Aido se gasta un millón de euros en una campaña para que los hombres colaboren más en casa

¿Vacas flacas? ¿Crisis económica? Al menos no para Bibiana Aido. La titular de Igualdad no va a reparar en gastos cuando lo que está en juego es salvar a esos hombres que, por entregarse al trabajo y a su desarrollo profesional, se han desmarcado del mundo de los sentimientos y de la familia, convirtiéndose en personas demediadas, escindidas, esclavos de sí mismos, sin posibilidad de elegir ahogados por el yugo social. El plan de rescate que acometerá Aido tiene un precio: un millón de euros. Y es que ése es el dinero que se gastará el Ministerio de Igualdad en poner en marcha una campaña publicitaria para promover que los hombres se impliquen en una cultura corresponsabilidad familiar –evítese el uso de términos malditos como colaboración o ayuda-, al tiempo que se pone en valor la “función social reproductiva”, según consta en el anuncio del concurso.  

Los espacios publicitarios se emitirán en radio y su objetivo último será reflejar que la responsabilidad compartida entre mujeres y hombres en el ámbito doméstico es imprescindible para conseguir que la igualdad sea una realidad. Para su implementación se deberán tener en cuenta factores como que “el alejamiento de los varones del rol doméstico y los cuidados familiares, en aras de una vida profesional intensa y sobrevalorada, porque representa su propia consideración como persona y la supuesta obligación de ser el único proveedor del hogar, también supone una limitación para el desarrollo personal de éstos”, de acuerdo con pliego de prescripciones técnicas para la campaña.

 

Es más, ese enfoque tan centrado en el trabajo aleja a los hombres “del mundo de los afectos, limita su función y disfrute como padres y les hace desentenderse de sus obligaciones hacia otros familiares propios dependientes, delegando esta responsabilidad en el resto de mujeres de su entorno”. Una radiografía que culmina en que “los hombres tampoco son libres, de acuerdo con el rol asignado, para elegir”. En el anexo, Igualdad recuerda que las mujeres en España dedican una media de seis horas diarias al ámbito doméstico, mientras que los hombres dos horas y veinte. Una situación que exige una estrategia de comunicación basada en que “las mujeres son víctimas de discriminación” y en hacer hincapié en que “las personas autónomas –varones y jóvenes- son responsables de su propio autocuidado”. 

 

Objetivo: hombres entre 30 y 60

 

La campaña, que está canalizada por la Dirección General del Instituto de la Mujer y que cuenta con cofinanciación del Fondo Social Europeo, está dirigida a toda la sociedad, pero “con carácter específico se tendrá en cuenta a los varones de entre 30 y 60 años, que vivan en pareja y/o con responsabilidades familiares”. El plazo para la presentación de ofertas finaliza el 4 de noviembre y el objetivo es que los cortes publicitarios estén en las ondas antes del 15 de diciembre. Los interesados no sólo deben incluir la maqueta del anuncio, sino también una propuesta de un plan de medios en radio. En los criterios de valoración para la concesión del contrato, se tendrán en cuenta las medidas adoptadas en políticas de personal dirigidas a promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la empresa”.

El briefing para la campaña constata que las mujeres no sólo sufren una doble jornada laboral, sino que ven reducidas sus oportunidades de trabajo por adjudicárseles automáticamente un “prejuicio de disponibilidad” debido a las responsabilidades familiares, algo que abona “la elección obligada de empleos de jornada reducida o inferiores perspectivas de promoción, que redunda en la obtención de menores salarios”. Eso se debe a que los hombres “no han traspasado el criterio de colaboración o