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Así te puedes ahorrar entre un 15% y un 25% de la factura energética gracias al autoconsumo
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FINANZAS PERSONALES

Así te puedes ahorrar entre un 15% y un 25% de la factura energética gracias al autoconsumo

Cualquier familia o comunidad de vecinos puede hacerlo, pero con una inversión inicial de al menos 5.000 euros. El Estado da subvenciones para las placas solares y las baterías

Foto: Una lámpara con bombilla led. (EFE/Raquel Manzanares)
Una lámpara con bombilla led. (EFE/Raquel Manzanares)

El autoconsumo no resolverá el problema de la transición energética, pero puede servir para que muchas familias se ahorren un dinero a fin de mes. Según diferentes expertos consultados por El Confidencial, esta forma de producción eléctrica, que realizan directamente los hogares o comunidades de vecinos, no podría generar más de un tercio de la energía que necesita España para dejar atrás los combustibles fósiles. Tampoco es accesible para todos, debido a las restricciones de espacio que existen en las zonas más urbanas para instalar placas solares. Con todo, quienes tengan la posibilidad de montarse por su cuenta estos sistemas pueden librarse de hasta una cuarta parte de la factura.

¿Quién puede autoconsumir?

Cualquier hogar puede optar por el autoconsumo, o también una comunidad de vecinos, en el caso de la modalidad colectiva. No hay que confundir esta opción con las comunidades energéticas, que son entidades jurídicas que pueden abarcar barrios o ayuntamientos enteros. Las normas no establecen una potencia máxima.

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Para beneficiarse del autoconsumo, se debe contar con una instalación con una parte de generación, a través de paneles solares fotovoltaicos —lo más habitual— o un minieólico, equipos electrónicos y cableados (inversores, conectores y protecciones eléctricas) y contador, que en muchos casos puede ser el mismo que ya tiene el consumidor. "Además, se le pueden añadir baterías y un sistema de gestión que permita controlar la instalación mediante una app móvil o página web", apostilla el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) en su página web.

Sin embargo, estas instalaciones no pueden situarse en cualquier lugar: solo en la propia casa o edificio o un terreno cercano, a menos de 500 metros. Si es un autoconsumo a través de tecnología fotovoltaica y el terreno es suelo industrial, puede alcanzarse una distancia de hasta 2.000 metros, según la reciente ampliación decretada por el Gobierno.

Foto: Colocación de placas solares. (EFE/Enric Fontcuberta)

La disponibilidad de espacio es, por tanto, uno de los grandes hándicaps que impide a muchas familias recurrir a esta posibilidad, que resulta más sencilla en zonas rurales que en zonas urbanas. Especialmente en un país como España, donde la población se concentra en bloques de viviendas sin grandes espacios alrededor.

¿Puedo desconectarme de la red?

Teóricamente, es posible vivir aislado de la red, ya que la ley no lo impide. Sin embargo, no es recomendable, pues no saldría a cuenta si se quiere tener el suministro garantizado. La razón resulta muy sencilla: al igual que el sistema eléctrico cuenta con una serie de tecnologías de respaldo, como la nuclear o la térmica, que actúan cuando las renovables no son capaces de cubrir la demanda debido a las condiciones meteorológicas, con un sistema de autoconsumo ocurre lo mismo. Si se basa en las placas solares, la producción cesará cuando no haya sol, es decir, todas las noches —como mínimo—; si se basa en minigeneradores eólicos, el suministro se cortará cuando no haya viento.

Vender el excedente de energía a la red no solo es legal, sino también recomendable

Para evitarlo, hay que sobredimensionar la instalación, con más placas o minigeneradores de lo necesario para producir al máximo cuando se dan las condiciones y más baterías que permitan acumular toda esa energía para no quedarse sin flujo cuando el sol se vaya o el viento pare. No sale a cuenta. Lo ideal es que el respaldo, en este caso, lo proporcione la red convencional. En otras palabras: el autoconsumo se activaría cuando supusiese un ahorro para aprovechar el potencial renovable de la instalación, pero esta se conectaría al sistema en caso contrario.

¿Puedo vender a la red?

Vender el excedente a la red no solo es legal, sino también recomendable. Para ello, hay que acogerse a modalidad de autoconsumo con excedentes. Sin embargo, si la potencia de generación supera los 15 kilovatios (kW), esta posibilidad ralentizará los trámites de puesta en marcha de la instalación, ya que deberán ajustarse al procedimiento habitual de conexión y acceso a las redes (puede consultarse aquí). Las minicentrales que no vendan energía están exentas de los permisos de acceso y conexión.

Foto: foto de archivo de una instalación de autoconsumo en tejado. (EFE Pablo Rojo)

El traspaso de excedentes, es decir, de la energía que se produce pero no se consume, puede realizarse directa o indirectamente. En el primer caso, la instalación será tratada como una planta más de producción eléctrica, es decir, será remunerada según las normas del mercado. En el segundo, en cambio, la comercializadora restará del recibo el valor de la producción vendida según el precio estipulado en el contrato de suministro. En el caso de que el cliente tenga factura regulada, el excedente se vende a un precio horario que oscila entre los 0,05 y 0,06 euros/kilovatio hora.

¿Es rentable? ¿Cuánto me ahorro?

El autoconsumo, bien gestionado y en los hogares que cumplan las características idóneas, resulta rentable. La principal razón es que permite maximizar la eficiencia del sistema eléctrico. Cuando hay sol, la instalación lo aprovecha para abastecer a la vivienda o comunidad de energía a precios económicos. Durante gran parte del día, este momento coincide con los tramos en que la electricidad está más cara en el mercado, debido a los picos de demanda coincidentes con la jornada laboral y la última hora de la tarde. En cambio, durante la noche, cuando la demanda cae y la luz se abarata, la instalación se puede conectar a la red para aprovecharse de esa energía a precio de saldo. Se trata, en definitiva, de un sistema útil, siempre que tenga, como se ha dicho, un respaldo.

Foto: Placas fotovoltaicas, cuya instalación bonifica el IBI. (EFE/J.J. Guillén)

Además, la posibilidad de vender los excedentes permite sacar un dinero extra. Pablo Dueñas, investigador del Massachusetts Institute of Technology (MIT) calcula que el ahorro total puede oscilar entre el 15% y el 25%, en función de diferentes características del hogar.

El problema es la inversión inicial, que oscila entre 5.000 y 8.000 euros por hogar. Sin embargo, el Gobierno otorga ayudas del plan de recuperación europeo para la instalación de placas solares y la adquisición de baterías, que gestionan las comunidades autónomas y dependen de la potencia instalada. Habitualmente, cubren cerca de una cuarta parte del montante. Además, los contribuyentes que las instalen tienen derecho a deducciones de entre el 20% y el 60% en el impuesto sobre la renta (IRPF) y rebajas en el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) en numerosos ayuntamientos. Al menos de momento.

El autoconsumo no resolverá el problema de la transición energética, pero puede servir para que muchas familias se ahorren un dinero a fin de mes. Según diferentes expertos consultados por El Confidencial, esta forma de producción eléctrica, que realizan directamente los hogares o comunidades de vecinos, no podría generar más de un tercio de la energía que necesita España para dejar atrás los combustibles fósiles. Tampoco es accesible para todos, debido a las restricciones de espacio que existen en las zonas más urbanas para instalar placas solares. Con todo, quienes tengan la posibilidad de montarse por su cuenta estos sistemas pueden librarse de hasta una cuarta parte de la factura.

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