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El pueblo que apostó sus olivas al 'ladrillo' y lo perdió todo
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TODOS LOS HABITANTES DE LANTEJUELA ESTÁN EN PARO

El pueblo que apostó sus olivas al 'ladrillo' y lo perdió todo

Se lo jugó todo al ladrillo y se quedó sin nada. De ser el tercer pueblo con más trabajo de toda Andalucía, Lantejuela es hoy la

Foto: El pueblo que apostó sus olivas al 'ladrillo' y lo perdió todo
El pueblo que apostó sus olivas al 'ladrillo' y lo perdió todo

Se lo jugó todo al ladrillo y se quedó sin nada. De ser el tercer pueblo con más trabajo de toda Andalucía, Lantejuela es hoy la localidad sevillana con más paro por habitante: entre diciembre de 2007 y el mismo mes de 2008 la tasa se elevó un 132%, atrapando a ocho de cada diez vecinos en edad de trabajar. Y todavía no se han registrado los más de cincuenta que cayeron en enero.

 

Por Madrid entraron este martes dos autobuses con más de cien lantejolenses flanqueado por Juan Vega, su alcalde. Otros llegaron con sus propios vehículos. Todos vinieron a por los cimientos que necesitan para volver a construir este pueblo de 3.800 habitantes cuya sentencia de muerte fue cambiar la aceituna por la construcción cuando sucumbió al boom del ladrillo. A ZP, “el hombre de la sonrisa”, vinieron a enseñarle las caras del drama de un pueblo, Lantejuela, y a exigirle soluciones. “Tiene nuestras propuestas en la mesa desde hace mucho tiempo, pero nunca se han dignado a descolgar el teléfono y preguntarnos en qué situación estamos”.

Vinieron para pedir una moratoria en los embargos, que se abra el grifo del crédito y que los ayuntamientos dispongan de las subvenciones “como consideremos nosotros que van a generar más empleos. ¿O quién va a conocer mejor que yo dónde hace falta el dinero en mi pueblo?”. No quieren seguir formando parte del juego de la pescadilla que se muerde la cola: “encima que nos exigen dónde gastar el dinero público, el Ayuntamiento debe pagar el 40% de la obra”. Llevan desde junio de 2007 sin conceder ninguna licencia de obra. “Los alcaldes no podemos ser cómplices de terminar de estrangular a nuestros empresarios. Si yo no tengo recursos para pagarles, ¿cómo les voy a dar trabajo?”, se indigna Vega.

El “salvavidas que lanzó ZP”, los 672.555 euros que se concedieron para Lantejuela por ayudas del Fondo Estatal, sólo alimenta a quince oficiales y treinta peones de la construcción durante cuatro meses. Los números los tiene muy bien echados el alcalde. “¿Ésta es la solución que nos da el Presidente?”. Sólo es pan para hoy, hambre para mañana. Vega y los suyos son conscientes de que el Gobierno se ha quedado sin recursos, pero sólo reivindican que creen el clima apropiado para que el empleo crezca. En el pueblo hay muchas familias que ya no pueden pagar la hipoteca; a otras se les está agotando la prestación social y las pymes no hacen más que echar a gente porque “no cobran y no pueden pagar a sus proveedores”.

“Si no se cobra, no se puede pagar”

Andaluza de Laminados, la mayor empresa de la localidad con 200 trabajadores, ha anunciado más destrucción de empleo. Las 102 pymes computadas todavía se resisten a dejar de respirar, pero se han quedado prácticamente en mano de sus dueños, que se vieron obligados a despedir a los 45 ó 50 trabajadores que disponía cada uno por no poder hacer frente a las deudas.

Es el caso de Antonio Moreno, de 58 años, un propietario de una empresa de aluminios que, en sus mejores recolectas, cuando llegó a facturar 1,8 millones de euros y “dio faena” a 34 trabajadores. Hoy sólo le trabajan sus dos hijos, que llevan tres meses sin cobrar ni un duro. Ha tenido que hipotecar todo lo que tenía y ha solicitado al Banco de Andalucía un año de carencia, “pero me siguen dando largas”. El año pasado cobró 42.000 euros de los 12 millones que facturó. Moreno lleva cuatro meses con la soga en el cuello: “he dejado de pagar los 6.000 euros de hipoteca. Si a mí no me pagan, yo no puedo pagar”, se resigna.

Nadie se ha dignado a escucharles durante la última semana, lo que ha durado su encierro en el Ayuntamiento, ni antes, cuando la situación amenazaba con convertirse en insostenible. Hoy sólo les han abierto la puerta del Congreso a dos representantes, para que se desahoguen en nombre de todos. Allí han vuelto a dejar sus reivindicaciones, que son su única esperanza, y ahora toca esperar. Vega es consciente de que si dejan de hacer ruido, la sangría que empezó hace más de un año terminará fusilando al pueblo entero. Para mañana han convocado una Asamblea en Lantejuela. El futuro se antoja duro. El mismo alcalde se siente como don Manuel, el cura de la localidad, cuando cada día recibe entre 20 y 30 visitas de unos paisanos desesperados que le suplican algún tipo de ayuda “económica, o laboral, pero no se dan cuenta de que yo también estoy atado de pies y manos”.

Se lo jugó todo al ladrillo y se quedó sin nada. De ser el tercer pueblo con más trabajo de toda Andalucía, Lantejuela es hoy la localidad sevillana con más paro por habitante: entre diciembre de 2007 y el mismo mes de 2008 la tasa se elevó un 132%, atrapando a ocho de cada diez vecinos en edad de trabajar. Y todavía no se han registrado los más de cincuenta que cayeron en enero.

Paro Defensor del Pueblo