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Joan Gaspart, la Generalitat y Lufthansa presionan para que Iberia no se quede Spanair
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ACUSA A LA AEROLÍNEA DE APOYAR AL IFEMA Y NO A LA FIRA

Joan Gaspart, la Generalitat y Lufthansa presionan para que Iberia no se quede Spanair

Joan Gaspart, presidente del grupo de servicios HUSA (hoteles, catering…), está desarrollando últimamente una frenética actividad. Concretamente, como presidente de Turismo de Barcelona y miembro del

Foto: Joan Gaspart, la Generalitat y Lufthansa presionan para que Iberia no se quede Spanair
Joan Gaspart, la Generalitat y Lufthansa presionan para que Iberia no se quede Spanair

Joan Gaspart, presidente del grupo de servicios HUSA (hoteles, catering…), está desarrollando últimamente una frenética actividad. Concretamente, como presidente de Turismo de Barcelona y miembro del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de la Ciudad Condal lidera la rebelión de una parte del empresariado catalán contra la compra de Spanair por Iberia; como miembro de la CEOE y de Foment del Treball intenta tender puentes entre Gerardo Díez Ferrán y Joan Rosell para normalizar las relaciones entre ambas patronales, y como empresario está llevando a cabo un plan de expansión cuyo punto de mira más inmediato se sitúa en Marruecos.

De todo ello, lo que menos tiempo le ocupa es su propio negocio. Con el creciente protagonismo que están teniendo sus dos hijos, Joan y José, el que fuera presidente del Barça puede, por fin, dedicarse con pasión a lo que más le gusta: la actividad institucional, sin poner en peligro su patrimonio.

Gaspart está íntimamente convencido de que Iberia no será nunca un buen aliado para los intereses de Cataluña. Desde Turismo de Barcelona, un organismo de promoción participado al 50% por el Ayuntamiento de la ciudad y la Cámara de Comercio, Gaspart ha librado alguna que otra batalla contra la antigua aerolínea de bandera a propósito del supuesto apoyo que ésta daba a los salones de Ifema en detrimento de los de la Fira de Barcelona.

Ahora, ante la posibilidad de Iberia compre Spanair, Gaspart ha liderado una resolución del Comité ejecutivo de la Cámara barcelonesa en la que se emplaza a Aena a replantearse el reparto de la T-Sur del aeropuerto de El Prat y en la que se venía a llamar al empresariado catalán a ser activo, incluso accionarialmente, en la búsqueda de una alternativa. Días después, Gaspart, en una rueda de prensa de Turismo de Barcelona, mostró su apoyo por Gadair, la pequeña compañía aérea que también opta a quedarse con Spanair.

La reunión de la Cámara en la que se decidió hacer casus belli contra Iberia tuvo una resolución unánime, pero no fue así el debate, en que se manifestaron dos posturas muy distintas, según han asegurado a El Confidencial diversas fuentes. Una parte quería a toda costa la resolución; otros preferían empezar a trabajar y en función de los resultados manifestarse.

Pero Gaspart no está solo. Aunque Gadair no parece un competidor excesivamente solvente para Iberia a la vista de los pocos datos históricos de que se dispone sobre su actividad, el empresario barcelonés cuenta por el apoyo de una parte del ejecutivo autonómico catalán que podría estudiar formas de respaldar la operación, como, por ejemplo, garantizando que sus funcionarios viajasen con esta compañía, y otra serie de ventajas a definir.

Las últimas noticias parecen indicar que Gaspart se va a salir con la suya. Gadair estaría a punto de quedarse con Spanair y el acuerdo podría hacerse público esta semana. Santiago Sánchez Marín, presidente de Gadair, habría conseguido las garantías gracias al fondo de Abu Dhabi, Bin Salem, y a Longstock, un fondo de inversiones lusocanadiense, que habrían entrado en la operación empujados por el apoyo institucional prometido por la Generalitat y la firmeza mostrada por el empresariado representado por Gaspart, y en la confianza de una vez cerrada la operación revender sus participaciones a ese empresariado.

Las presiones ejercidas por Lufthansa sobre SAS habrían constituido la tercera pata sobre la que se sustentaría la victoria de Gadair sobre Iberia. La aerolínea alemana habría advertido a SAS sobre la conveniencia de que Spanair no saliera de Star Alliance para ir a One World, lo que ocurriría si se la quedase Iberia. En este último caso, los alemanes perderían su principal fuente de alimentación de tráfico de pasajeros en España.

Recomponer relaciones con CEOE

Como amigo de Gerardo Díez Ferrán, el presidente de la CEOE, con quien ha trabajado desde hace muchos años en el sector turístico, y de Joan Rosell, de Foment del Treball, Gaspart ha intentado que las relaciones entre ambas patronales vuelvan a la normalidad tras el enfrentamiento que supuso el intento de Rosell de optar al máximo cargo de la patronal española en sustitución de Cuevas. Los problemas entre Díez Ferrán y Jiménez Aguilar no han ayudado precisamente a esta tarea.

No obstante, esa tensión entre el presidente y el secretario general de la CEOE está poniendo en valor ante algunos empresarios españoles lo que constituía la principal reivindicación de Rosell en su disputa con Cuevas: la necesidad de que la patronal emprenda reformas internas.

Si el papel de hombre bueno de Gaspart no tiene el éxito esperado, los empresarios catalanes se están planteando abrir algún tipo de representación en Madrid para poder defender mejor sus intereses.

Joan Gaspart, presidente del grupo de servicios HUSA (hoteles, catering…), está desarrollando últimamente una frenética actividad. Concretamente, como presidente de Turismo de Barcelona y miembro del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de la Ciudad Condal lidera la rebelión de una parte del empresariado catalán contra la compra de Spanair por Iberia; como miembro de la CEOE y de Foment del Treball intenta tender puentes entre Gerardo Díez Ferrán y Joan Rosell para normalizar las relaciones entre ambas patronales, y como empresario está llevando a cabo un plan de expansión cuyo punto de mira más inmediato se sitúa en Marruecos.

Joan Gaspart Iberia