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Los Sanahuja traen carbón a la banca, que provisionará el canje en acciones por el crédito de 2.500 millones
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Los Sanahuja traen carbón a la banca, que provisionará el canje en acciones por el crédito de 2.500 millones

Bañuelos (Astroc), Portillo (Colonial), Nozaleda (Colonial, Astroc), Martín (Martinsa Fadesa), Sanahuja (Metrovacesa)... sólo queda Santamaría (Reyal Urbis). Y con dificultades. Los señores del ladrillo están en

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Los Sanahuja traen carbón a la banca, que provisionará el canje en acciones por el crédito de 2.500 millones

Bañuelos (Astroc), Portillo (Colonial), Nozaleda (Colonial, Astroc), Martín (Martinsa Fadesa), Sanahuja (Metrovacesa)... sólo queda Santamaría (Reyal Urbis). Y con dificultades. Los señores del ladrillo están en peligro de extinción por las ejecuciones bancarias. Ni uno se mantiene al pie del cañón, es decir, como dueño y referente accionarial de los colosos del ladrillo, que una vez -en enero de 2007- valieron más de 40.000 millones de euros en bolsa y hoy apenas suman 10.000 millones. Y todo ello pese a la valoración desorbitada que todavía mantienen de sus activos. En el caso de la siguiente protagonista, Metrovacesa, se multiplica por cuatro: 12.400 millones versus 3.400 millones de marketcap. Paradojas de la vida, el antiguo grupo inmobiliario de BBVA hasta 2002 tendrá entre sus accionistas a Banco Santander.

De esta manera, Emilio Botín y Francisco González convivirán en el capital, junto a la Caja Madrid de Miguel Blesa, el Banco Popular de Ángel Ron, el Banco Sabadell de Josep Oliú y el Banesto de Ana Patricia Botín, participado al 90% por el primero, Santander. La mesa de negociación en curso cuenta con representantes de estas entidades, por un lado, y de la familia Sanahuja Escofet, por otro. El objetivo es capitalizar los créditos de 2.550 millones de euros contraídos por los dueños del 80% de la inmobiliaria. Sin embargo, esta participación hay que dividirla en dos tramos. Un 69% que financiarían las seis entidades españolas que negociaban la ejecución del crédito de los Sanahuja y un 11% respaldado por el HSBC, que estaría involucrado por el momento en esta negociación.

Los Sanahuja tendrán que ceder la práctica totalidad de sus acciones en el canje de crédito por acciones y el porcentaje podría oscilar entre el 54% que se barajaba en la mañana del martes y al 68% que se barajaba por la tarde. Todas las acciones pignoradas, todas ejecutadas, según los términos de unas negociaciones que seguían vivas al cierre de esta edición y con las acciones de Metrovacesa suspendidas en 50 euros por título. Fuentes del mercado explicaron que los bancos tendrán que asumir una pérdida por deterioro de activos de más de 1.300 millones de euros al traspasar el activo (el crédito) a la cuenta de participaciones financieras, en un ejercicio de contabilidad realizado ya en la toma de control de Colonial, como informó este diario el pasado mes de abril. La alternativa es cargar contra la tasa de morosidad si lo consideran como crédito fallido, o no se ejecutan las garantías y se refinancia a los Sanahuja.

De la deuda de Sanahuja (4.000 millones) a la de Metrovacesa (6.900 millones)

El otro paquete que, en teoría, pertenece a los Sanahuja es el 11% de Metrovacesa que se encuentra enterrado en Undertake Options, la sociedad con la que lanzó su oferta de compra en marzo de 2008 al mismo precio que la anterior, a 83 euros por acción, sobre el 13,3% del capital que no controlaba. Pero ese 11% puede tener dueño británico, en este caso, el HSBC. Esta participación de los Sanahuja fue comprada con financiación del HSBC por 850 millones, un crédito separado de la línea de crédito que el HSBC mantiene con Metrovacesa tras la compra en abril de 2007 de su torre londinense en Canary Wharf por 1.600 millones de euros. Otras entidades de crédito involucradas en el pasado en la financiación de la presencia de los Sanahuja en Metrovacesa han sido Citigroup (3%), Credit Suisse (4,8%), ING (6,7%), Deutsche Bank (3%) son algunas de las entidades que han participadon indirectamente en el capital.

A la ejecución de las acciones de los Sanahuja por los bancos se unen las necesidades de capital de la propia compañía, que tras fracasar en la captación de inversores antes de verano, también lo ha hecho a la hora de emitir bonos que refuercen su capitalización. Metrovacesa está obligada a emitir bonos por importe de 750 millones de euros antes de finalizar 2008 para cumplir con los compromisos de su contrato de financiación o, en su defecto, pedir a la banca un 'waiver' (perdón o moratoria de tiempo y garantías), según informó Reuters en octubre. En el caso de la deuda de la compañía, de más de 6.900 millones, el sindicato de bancos lo lidera de nuevo HSBC (por la deuda de la torre, que es con recurso del propio edificio) y otro british, el Royal Bank of Scotland (RBS), actualmente propiedad del Estado británico, aunque vuelven a estar en el pool casi todas las entidades españolas.

Metrovacesa se convierte así en la última gran compañía en caer en manos de la banca, después de que lo hiciese ya Colonial o tras la suspensión de pagos de Martinsa Fadesa. Desde 2003, esta inmobiliaria ha sido la más deseada del sector. Le han caído hasta seis OPAs (ofertas de compra) en bolsa. La primera de los italianos Caltagirone (Quartas/Altrim) en febrero de 2003, la segunda de Joaquín Rivero (Bami) en junio de aquel año; la tercera de los Sanahuja (Cresa) en mayo de 2006; la cuarta de Rivero y Soler (Mag Import/Alteco); la quinta de la propia Metrovacesa, una autoOPA, en septiembre de 2007; y la última en marzo de 2008 por parte de Undertake Options. También ha sufrido dos guerras enconadas como las que protagonizó Rivero y sus socios contra los italianos en 2003 o la más reciente, entre 2006 y 2007, entre el propio Rivero y los Sanahuja, sus antiguos socios, que terminó con la escisión salomónica de la empresa.

Bañuelos (Astroc), Portillo (Colonial), Nozaleda (Colonial, Astroc), Martín (Martinsa Fadesa), Sanahuja (Metrovacesa)... sólo queda Santamaría (Reyal Urbis). Y con dificultades. Los señores del ladrillo están en peligro de extinción por las ejecuciones bancarias. Ni uno se mantiene al pie del cañón, es decir, como dueño y referente accionarial de los colosos del ladrillo, que una vez -en enero de 2007- valieron más de 40.000 millones de euros en bolsa y hoy apenas suman 10.000 millones. Y todo ello pese a la valoración desorbitada que todavía mantienen de sus activos. En el caso de la siguiente protagonista, Metrovacesa, se multiplica por cuatro: 12.400 millones versus 3.400 millones de marketcap. Paradojas de la vida, el antiguo grupo inmobiliario de BBVA hasta 2002 tendrá entre sus accionistas a Banco Santander.

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