El consejo del fondo de rescate (FROB) tendrá cinco miembros del Banco de España y tres del FGD

El Banco de España ha alcanzado un principio de acuerdo con la nueva vicepresidenta económica, Elena Salgado, para el diseño definitivo del fondo de rescate de las cajas de ahorros, que se llamará FROB: Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria. Según fuentes de toda solvencia, el nuevo borrador del Real Decreto que dará carta de naturaleza al fondo establece que tendrá un consejo compuesto por cinco representantes del Banco de España y tres de los Fondos de Garantía de Depósitos (FGD) de bancos, cajas y cooperativas de crédito. Asimismo, aunque su capital inicial será muy reducido, podrá apalancarse hasta alcanzar un volumen 90.000 millones de euros en caso necesario.

Los bancos habían defendido desde el principio que el fondo debía estar controlado por el Banco de España para evitar liberalidades políticas, e incluso el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, había asegurado conocer este extremo el 30 de abril en la presentación de resultados de la entidad. La composición del consejo del fondo confirma este control y, además, deja con un único representante a las cajas, principales beneficiarios de este fondo.

El control del gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez se refuerza, además, con otra de las disposiciones de este borrador: cualquier operación que realice el FROB tendrá que contar con un estudio previo del Banco de España. Esta medida es totalmente lógica, puesto que el supervisor es el único que tiene toda la información relevante de todas las entidades, incluyendo los resultados de los test de estrés a los que ha sometido al sector.

Las funciones del fondo serán tres: inyectar capital a las entidades con problemas, comprar activos problemáticos (al estilo del fondo de Geithner en EEUU) y ofrecer garantías. En los tres casos, se trata de reforzar la solvencia de las entidades, es decir, de evitar su posible quiebra, no de proveerlas de liquidez. En contra de las peticiones de la CECA (Confederación de Cajas de Ahorros), el fondo se destinará exclusivamente a ayudar a entidades con niveles de solvencia insuficientes, no a las que son solventes pero andan justas de capital.

Eso se desprende de otra de las disposiciones de este borrador: la entrada del FROB en una entidad supondrá el inmediato cese de sus gestores y su sustitución por personal del Banco de España, exactamente igual que ocurre en las intervenciones tradicionales. A partir de ese momento, comienza la operación de saneamiento y venta de activos para intentar salvar a la entidad ayudada.

Volumen de hasta 90.000 millones

En cuanto a la dotación del fondo, en contra de las informaciones iniciales que planteaban un trasvase del remanente del Fondo de Adquisición de Activos (FAAF), unos 30.000 millones de euros, el texto contempla un capital inicial muy bajo, de un máximo de 9.000 millones. El objeto es reducir al máximo el impacto presupuestario del FROB, a la vista galopante aumento del déficit público. Ahora bien, esta cantidad podrá apalancarse hasta 10 veces mediante la emisión de deuda avalada por el Tesoro, con lo que el volumen total del fondo puede llegar a 90.000 millones.

Tienen que salir con un volumen muy grande para dar seguridad a todo el mundo de que habrá dinero suficiente incluso en el peor escenario posible. Es lo mismo que hicieron con Caja Castilla-La Mancha cuando le concedieron una línea de 9.000 millones cuando no eran necesarios más que 3.000, señala una de las fuentes consultadas.