Ni el banco central ni las amenazas de Putin bastan para detener el descalabro del rublo

El jueves Rusia dio dos pasos más en su cruzada desesperada por sostener su divisa a toda costa. El Banco Central de Rusia (BCR) volvió a subir los tipos de interés al 10,5%, a pesar de que la recesión amenaza su economía, y del anuncio del Comité de Investigación de la Federación, dependiente del Kremlin, de que estudian la posibilidad de perseguir penalmente, las actividades especulativas en los mercados de divisas.

Pero ha servido de poco. El rublo ahonda en sus mínimos históricos frente al dólar, que se sitúa en los 58,2 rublos tras una subida del 4,6%, y frente al euro, hasta los 72,7 rublos, que se dispara otro 5% contra la moneda rusa. En lo que va de año, el dólar se aprecia más de un 70% contra la divisa rusa y el euro más de un 60%.

Y es que las presiones externas atenazan a la economía rusa. Hoy el precio del petróleo continúa su caída después de que la Agencia Internacional de la Energía recortó a la baja su previsión de demanda de crudo para 2015. Esto ha llevado al crudo a ahondar en sus mínimos de 2009, con el Texas, de referencia en EEUU, por debajo de los 60 dólares, y el Brent en los 63 dólares.

En este sentido, la agencia de calificación Fitch ha advertido que si los precios caen un 20% por debajo de sus pronósticos -ven el Brent en los 83 dólares en 2015 y en los 90 en 2016-, el Producto Interior Bruto de Rusia perdería otro 1,3%.

Eso mientras Moody´s también ha puesto de manifiesto el riesgo al que se enfrenta el país con la caída del petróleo por la gran dependencia del petróleo de sus ingresos.