportado recientemente unas decenas de muertes diarias vinculadas al coronavirus, frente a las más de 500 diarias en abril, en el pico de la crisis.

placeholder Un sanitario, en un hospital de París. (Reuters)
Un sanitario, en un hospital de París. (Reuters)

“El Gobierno necesitará tomar una serie de decisiones difíciles en los próximos ocho o 10 días”, declaró la semana pasada Jean-François Delfraissy, quien dirige el consejo científico que asesora al Gobierno francés sobre cómo gestionar la pandemia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, se inquietó con la sugerencia, alegando que el Gobierno estaba intentando frenar los contagios mientras permitía que la gente siga viviendo con la mayor normalidad posible, y que los científicos no hacen política. “Todo el mundo debe mantenerse en su sitio. Corresponde a los líderes elegidos democráticamente tomar decisiones”, declaró Macron.

El estricto confinamiento de dos meses en Francia de esta primavera afectó gravemente a la economía del país, que se contrajo un 13,8% en el segundo trimestre, igualando registros de después de la Segunda Guerra Mundial.

Foto: El primer ministro francés Jean Castex en una escuela en Chatearoux. (EFE)

Llevar mascarilla se ha convertido en algo obligatorio en todas partes en la mayoría de las grandes ciudades en Francia, incluida París. También es obligatorio llevar mascarilla dentro de la oficina, y los niños de más de 11 años tienen que llevarla en el colegio. Pero el Gobierno, que cree que el brote se incrementó por el turismo en masa, se ha negado a ordenar nuevos confinamientos locales en zonas donde el virus está circulando ampliamente.

En Italia, los contagios han crecido de manera constante durante las últimas seis semanas, pero la segunda ola del país está todavía relativamente contenida, con una media de alrededor de 1.400 contagios diarios la semana pasada.

Marcados por la emergencia sanitaria de primavera —cuando se desplegaron camiones del ejército para transportar los cuerpos de las víctimas del covid-19 fuera de Bérgamo, ciudad del norte de Italia que estaba desbordada—, muchos italianos todavía se toman en serio el riesgo de contagio. Algunos jóvenes, sin embargo, se están empezando a cansar de llevar mascarilla y de las restricciones.

placeholder Pruebas PCR en Roma. (Reuters)
Pruebas PCR en Roma. (Reuters)

El virus se ha propagado principalmente entre los jóvenes durante el verano, pero últimamente cada vez más personas de más de 50 años están dando positivo de nuevo. “Estamos empezando a ver contagios en las familias”, declara Giovanni Rezza, jefe epidemiólogo de Italia. “Por eso, tenemos que seguir actuando con precaución”.

Alemania, a quien le ha ido mejor que a la mayoría del resto de los principales países occidentales, ha vivido importantes protestas contra las medidas relativamente relajadas del país, que incluyen el uso obligatorio de mascarillas en tiendas y en el transporte público.

Ahora, los políticos y los médicos están pidiendo más compromiso personal por parte de los ciudadanos en lugar de nuevas restricciones gubernamentales. “La pandemia está lejos de haber terminado, pero estamos, como es nuestro deber, encontrando una forma de vivir con el virus”, afirma Hendrik Streeck, jefe del Departamento de Virología en la Universidad de Bonn.

A medida que una segunda ola de brotes de coronavirus coge impulso en Europa, los gobiernos del continente están decididos a evitar confinamientos a gran escala, y en su lugar buscan formas menos perturbadoras para vivir con la nueva enfermedad.

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