El capital riesgo israelí incuba en España sus próximas colocaciones en el Nasdaq

Se llama Giza Venture Capital y puede presumir de ser uno de los inversores que más empresas ha lanzado al Nasdaq, el índice por excelencia de las compañías tecnológicas. Veinte años de experiencia después y tras haber levantado seis fondos en Israel y uno en Polonia, se ha aliado con un grupo de empresarios y mentores españoles para poner en marcha Swaanlab, una firmade venture capital que nace con la vista puesta en incubar proyectos capaces de llegar al parqué estadounidense.

Centrado en compañías tecnológicas, con un proyecto obligatoriamente internacional y que, tras uno o dos años de trabajo necesitan recursos para dar el salto fuera, Swanlaab confía en invertir en una docena de empresas durante los próximos 4 o5 años.Actualmente, está en pleno proceso de levantar los 40 millones de capital, con lo que prevé arrancar su primer fondo español. Para elloestán hablando con Family Offices, inversores institucionales, empresas y empresarios, que invertirán entre tres y cinco millones cada uno.

"Hay que ayudar a crear buenas empresas, sólidas y duraderas", señala Mark Kavelaars, consejero delegado de Swanlaab. Por eso, este capital riesgo centra su actividad en compañías que Kavelaars define como "innovación hardcore, la que construye patentes, productos y servicios que requieren una visión a medio y largo plazo, y que muchas veces no tienen un apoyo inversor fuerte".

Por qué ha puesto Giza sus ojos en nuestro país? "Porque han visto que España se parece mucho a Israel hace diez años", señala Verónica Trapa, directora general de Swanlaab. De hecho, los promotores de esta iniciativa ven a España como un hub de innovación que abarca desde Latinoamérica, hasta Europa del Este y Norte América, gracias a su privilegiada ubicación.

Además, un efecto colateral de la crisis es que nuestro país vive un momento especialmente dulce para este negocio, porque hay mucho emprendedor que en los últimos dos años ha puesto en marcha su empresa, y mucho directivo de grancompañía, con experiencia y conocimiento del mercado internacional, que tras salir con jugosas indemnizaciones, vio la oportundiad de utilizar ese dinero para desarrollar nuevas empresas.

"La mitad de los proyectos que vemos son de gente con más de 30 y 40 años, que han salido de sus anteriores empresas con buenas indemnizaciones, que conocen bien su mercado y que quiere llevar los mando de su futuro profesional", explica Trapa. "El emprendedor Juan Palomo (yo me lo guiso, yo me lo como), no encaja", sentencia claramente Kavelaars.

La clave para descubrir en España a los próximos Intel está en una intensa labor de análisis, que en el caso de Swanlaab se cifra en el estudio de cerca de mil proyectos anuales, de los cuales, apenas una docena logrará la financiación de esta incubadora en los próximos cuatro o cinco años. "Tienes que mirar cientos de empresas para descubrir perlas", señala Kavelaars.

El track record de Giza incluye el lanzamiento de cerca de una decena de empresas al Nasdaq, además de la venta de otras a gigantes como Intel, Texas Instruments o US Robotics. Parte de este éxito se debe, en opinión de Kavelaars, a que Israel hace tiempo que se dio cuenta de la importancia de apostar por el venture capital, hasta el punto de que en ese paísse invierte per cápitamás que en Estados Unidos en este tipo de proyectos, y entre cinco y diez veces más que en España.

Con una mentalidad claramente anglosajona, donde el fracaso es visto como la ventaja de saber ya qué error no se debe repetir, en Swanlaab no sólo hablande los puntos fuertes de Giza, sino también de los débiles, y éstos se resumen en más de 30 proyectos que han fracasado, lo que supone prácticamente un tercio de todas sus inversiones, ya que cuenta con 45 historias de éxito y cerca de 40 empresas más en portfolio.

Lejos de amedrentarse, lo ven como una oportunidad de mejora. Interesados en la cofinanciación con otros vehículos, la política de inversión de Swanlaab contempla la toma de participaciones de entre el 20% y el 40%del capital, con una primera inversión que oscila entre 1 y 3 millones; que va incrementándose poco a poco para no diluirse, pero con un máximo de inversión directa de entre 6 y 7 millones.