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Hungría, la próxima Islandia
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Hungría, la próxima Islandia

La situación financiera que se vive en Hungría en los últimos días recuerda a la acaecida en Islandia, donde el gobierno se ha visto obligado a

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Hungría, la próxima Islandia

La situación financiera que se vive en Hungría en los últimos días recuerda a la acaecida en Islandia, donde el gobierno se ha visto obligado a nacionalizar a varios de los bancos más importantes del país y a pedir ayuda al FMI. La economía magiar está sumergida en una tremenda incertidumbre financiera desde que el miércoles se depreciaran la moneda y la bolsa nacional como consecuencia de la escasez de crédito y de la preocupación por la evolución económica de los países de la Europa del Este.

Durante las dos últimas jornadas el florín húngaro ha sufrido una caída del más del 7% frente al euro hasta el alcanzar la cifra de 266,09 unidades por una de la moneda de la UE. Por otro lado, el BUX, el índice más representativo de la bolsa, ha descendido más del 20% debido a las graves caídas de los bancos, entre ellos, el más importante: el OTP Bank. Tan negativa es la situación, que algunos analistas la tildan de irremediable: lo único que podemos hacer es mirar como se deshace el mercado bursátil, señalan.

Las instituciones financieras del país se han visto obligadas a reducir los préstamos en divisas, euros o dólares, que se habían convertido en la forma predominante del crédito en los últimos años. Gyorgy Barcza, el jefe de tesorería en el Banco K&H, filial del belga KBC, afirmó que si no se remonta pronto la situación y no hay más préstamos de divisas en Hungría, la afluencia de capital será cada vez más pequeña. Este dato es realmente mortífero para la economía número 50 del mundo con un PIB de 138.388 millones, a datos de comienzo de 2008.

Los funcionarios húngaros se pusieron rápidamente de acuerdo para que el gobierno pidiera ayuda a organismos financieros internacionales y ayer mismo ya tuvieron la primera respuesta de alivio: el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco Central de Hungría (MNB) acordaron facilitar liquidez en euros mediante un acuerdo de transacciones que permite a la entidad húngara tomar prestados hasta 5.000 millones de euros.

Mientras tanto, una delegación de Fondo Monetario Internacional está de visita oficial en Kiev para estudiar la situación financiera de Ucrania y otros países del Este, como República Checa o Polonia, cuya situación también es crítica. El gobierno magiar aprovechó la ocasión para solicitar ayuda y el FMI le prometió incluirle entre los países objeto de análisis.

La situación financiera que se vive en Hungría en los últimos días recuerda a la acaecida en Islandia, donde el gobierno se ha visto obligado a nacionalizar a varios de los bancos más importantes del país y a pedir ayuda al FMI. La economía magiar está sumergida en una tremenda incertidumbre financiera desde que el miércoles se depreciaran la moneda y la bolsa nacional como consecuencia de la escasez de crédito y de la preocupación por la evolución económica de los países de la Europa del Este.

Durante las dos últimas jornadas el florín húngaro ha sufrido una caída del más del 7% frente al euro hasta el alcanzar la cifra de 266,09 unidades por una de la moneda de la UE. Por otro lado, el BUX, el índice más representativo de la bolsa, ha descendido más del 20% debido a las graves caídas de los bancos, entre ellos, el más importante: el OTP Bank. Tan negativa es la situación, que algunos analistas la tildan de irremediable: lo único que podemos hacer es mirar como se deshace el mercado bursátil, señalan.

Las instituciones financieras del país se han visto obligadas a reducir los préstamos en divisas, euros o dólares, que se habían convertido en la forma predominante del crédito en los últimos años. Gyorgy Barcza, el jefe de tesorería en el Banco K&H, filial del belga KBC, afirmó que si no se remonta pronto la situación y no hay más préstamos de divisas en Hungría, la afluencia de capital será cada vez más pequeña. Este dato es realmente mortífero para la economía número 50 del mundo con un PIB de 138.388 millones, a datos de comienzo de 2008.

Los funcionarios húngaros se pusieron rápidamente de acuerdo para que el gobierno pidiera ayuda a organismos financieros internacionales y ayer mismo ya tuvieron la primera respuesta de alivio: el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco Central de Hungría (MNB) acordaron facilitar liquidez en euros mediante un acuerdo de transacciones que permite a la entidad húngara tomar prestados hasta 5.000 millones de euros.

Mientras tanto, una delegación de Fondo Monetario Internacional está de visita oficial en Kiev para estudiar la situación financiera de Ucrania y otros países del Este, como República Checa o Polonia, cuya situación también es crítica. El gobierno magiar aprovechó la ocasión para solicitar ayuda y el FMI le prometió incluirle entre los países objeto de análisis.

Hungría Banco Central Europeo (BCE) Recesión Islandia Economía sumergida