Marca blanca, ofertas, formato económico... así se consigue una cesta de la compra más barata

"Vivimos en la era del gasto calculado". Con esta frase, el gerente de Desarrollo de Clientes de NIQ (antigua Nielsen), Ricardo Alcón, define a la perfección el cambio de hábitos que los españoles han implementado en el supermercado para combatir la inflación y elaborar una cesta de la compra más económica. En concreto, compaginan unas cuatro estrategias de ahorro entre la decena de tácticas que detecta la consultora especializada en consumo.

La estrategia más utilizada es adquirir cada vez más productos de marca blanca. De hecho, dos de cada diez compras incluyen únicamente este tipo de referencias, siendo los jóvenes los más afines a este tipo de hábito. Para el consumidor, son artículos más económicos, ya que hay menos eslabones en la cadena de valor que puedan decidir sobre los precios.

También controlan con más detalle el coste total de la cesta de la compra. Desde que se disparó la inflación, en los pasillos de los supermercados se ven menos carritos llenos a rebosar. Prácticamente, nadie acude ya a la tienda a la aventura, sin elaborar previamente una lista, lo que lleva a visitar estos establecimientos con más frecuencia. Se ha pasado así a realizar al año una media de 75 actos de compra por hogar, frente a los 60 que se efectuaban antes de esta crisis.

Otra de las tácticas preferidas es comprar los productos que están de oferta. "El 24,2% de todas las ventas de marca de fabricante se ha realizado bajo algún tipo de acción promocional", señala Alcón. Las cadenas de supermercados lo saben y, como todavía no tienen la certeza de poder bajar los precios de forma definitivamente, están lanzando campañas de promoción. Por ejemplo, Carrefour y Ahorramás han bajado los precios en centenares de productos y Alcampo vende una selección de artículos a 1 euro. Mientras que otras compañías prefieren potenciar sus programas de fidelización, en los que la clientela también está muy interesada.

Desde que se disparó la inflación, en los pasillos de los supermercados se ven menos carritos de la compra llenos a rebosar

En este sentido, se ve que las tiendas discount tienen cada vez más asiduos. Se trata de cadenas de supermercados con un modelo de negocio basado en ofrecer prácticamente todos sus artículos con descuentos. Es el caso de PrimaPrix, conocido como el outlet de las marcas de gran consumo, que nutren sus estanterías con productos sobrantes o con errores de formato (problemas con el etiquetado, empaquetado antiguo...) y pueden ofrecerlos más baratas que sus competidores.

Pero las promociones no siempre aplican a todos los productos o puede darse el caso de que el artículo rebajado siga siendo más caro que otros de la competencia. Por estos motivos, los clientes también suelen decantarse por comprar lo más barato dentro de su lista de favoritos o meter en la cesta aquellas alternativas con un precio más bajo.

Los clientes suelen decantarse por comprar lo más barato dentro de su lista de favoritos

Por mucha rebaja que se aplique, hay quien únicamente se centra en los productos esenciales. El Gobierno mantiene hasta junio de 2024 la supresión del IVA que se les aplicaba, pero siguen encareciéndose. En enero, el precio promedio de la cesta de la compra básica se incrementó en casi un 19%, según los datos que ha obtenido la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) al estudiar la evolución en las cinco cadenas de distribución principales de España (Mercadona, El Corte Inglés, Carrefour, Alcampo y DIA). Es una subida que a algunos consumidores les impide darse un capricho.

El formato económico o familiar es otra de las estrategias que han adoptado los consumidores, sobre todo para adquirir aquellos productos que tardan más en caducar. Se trata, por ejemplo, de comprar la caja con cinco paquetes de galletas en lugar de la que solo incluye cuatro. Aunque el desembolso inicial sea mayor, a la larga es más barato, ya que las marcas reducen el precio por kilo en estos formatos más grandes.

A todas estas tácticas se suman otras menos utilizadas, como hacer la compra por internet para ahorrar en desplazamientos, una opción que quizás era más útil en el verano de 2022, cuando el precio de la gasolina se movía en máximos históricos. También hay personas que emplean la tecnología para encontrar mejores ofertas.