FCC no llega: pide más tiempo y dinero para construir un puente sobre el Danubio entre Bulgaria y Rumanía

El sector de la construcción está siendo uno de los más castigados por la crisis económica. Los proyectos se encarecen, los beneficios se reducen, las plantillas se recortan… Y en estos momentos FCC es una de las constructoras que cumple el perfil. ¿El motivo? La petición de una prórroga y mayor presupuesto para la creación de un puente sobre el río Danubio entre Vidin (Bulgaria) y Calafat (Rumanía).

El proyecto, Puente Danubio II, se comunicó hace unos meses y la fecha oficial del inicio de las obras es lo único que se va a mantener intacto, porque todo lo demás va a sufrir modificaciones. Si en un primer momento el presupuesto era de más de 225 millones de euros y la fecha para terminar la construcción era finales de 2010, ahora la firma de Esther Koplowitz asegura que necesita más dinero y también más tiempo.

Cien millones de euros y tres o cuatro meses de prórroga es lo que ha pedido la constructora, según afirmó Simeon Evtimov, supervisor del proyecto, a la televisión estatal de Bulgaria este fin de semana. Pero el ministro de Transporte búlgaro, Petar Mutafchiev, ha querido quitar hierro al asunto declarando que la constructora tiene previsto compensar la tardanza y finalizar el proyecto a tiempo.

Tendiendo puentes

Este proyecto, que conectará Bulgaria y Rumanía, no va a ser el único desarrollado por la firma Fomento Construcciones y Contratas. A finales del pasado año, Alpine, filial austríaca de la compañía, se adjudicó como contratista único la construcción de un nuevo puente sobre el Danubio, pero en esta ocasión, en Austria. Del proyecto se conoce la fecha prevista de finalización, a mediados de 2011.

El puente de Traismauer, que así se llama, unirá las carreteras S33 y S5, facilitando un nuevo enlace por autovía entra Sank Pölten y Viena. FCC parece haberse convertido en un grupo especialista en tender puentes por toda Europa. Su filial Alpine, que compró en 2006, también construirá un viaducto sobre el Save en Zagreb (Croacia) y otro en Beska (Serbia), por unos 35 millones de euros.